Capítulo 21: Adiós Héctor y Mary

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Hilo rojo del destino

Capítulo 21 – Adiós Héctor y Mary.

Y bueno, se nos une una nueva persona en esta nueva saga, así es, lo estarán viendo más adelante a lo largo del capítulo.

Antes que nada, muchas gracias a todas las personas que me han estado regalando sus comentarios y votos, no saben cómo me motivan a seguir escribiendo, además de seguir publicando muchas más historias de mi pareja favorita de Bleach la cual es IchiRuki, una pareja que el pinshe Tite no quiso hacer Canon, cosa que para todos nosotros viven en nuestras mentes y páncreas.

Así es que sin más palabras y notas de autor sin sentido iremos al capítulo.

—Diálogos—

Narración

:::*:::*:::*:::*::: Cambios de escena

0o0o0o0o0o0o0 Inicio de Flash back

Llamadas, pensamientos o Flash back

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Como cada tercer día el insomnio volvía a él. Ichigo Kurosaki había cambiado un poco desde que Rukia se fue de su vida, vivía en el mismo apartamento, pero ahora se había vuelto mucho más frío, ya que no había tanto rastro de felicidad. Inclusive ni su novia Nel se había quedado a dormir en esa casa, Ichigo sentía que sería una enorme falta de respeto para Nel acostarse en la misma cama, donde le hizo el amor a Rukia tantas ocasiones.

Aunque muy adentro de su ser, no dejaba de pensar en el reencuentro que tuvo ese día con su ex. Simplemente se veía hermosa, ese kimono la hacía lucir tan elegante, prácticamente era toda una princesa de la época Edo. Pero también pensaba en los ojos tristes de Rukia, esos ojos parecía tener una extraña combinación de sentimientos, parecía estar feliz, deprimida, alegre, y triste, lo sé, algo bastante difícil de explicar.

Al igual que su pequeño roce, extrañaba tanto el tocar su piel blanca, al igual que el sentir estremecerla en sus brazos, era una sensación bastante única, solamente lo podía describir en una palabra "pasión", extrañaba tanto tocarla, que de no ser porque ambos estaban en un lugar público, la hubiera hecho suya en ese mismo instante.

Como cada día de pensar en su pelinegra, no podía dormir, deseaba tanto verla, aunque solo fuera unos minutos. Sin pensarlo dos veces se puso de pie, y se puso unos pantalones y una camisa informal. Tomo las llaves de su auto para después salir de su departamento. Como era el mes de septiembre el clima era bastante cálido, así que el sentir la humedad en su cuerpo le molestaba.

No le importaba meterse en problemas con el idiota de Renji, cuando estuviera ahí inventaría cualquier excusa para poder pasar desapercibido, solamente quería ver otra vez esos expresivos ojos violetas, sus amados ojos tristes violetas que tanto esperaba ver desde hace años.

Aún reconocía la dirección de la casa de Rukia, ya que él fue uno de los primeros en conocer esa casa, recuerda que los primeros años de matrimonio de Rukia, siempre iba en compañía de Orihime, sin embargo eso duro poco, ya que ambas mujeres salieron embarazadas, entonces ya cada una no tenía el tiempo suficiente para verse de una forma más seguida.

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Al paso de una hora llego frente a la propiedad de Rukia, en ese momento el noto muy solitario, parecía como si esa casa estuviese desierta. No había luces encendidas, el césped parecía abandonado, es más, para ser casi las doce la noche, no estaba el coche de Renji, eso le pareció bastante extraño. Bajo del auto y al acercarse más a la casa de Rukia, se dio cuenta que estaba en total abandono, los vidrios estaban sucios, la cochera para el auto de Renji estaba lleno de polvo, la hierba se estaba adueñando de jardín, al igual que todo estaba cerrado con candado.

Hilo rojo del destino (IchiRuki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora