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No, simplemente no estaba bien. Aquella B definitivamente no era de Bakugō Katsuki, después de todo ¿Quién podría gustar de un chico orgulloso, terco, descabellado y que nunca sabes que hará? Todoroki lo sabía... ¡Nadie!

— ¡Quita tu trasero de mi cara! — Grito Bakugō.

— Quita tu cara de mi trasero. — Sentenció Shōto quien escalaba poco a poco la cuerda seguido de Bakugō. — Pudiste esperar a que terminará.

— Así es más rápido, pero contigo es cómo estar con una jodida tortuga. — El rubio se negaba a mirar hacia arriba pues sabía lo único que tendría que ver, era desesperante sin mencionar la frustración de estar tras alguien lento. Por un lado Shōto tenía un gesto de seriedad mientras por dentro ya había matado a su compañero más de tres veces.

Después de unos minutos la actividad se había terminado, para mala suerte de Bakugō habían quedado empate con el equipo de Midoriya.

El primero en bajar de la cuerda fue el rubio quien solo se lanzó al suelo sin miedo alguno, Shōto bajo ya más tranquilo sin importarle estar siendo asesinado por la mirada del oji-rubí.

Bakugō analizó a su compañero contando cada defecto que tenía - hasta los que no - esperando encontrar algo que lo pudiera usar en su contra, no le importo si Shōto sentía como se lo comía con la mirada.

Eso hasta que por una fracción de segundo Bakugō captó algo que lo dejo con una sonrisa en rostro.

— ¡Debes estar jodido! ¿¡Una marc— Bakugō fue callado abruptamente por la mano del heterocromatico en su boca ya que este había bajado de la cuerda.

— Cierra la boca de una buena vez. — Katsuki frunció el entrecejo molesto y Shōto escucho el palpitar de su propio corazón retumbar en su cabeza. Ambos se alejaron al mismo tiempo.

— Yo no andaré por ahí cómo toda una jodida niña contándoles a todos... Pero sea quien sea la persona que tienes grabada sobre tu culo debe de estar tan jodida cómo tú. — Y con eso se fue eliminando así toda burla, cómo si nunca hubiesen hablando, Todoroki se sintió abrumado y confundido.

¿Aquello había sido un rechazo indirecto? ¡Claro que no, porque Shōto nunca se declaró y nunca lo haría con alguien como Bakugō!

Sobó su espalda sin sentir dolor, le preocupaba el hecho de que alguien más se enterará que su cuerpo ya había sido marcado, toda clase de rumores se expandirían por la escuela y ninguna chica lo dejaría en paz.

Por un lugar en su mente y aunque le costará admitirlo agradecía el hecho de que fuera Bakugō quien lo encontrará y nadie más.

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