"Aún recuerdo cuando solía ser... un ser completo Alejandro. Un chico de 15 que carecía de sentido por el bien y el mal por el hecho de tener como excusa poca atención en su hogar.
Manipulando a su antojo, con un coeficiente intelectual tan promedio como su persona. Era un don nadie, ahora es famoso a una manera única y solo podía ser espectador de tan deliciosa experiencia. He estado tan cerca de mostrar mí dicha cada ocasión que lo vi en aquel cuarto.
No fue difícil atraparlo, sus enseñanzas mixtas eran tan básicas que no tuvo resistencias para un teaser. Nadie dijo nada cuanto lo subí a la camioneta. Dije que estaba tan ebrio que no se podía levantar, lo deje en casa donde su madre afirmo verlo en su cuarto. Para después estar muerta sobre su mesa esa noche. La vieja no tuvo valor de educarlo, así que merecía cada agonía con un cuchillo, la piel se desprendió de sus huesos tan fácilmente con la piel tan suave que tenía, funciona mejor en un tapete.
Eso merece bastante merito ni siquiera han hecho un intento por buscarla. Debió ser una señora tan problemática como para que sus vecinos sonrían ante su ausencia. Grito y me maldijo al saber lo ocurrido con su madre, cuando la realidad es que ha sido él quien provoco esto. Su intento de ser superior, su egocentrismo es lo que lo trajo allí, primero lo coloque en aquella mesa amarrándolo bien, desinfecte mis manos y me quite mis anillos. Lo primero que hice fue abrir la piel de sus piernas, exponiendo el músculo, luego continúe con pequeñas perforaciones a su abdomen, cuidando de no dañar un órgano a pesar de dejarlo descubierto, los días pasaron y me emocionaba ver como la naturaleza lucha contra las adversidades, rápidamente los cortes se infectarón drásticamente por la humedad. Sus músculos palidecieron, su piel se tornó amarilla y cada órgano empezaba a dejar de funcionar, tuve que reanimar su corazón un par de veces, admito que me dio asco tocarlo, aquellos puntos amarillos y cada cicatriz olían bastante asquerosos. Me daba asco que no se pudriera más rápido y cada vez que debía entrar a dejar un poco de agua deseaba ver las infecciones sobre su persona, afortunadamente cada vez era satisfactorio ver la sangre cambiar de color, sus órganos corroerse por las bacterias, pero lo que más gozaba era el ver como él podía tomar el vaso con agua con sus brazos que no estaba tan alejado, el agua caía por su tráquea y llegando a su estómago era la primera en apreciar el proceso gástrico. Al tercer día decidí cortar sus parpados, vi como a lo largo del día se resecaban y perdían visión, le saque el ojo izquierdo y coloque un gusano, caminaba tan alegre sobre su cuenta ocular que no me molesto lo fuerte que gritaba Alejandro. Luego ese bichito dejo a sus larvas extenderse y alimentarse de la carne infectada por tantos gérmenes. Cuando note que no había mucho para entretenerme, tome su podrido cadáver y lo metí en el maletín de viaje de su madre, aunque apestaba no dejaba de repetirme lo gracioso que se veía con cada corte infectado sobre su piel, o cuando sus órganos ya solo eran pedazos homogéneos de sangre hedionda. Nunca diré en qué lugar lo deje, quiero que la naturaleza aproveche toda la basura orgánica..."
--Señoría no soy culpable de tal acto al que llama homicidio. Solo quería comprobar que tan podrido e infectado podía estar en cuerpo como lo estaba en alma.
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Extras
RandomMe dije... ¿por qué no? Para todo aquel que quiera algún extra pedirlo sin problemas /u7 Tardo milenios XD