Más que amigos (Sailor Moon)

Capítulo 20: Secreto

El mes de distancia que Serena pidió, pasó volando. Darien respetuosamente esperó sin molestarla ni una sola vez. El día en que el plazo se cumplió, la llamó a su móvil para coordinar una cita en un lujoso restaurante. Serena estaba nerviosa, sus sentimientos hacia Darien estaban claros, pero lo que sentía por Seiya seguía siendo un misterio, pero no le importó. Seiya había decidido que serían amigos, así que  ya no debía darle vueltas a un asunto que al parecer estaba resuelto. Especialmente ahora que, parecía que Diamante también había desistido luego de aquella golpiza que Seiya le dio en la plaza el día en que intentó besarla.

Seiya dedicaba la mayor parte de su tiempo en ensayar la canción para el festival. Taiki había decidido participar junto a ellos como Three Ligths, luego de enterarse que la beca podía ser aplicada en la carrera que él decidiera.

La relación de Serena y Seiya se mantenía bajo perfil. Es cierto que no volvimos a realizar actividades los tres juntos, pero al menos en el trabajo se mantenía la buena onda y en más de una ocasión nos fuimos juntos a casa los tres. Al menos, eso se sentía como en los viejos tiempos y realmente me hacía sentir más tranquila.

Por mi parte, me quedaba una vez a la semana ayudando a Lita con las cuentas, también comencé a ayudarle en la distribución y la inversión del dinero, incluso logré ayudar con algunos papeleos del negocio. Parecía que poseía un don innato para las cuentas.

Mi abuelo se puso feliz al saber que había decidido mi destino y apenas pude, fui a un instituto para conocer más de la carrera y asegurar mi matricula. Jadeite también estaba contento por mis decisiones, las cosas entre nosotros iban mejor que nunca. Aunque mi abuelo puso el grito en el cielo cuando se enteró que me marcharía a vivir con Jadeite luego de mi graduación. Jadeite lo convenció de que apenas él terminara con sus estudios de Derecho, nos casaríamos. Aquello, me sorprendió, porque fue una propuesta de matrimonio indirecta. Por aquella razón, me mantuve lo más alejada posible de Rubeus, porque pensar en él me hacía daño y peor aún, alborotaba mi perfecta relación con mi perfecto novio.

El día en que Serena debía ir a hablar con Darien, Lita le asignó el día libre. Seiya se veía cabizbajo, así que imaginé que sus sentimientos por Serena lo estaban traicionando.

— ¡Claro que no, Rei! ¡Todo está bien! —aseguró, mientras llevaba una bandeja con trastes sucios a la cocina.

— Pero te veo preocupado, ¿qué ocurre? —insistí, mientras le seguía.

Seiya suspiró al mismo tiempo en que depositaba los trastes en el lavaplatos.

— ¿Hoy verás a Serena? —preguntó.

— No creo, hoy está con Darien.

— Creo que deberías llamarle más tarde —sugirió.

— ¿Por qué? Ella estará en plena reconciliación con su novio. ¿Es eso lo que te preocupa?

—¡Te dije que no es eso! —respondió Seiya con el entrecejo fruncido.

— Entonces, ¿qué es?

— Tal vez ella necesite hablar del asunto.

— ¿Asunto?

— ¡Solo llama a Serena!

— Seiya, ¿qué sabes? —pregunté. Seiya ni siquiera me miró—. ¡Seiya! ¿Hay algo qué quieras contarme?

— De seguro Serena te lo explicará luego.

Tomé a Seiya de la camisa y acerqué mi rostro enfadado a él.

— ¡Habla!

— Darien me contó algo, pero me pidió que lo dejara en secreto hasta que hablara con Serena —confesó.