Cuando esa palabra salía de la boca de Hizashi, su corazón latía negativamente en un ritmo feroz, el mismo sentía una opresión en su pecho, eso le daba náuseas. Náuseas sabiendo que era tan débil, tan débil por aquel rubio que había amado desde hace un tiempo y no sé digna a decírselo, débil porque no podía hacerlo.
---🍥
Aquél suave tinteneó resonó en sus oídos como una melodía que no podía sacarse de la cabeza, nuevamente pasaba por aquél lugar con su rubio favorito. Ese dolor en el pecho volvió a aparecer cuando recordó que aquello era solo una Salida de Amigos. "Débil"
La palabra volvió a resonar en su mente como una grabadora, o un despertador que trataba de arruinarle la mañana con su respectivo sonido irritante.
Exacto, se sentía así.
-¡Shōta, vamos a sentarnos acá!
Amaba cuando el pronunciaba su nombre de esa manera, amaba ver su sonrisa cada vez que lo llamaba alegremente y esa era una de esas veces.
-Bien.
Ambos adolescentes se sentaron en aquélla mesa de color café así como estaba adornado el lugar, creando un ambiente agradable y cómodo. Un extraño silencio que fue perturbado por la estruendosa voz de el de obres esmeraldas, Aizawa debía admitir que es gracioso cuando las demás personas voltean a verlo molestos por su tono de voz.
-Hey Shō. ¿Que vas a elegir?
Le preguntó, aunque era algo irónico ya que ambos solían visitar aquella cafetería a menudo y Shōta siempre solía pedir lo mismo.
-Un café cargado.
Respondió en un tono de voz aburrido como era costumbre, aunque a Hizashi no parecía molestarle ni parecerle aburrido aquello.
-¡Oh, Of course!
El rubio rió como de costumbre, haciendo eco en aquél silencioso lugar, que ahora no lo era tanto.
-¿Podrías dejar de hacer tanto ruido?
-Haha, seguro.
Oh, cuanto le molestaba al azabache cuando usaba aquél tono de voz. Pero, de igual manera generaba un extraño calor en su pecho, algo cómodo y reconfortante que al tiempo se intensificó, tomando un rumbo que nunca había esperado de su parte.
El amor.
Quizá, en algún momento el lo terminaría admitiendo. Admitiendo cuanto le amaba a aquél rubio.
-Eres un idiota.
-¡Pero soy tú idiota!
--------🌸;;
Palabras: 369
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.