Capitulo 8

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Pase la página, acercándome cada vez más al final, estaba ya leyendo el mes de junio, note que las páginas que relataban aquel mes estaban llenas de pensamientos profundos, de Ji Yong explicando cómo poco a poco comprendió más la vida, y afirmo muchas veces que su ignorancia respecto a la vida fue uno de los detonantes de su depresión, de su fuerte pensamiento de soledad. Escribió mucho sobre la vida, sobre lo diversa que era esta, siempre trayendo dolor y felicidad consigo. Al principio se quejaba y decía que Dios era cruel, luego al conocer personas en su viaje, personas buenas, alegres, frías y distantes también, personas que le dijeron muchas cosas. Que la vida era una batalla, una decisión, una historia, un comienzo y una razón. Ji Yong explico de manera hermosa que encontró muchos caminos para entender la vida, su propia vida y la de otros, para comprender lo que vivían personas ajenas a él y de esa manera entendió que la soledad no existía, no para aquellos que entendían que era la vida.

"Es amor... siempre ha sido amor. A mi familia, a mis amigos, a mi pareja, a mis sueños, a mis pasiones y a mí mismo, también entendí que Dios está en ese paquete, aunque aún estoy acostumbrándome a el" escribió Ji Yong bajo una foto en Machu picchu.

Luego vi más fotos, más pensamientos profundos y luego un texto que hablaba de mí, del miedo que ahora sentía Ji Yong de quizás no encontrarme, temía que aun cuando pueda cambiar y sentirse mejor, jamás podría hallarme y decirme todo lo que vivió. Temía que yo estuviera lejos de Corea, en brazos de alguien más y con una vida en donde él no podría estar.

"Pero la aprecio y debo decirle lo que hizo por mi... debo decirle que la admiro y quiero conocerla" leí pasando mi dedo por la letra de Ji.

Suspire deseando haber estado allí y abrazarle, no sé porque quise eso, solo sentí que algo en mí se había suavizado al leer sus palabras en aquella libreta. Porque había mucha sinceridad allí, mucha verdad y corazón, y no había cosa que yo apreciara más que la sinceridad.

Tome aire y continúe leyendo hasta que al fin note las últimas páginas. Eran 5 páginas y cuando leí la primera mi corazón se detuvo, era una foto del Ávila, en Caracas. Mire atónita una foto Collage formada por varios sitios del Ávila en la capital de mi país, Venezuela.

--Ji estuvo en Venezuela-musite atónita.

Leí rápidamente el texto.

"Después de mucho pensar, de muchas noches llenas de temor y duda, decidí que mi último viaje antes de volver seria hacia Venezuela, quiero conocer el país donde creció, quiero recorrer todo espacio de aquel país... quiero encontrarla allí. Temiendo que no esté en Corea y entonces quizás podría hallarla en su país. Así que aquí vine y pasé la primera semana en Caracas, visitando muchos sitios, con un traductor a mi lado para no perderme. Claro, aquí no me sentí tan presionado porque no muchos me reconocían, pero sí que hubo otros que lo hicieron y me tomé montones de fotos con ellos.

Visité aquel sitio y luego seguí el concejo de mi traductor, visitar las ciudades importantes porque era allí donde probablemente estaría ella. Así que de Caracas fui a Carabobo, luego a Mérida, Zulia, Táchira, Aragua y por ultimo Nueva Esparta. Estuve poco tiempo en cada ciudad, pero pude recorrer cada sitio, tomé muchas fotos para mostrárselas a ella cuando la encontrara.

Mas nunca la vi allí, había demasiadas personas en una ciudad y más en un país ¿Qué me aseguraba que ella no fuera del campo? ¿o que no viviera en Venezuela actualmente? Me costó mucho aceptar que no la vería, pero disfrute cada momento, sentí que me conectaba con ella al estar allí."

Parpadee varias veces antes de cubrirme el rostro, respirando agitadamente, sin creerme aquello.

--Oh, no resistiré mucho-susurre apretando mis ojos-con estas cosas es imposible no enamorarme de él.

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