Lagrimas & Amor (Marcniel)

Capitulo X

Ese había una excursión se quedar en las cabañas que estaban en ese lugar que estaba cerca del mar, el chico de pelo negro vio a una chica parada en la arena viendo en mar. 

La chica dió media vuelta viendo a los alumnos pero su mirada se quedó en la de Marc y sonrió mostrando una bella sonrisa.

-Marc- Dijo el pelirrojo pasando su brazo por los hombros de más pequeño, este le dió una sonrisa, pero cuando vio por su hombro no estaba la chica- Nos van a dar la habitación- Dijo con una sonrisa el pelirrojo, ambos caminaron con los demás.

-¿Quien era ella?- se pregunto así mismo.

-Ya esta vamos- Dijo el pelirrojo, sonriendo, ambos caminaron a la habitación el pelirrojo hablaba con Adrien y Nino que les había tocado en la misma habitación, los tres reían mientras el más pequeño veía la orilla del mar.

En la noche los cuatro seguían despiertos hablando de tonterías y riendo, cuando los 4 se acostaron, el pelinegro era el único despierto por lo que se paró de la cama y vio por la ventana de la habitación a una chica parada a la luz de la luna.

El chico salió corriendo por la puerta viendo hasta la playa donde estaba la chica.

-hola- Dijo el chico respirando con rapidez.

-Hola- Dijo la chica volteo a ver al joven, sus ojos azules eran hermosos.

-Me llamo Marc Anciel- Dijo el chico sonriendo.

-Me llamo Rin Kagamine- Dijo la chica.

-Que bonito nombre- Dijo el pelinegro sonriendo.

-Gracias- Dijo la chica- Sabes Marc me recuerdas a alguien- Dijo la rubia.

- ¿En serio?- Pregunto el azabache.

-Si- Afirmó la rubia, viendo el mar.

-¿A quien si se puede saber?- Pregunto el chico intrigado.

-A una chica de pelo tan largo se llegaba a sus talones de un color peculiar verde agua, ojos del mismo color y una sonrisa muy pero muy hermosa, demostrando lo puro que era su amor como una rosa- Dijo la chica viendo la luna.

-Oh... Pero en ¿Que me parezco?- Pregunto el chico.

-en que son muy curiosos y se enfrentan a mucho peligroso hablar con extraños- Dijo el chica, viendo al azabache.

-oh- exclamó el chico, era cierto lo que decía la chica pero de verdad esa chica le causaba mucha intriga.

-Perdon-Dijo la chica, el chico la volteo a ver y vio lágrimas en sus ojos azules.

-¿Por que?- Pregunto no la conocía y ella le estaba pidiendo disculpas por algo que ni siquiera sabía.

-Perdoname Miku, perdón por lo que te hice, perdón por haberte arrebatado la vida, si tan solo te hubiera conocido- la rubia tomo la mano de Marc y se inco llorando sus lágrimas caían en la mano del chico, está estaba desnuda.

-¿Miku?- No entendía nada quien era esa tal Miku porque la rubia le pedía perdón.

-Por favor lanza está botella, Miku te lo pido- Puso la pequeña botella en la mano del chico.

El chico despertó en su cama agitado y sudando a que se refería con eso la rubia, acaso todo eso fue un simple sueño, cuando vio su mano y tenía una pequeña botella con un papelito enrollado en su interior.

-¿Que es esto?- Pregunto el azabache mirando la pequeña botella fue cuando se dió cuenta de que lo había sido un sueño, el chico corrió afuera de la cabaña, y separó en la orilla sintiendo el agua del mar en sus pies como si está lo abrazara y nunca quisiera que se alejara de ella, el mar era muy cálido apesar de que apenas salia el sol, era hermoso. 

Vio la botella y la lanzo al mar con aquel papel que para el iba a ser un secreto sin resolver que era lo que decía aquel papel perfectamente enrollado pero sabía sabía algo:

“Era un mensaje para una persona especial”

Eso lo hacía sentir bien, se sentó en una banca y no sabe cuándo perdió la noción del tiempo o cuando se quedó dormido aún con la sensación de la cálida agua del mar que lo hacía sentir querido cómo cuando era rodeado por los brazos de su querido Nathaniel y se quedó dormido viendo cómo el mar se llevaba la botella.

Cuando despertó vio los ojos azules de su amado pelirrojo llenos de preocupación. 

-Marc- Decía el pelirrojo viendo al azabache con preocupación.

-Nath- El chico paso sus brazos por el cuello del pelirrojo recargando su cabeza en el hombro del pelirrojo, mientras el otro rodeaba su cintura. 

-Vamos- Dijo el pelirrojo mientras cargaba al azabache estilo princesa. 

Vio por el hombro del pelirrojo, para después caer en los brazos de Morfeo.

Cuando iban de regreso a la cuidad bio por la ventana y sus ojos verdes se encontraron con dos cabelleras rubias con vestimenta victoriana.

-gracias- susurro la rubia, antes de desaparecer.

Y pensar que esa pequeña aventura sería la razón de su existencia.