Capitulo 6

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Antes que nada me disculpo sinceramente por la tardanza, suelo dejar pasar una semana para actualizar, pero esta vez tuvo algunos problemas con mi internet y por eso no pude trae el nuevo capítulo para el tiempo previsto.
No obstante, aquí les traigo la continuación.
Disfrutenlo.

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Baje del auto sin creerme aquello, aun cuando movía mis pies hacia aquel sitio, no podía creer que estaba entrando a un restaurant que de aquí a Pekín se veía caro, siendo guiada por G Dragón. El sitio era hermoso, decorado con tonos negros y blancos, con sillas empotradas de madera caoba y mesas amplias de porcelana. Más que un restaurant parecía una cafetería... una muy cara.

El Maître salió al instante para encontrarse con GD, lo saludo con familiaridad antes de guiarlo a una parte más privada del restaurant, GD me guio tocando levemente mi brazo, cosa que le agradecí, me sentía un poco fuera de lugar allí. Iba vestida con unos jeans claros, los cuales convine aquel día con una camisa blanca de mangas cortas, botas marrones hasta mis tobillos y una chaqueta negra sobre mis hombros.

Me veía distinta junto a GD y mucho más joven, él se veía elegante y tranquilo, yo me veía despreocupada y sencilla. Lo note un poco intrigada, porque aun con esa diferencia me sentía cómoda a su lado, pero no cómoda en aquel sitio, todo era... caro.

El Maître nos guio hacia unas escaleras antes de retirarse.

--cuando toque la campanilla se le servirá su comida-informó el Maître inclinándose antes de irse.

GD asintió y me miró, debió notar mi incomodidad, porque al instante señalo la escalera.

--si subes te sentirás mejor, lo prometo-aseguró.

Mordí mi labio, apretando contra mi pecho el ramo de rosas que aun llevaba en mis brazos, no quise dejarlo en el auto aun cuando sabía que íbamos a comer. Tomé aire antes de subir las escaleras con pasos cuidadosos, al final de estas pude ver una habitación de paredes oscuras con cortinas de color rojo tinto, había una amplia mesa tan cara como las de abajo y dos sillas que se veían cómodas.

Pero esa decoración me valió poco, lo que me dejo sin aire fue ver como el techo de aquella habitación estaba decorado con banderas de todo el mundo, pero en el centro, brillando con esplendor, estaba la bandera de Venezuela, el color amarillo, azul y rojo resaltando sobre los demás colores.

Y no solo eso, al mirar con más detalle la mesa pude ver decoraciones tradicionales de mi país, como una pequeña estatuilla de un Palafito, parte de la cultura indígena de Venezuela.

--oh-musite sorprendida.

--Espera a ver esto-dijo GD pasando a mi lado.

Lo vi ir hacia una de las cortinas y abrirlas sin dudar para dejarme ver una pared completamente negra con el dibujo de un turpial sobre una orquídea, ambos símbolos patrióticos de mi país. También había un araguaney en aquella pared, resaltando su color amarillo sobre el fondo negro. Camine hacia aquellos dibujos y pase mi mano por ellos, sintiendo mi mano quemar y mi pecho vibrar.

Mis ojos ardieron al ver aquello y sonreí inconscientemente.

--hermoso-susurre orgullosa de lo que veía.

Note los ojos de GD en mí.

--¿Te gusta? -pregunto atento.

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