29.- Corto y dulce

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...

Arthur  estaba en su habitación cuando Gwen interrumpió repentinamente.

"¡Arthur! Morgana acaba de recibir una carta de Mordred. Dice que volverán pronto, Merlín fue herido anoche han estado cabalgando toda la noche para poder llegar esta mañana."

Arthur se puso de pie en un instante y salió por la puerta del cuarto junto con Gwen.

"¿Cómo fue herido?"

"Creo que menciono que fue una flecha envenenada, corrí hacia aquí  para avisarte en cuanto me entere". Explicó Gwen.

Arthur llegó al patio y se paró en los escalones con Gwen a su lado. Era temprano por la mañana, el sol apenas se asomaba en el cielo.
La única razón por la que ya estaba levantado y vestido era porque tenía problemas para dormir y decidió salir a caminar después de despertarse por tercera vez.

Después de casi una hora, escuchó el sonido de cascos sobre lodñs adoquines. Tres caballos entraron en el patio.

Arthur inmediatamente se dirigió hacia ellos, diciéndole a Gwen que le informara a Gaius que lo necesitarían en su habitación cuando vio a Merlin desplomado sobre la parte posterior de su caballo. Tan pronto como se detuvieron, Percival y Mordred bajaron de su caballo y ayudaron al rey a bajar al brujo del caballo.

"¿Cuánto tiempo ha pasado desde que lo hirieron?"

"Nos atacaron ayer a medianoche".

Mordred explicó rápidamente cuando Arthur tomó gentilmente a Merlín por completo en sus brazos y se dirigieron hacia el castillo, dejando al guardia en la puerta para cuidar de los caballos.

"Ustedes dos parecen muertos vivientes. Vayan a descansar un poco. Me aseguraré de que Merlín esté bien cuidado. Es una orden Percival". El gran caballero frunció el ceño pero asintió.

Mordred hizo lo mismo también, "Dile a Gaius que creo que es veneno de Singen".

Arthur llevo a Merlín a sus habitaciones y lo acostó en su cama esperando que Gaius llegara pronto. Unos minutos después, Gaius apareció junto con Gwen y Morgana.

"Buenos días, Sir". Dijo apresuradamente. Levantó la camisa de Merlín y cortó los vendajes con manos practicadas. Mientras Gaius estudiaba la herida y Arthur recordó lo que le había dicho Mordred.

"Mordred dijo que cree que es veneno de Singen". Informó al médico.

Gaius hizo una mueca y asintió, "Tiene razón. Explica la marca alrededor de las heridas". Señaló manchas azules en la piel de Merlín. “Tendré que hacer el antídoto. Por ahora, dale una gota de esto en agua cada hora hasta que regrese". Le entregó a Arthur un frasco pequeño.
Luego se dirigió a Gwen.

"¿Crees que podrías acompañarme a buscar nuevos vendajes, querida? ademas Lady Morgana, tal vez necesite un par de manos extra con el antídoto".

"Por supuesto Gaius." Morgana asintió y los tres desaparecieron por la puerta.

Arthur tomó una copa de agua de su mesa y puso una gota del líquido que Gaius le había dado en el agua.

Gentilmente abrió la boca de Merlín y mantuvo su cabeza firme mientras la vertía lentamente en su boca. El brujo parecía tener fiebre y estaba pegajoso al tacto.

Merlín balbuceó un poco, pero se lo tragó.

Arthur frunció el ceño y se sentó en el borde de la cama, "Te digo claramente que no te metas en problemas y que mira lo que haces". Él murmuró.

Un par de minutos más tarde Gwen reapareció, con los brazos llenos de vendas, "¿Puedes vendar la herida?" Le preguntó a Arthur apresuradamente. "Gaius dijo que debería tomar un poco de agua fría para tratar de mantener su temperatura baja".

La revelación de la magia ( TRADUCCIÓN )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora