Amistad - Namjin

un solitario Jin

Mi teléfono comenzó a vibrar haciendo que me despierte, me había dormido en el suelo de la habitación.
Observe la pantalla para ver las llamadas perdidas de Dong .

Me senté en el suelo y recoste mi espalda contra la cama, el cuarto estaba totalmente oscuro.

Observé el ventanal, la ciudad se veía maravillosa con aquellas luces, el cielo estaba brillante y yo estaba aquí con el corazón apretado, y la vista borrosa.

Siempre había estado sólo cuando me pasaron cosas terribles, siempre pensé que era fuerte, pero no. No soy fuerte. Digo que estoy bien, pero en realidad quiero que alguien este aquí conmigo para que me diga que lo hice bien. Que está vez no me equivoque.

Me levanté del suelo y baje las escaleras, me dirigí hacia la cocina, y abrí la heladera, había unas cervezas, no lo pensé mucho cuando tome la primera.

Estaba dolido porque en el fondo me sentía culpable porque tal vez no había apoyado a JiMin como debía ser , tal vez yo siendo más grande que él debí haber sido más cuidadoso con el rubio, tal vez debí haber aconsejado mejor.

Tal vez Yoongi tenía razón, él no lo dijo con esas palabras pero era obvio que pensaba que era mi culpa que jiMin le ocultara las cosas.

— no es mi culpa, esta vez no es mi culpa... yo... no quise hacer las cosas mal — mi llanto se hizo más potente.

Esa noche fui el Seokjin que jamás había querido, él que siempre había escondido, el miserable Seokjin que se hunde en el fondo.

Esa noche bebí como nunca jamás lo había hecho, ni siquiera con mi padre al que por cierto le encanta beber, pero esta vez estaba sólo.

No es como si fuera la primera vez que sufría sólo, no iba a ser la última tampoco pero me dolía que nunca nadie estaba para mi cuando las cosas malas pasaban.

Tomé el teléfono y marqué al moreno,  pero este no me atendió.

La casa estaba oscura y yo estaba sentado en la suave alfombra recoste mi cabeza en la pequeña mesa y observe el vaso que estaba vacío.

Mi teléfono comenzó a vibrar, era aquel moreno, debía dejarlo esperando sólo para que sintiera lo que yo sentí pero no podía, siempre había sido mi debilidad.

Tarde un momento en contestar pero al final lo hice.

— Namjoon... — dije al alfa.

— ¡Hola bebé!  perdón por no contestar, estaba bañándome, hoy realmente fue un día ocupado y no pude llamarte, además de que seguramente me quede trabajando toda la noche — dijo el moreno.

— eres malo... ¿sabes por qué? Porque tu deberías , deberías extrañarme como yo lo hago... — me queje.

— espera... oye... ¿estas bebiendo? — dijo el alfa apresurado— ¿qué ocurre?— pregunto.

— yo tome algunas cervezas — observe las cinco botellas vacias— te extraño...  Ojalá tu pudieras estar aquí... — no pude seguir hablando no quería que me oyera llorar.

— ¿Seokjin? Oye no te pongas mal, volveré mañana a medianoche — dijo el alfa.

— si... — me quede en silencio no sabiendo de que hablar.

— ¿qué has hecho hoy? — cuestionó el alfa.

— sabes, siempre creí que podía arreglármelas sólo  — dije con las lágrimas recorriendo mis mejillas — que ser así estaba bien porque eso me hacía ser superior a todos, decía que nada me lastimaba porque la realidad es que quería creer eso, quería confiar en eso...