Según la leyenda popular japonesa, un hilo rojo une a las personas que están destinadas a estar juntas, pero ¿Qué sucedería si ese hilo rojo no fue tan fuerte?
Abarai Rukia, esposa de un empresario importante, casada por error con un hombre que siem...
Capítulo 13 – viaje a México, nuestra boda (parte 2)
Ya recobrando mi cordura, estamos ya en el penúltimo capítulo de esta saga, aquí de nueva cuenta expreso un poco del IchiRuki en México, aquí no me base en una boda típica rural, si no en una boda elegante, donde las mujeres van vestidas con vestidos lujosos y los hombres van bastante elegantes.
Al principio si tenía pensado hacer una boda rural, (me encanta la tradición del baile del mandilón [los que han ido a una boda mexicana entenderán de que hablo], de cuando lanzan al novio y lo llevan al baño para desvestirlo, el baile donde se pone un billete a los novios y por supuesto, cuando se juega a la viborita), pero como Héctor es importante, mejor la hice una boda de ricos.
Bueno sin más blablá, comencemos.
—Diálogos—
Narración
:::*:::*:::*:::*::: Cambios de escena
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Llamadas, pensamientos o Flash back
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—Estuvo tan hermosa —dijo Rukia mientras miraba la hermosa ciudad de México. —Amé el vestido de Figueroa-san
—Yo amé la parte de los votos —dijo Ran Tao acomodándose sus gafas. —Uryuu ¿Tú los cumplirías?
—Claro que sí amor —dijo Ishida, a pesar de llevar escasos seis días en México ya se había acostumbrado al ambiente.
—Le pregunte a Sánchez-san cuanto costaba su boda —dijo Ichigo mientras seguía el GPS. —Solamente costo 300,000 dólares
—¿Tan económica? —dijo Rukia mostrando su sorpresa. —Nii-sama gasto 200,000 dólares, y solamente fuimos cincuenta personas
—El vestido de Mary-san costo 3,500 dólares —dijo Ran Tao.
—Ese fue el costo de mis zapatos —dijo Rukia aún más sorprendida.
Ichigo recordó que el dinero que le tuvo que dar a Orihime para el kimono fue de 7,000 dólares.
Durante todo el trayecto iban hablando sobre la decoración y la iglesia.
Llegaron al paso de unos diez minutos, al llegar al salón de eventos, si el sonrojo de Rukia era enorme, ahora parecía un tomate. Frente a ellos estaba un salón de eventos extremadamente hermoso, estaba iluminado con luces de colores dorados, había enormes decoraciones con rosas y flores, además de ser extremadamente amplio (y eso que era la entrada).
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