Capítulo 17: Duda

569 75 58
                                    

Había oscurecido cuando salí de la cafetería, caminaba por la acera rumbo a mi casa, estaba agotada emocionalmente, quería que el día se acabara pronto. Una motocicleta se detuvo junto a mí y me alumbró con los faroles, los cuales me cegaron.

— ¿Estás bien? —preguntó el chófer bajando las luces, descubriendo la silueta de Rubeus. La primera idea que tuve fue de mandarlo a la mierda como de costumbre, pero en vez de eso comencé a llorar. No sé si todo era porque me encontraba muy sensible o porque me sentía feliz de ver a Rubeus después de más de un mes evitándolo.

— ¿Qué sucede? ¿Qué ocurrió? —me preguntó bajando de la moto y tomándome de los hombros, angustiado—. ¿Por qué lloras?

— Es que estoy muy... muy triste —logré decir entre sollozos.

Rubeus me abrazó y yo correspondí. Por alguna razón sus brazos me calmaron, me sentí protegida. Cerré los ojos y rogué para que ese momento fuera eterno.

— ¿Hay algo que pueda hacer por ti? —preguntó.

Quise decirle que no me soltara, que me siguiera estrechando de esa manera entre sus brazos, pero luego recordé que Rubeus no era mi novio, no era ni siquiera mi amigo y me solté de su agarre.

— ¡No! ¡Lo siento! Necesitaba un abrazo. Estoy bien. No te preocupes —dije, secando mis lágrimas.

— ¡No me pidas que no me preocupe! ¡Estás llorando!

— Estaré bien. En verdad te lo agradezco —dije y quise correr hasta mi casa, pero Rubeus me detuvo.

— ¿Pasó algo con tus amigos? —Parecía que Rubeus podía adivinar lo que estaba pensando— ¿No están peleándose mucho últimamente? Recuerda que la última vez que se pelearon terminaste en la escandalosa fiesta de mi primo.

Quedé sorprendida. ¿Por qué parecía que Rubeus me conocía tanto? Caminé hacia él, me quedé contemplándolo en silencio durante varios segundos. Él me acarició la mejilla con el dorso de su mano, cerré los ojos sintiendo la caricia. Nuestras miradas se cruzaron, un calor subió a mi rostro.

— ¡Rei! —alguien gritó mi nombre, haciéndome retroceder. Rubeus dejó de acariciarme.

Me embobé contemplando a Rubeus y no fui capaz de escuchar la motocicleta de Jadeite a solo unos metros de mí.

— ¡Jadeite! ¿Qué haces aquí? —pregunté incómoda, mientras él caminaba hacia nosotros.

— No sabía que Rei tenía más amigos, pensé que Seiya era el único —dijo Jadeite, ignorando mi pregunta y dirigiéndose a Rubeus.

— Soy Rubeus Black —dijo y estiró su mano para estrecharla con la de Jadeite, quien respondió el saludo de forma hostil.

— Jadeite, novio de Rei, ¿lo sabes?

— ¡Lo sé!

— Rubeus es un... —me interrumpí, ¿amigo? ¿Realmente la palabra era "amigo"?

— Un vecino —intervino Rubeus—. Soy su vecino, vivo cerca y por eso es que pasaba por aquí, me pareció ver a Rei triste, así que me detuve a preguntarle si podía ayudar en algo.

— ¡Así fue! Te lo agradezco, Rubeus. Ya estoy mejor —dije algo nerviosa. Yo no estaba haciendo nada malo, pero me invadió un sentimiento de culpa.

— ¡Gracias, Rubeus! Puedes marcharte ahora, yo me haré cargo de mi novia —dijo Jadeite usando un tono bastante irónico. Me dio la impresión que no creyó nada de lo que Rubeus dijo.

Rubeus me miró de reojo y subió a su moto para alejarse a toda velocidad.

— ¡Qué vecino tan considerado! —exclamó Jadeite con ironía.

Más que amigos (Sailor Moon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora