La mañana de lunes estuvo llena de preguntas para ambos adolescentes, desde que se levantaron hasta que llegaron a la escuela en donde los dos habían llegado al aula al mismo tiempo y sus sentidos dejaron de funcionar uno frente el otro.
Shōto retrocedió automáticamente un paso dándole la ventaja al rubio para que pasase, este arrugó la nariz tratando de actuar normal y paso sin darle las gracias o si quiera hacerle un mal gesto. Cuando Todoroki reaccionó atino a sonrojarse inmediatamente, se dió la vuelta sobre su tobillo para dirigirse al baño, pues no podía dejar que nadie lo viese así.
Sabía que era imposible enamorarse de un día para otro, pero su cuerpo y mitad de su mente le pedían a gritos aparecer las últimas dos letras del nombre del rubio en su espalda baja.
Y estaba más que claro que aquellas letras no iban a aparecer por si solas como las demás. Por más que se masturbarse pensando en su compañero, por más que se imaginaba besando y mordiendo aquellos peligrosos, sucios y carnosos labios, el nombre del rubio no aparecía por completo cosa que le preocupaba a la vez de aliviarle. Después de todo en la otra mitad de su mente todavía estaba que Bakugō era Bakugō, su enemigo de hace tiempo que por cierto era hombre, su padre y por supuesto en una mínima parte estaba Yaoyorozu. El llamaba a esa parte de su mente razonamiento, la cosa que mantenía unido el delgado hilo de cordura y lo devolvía a la realidad, pues de Bakugō no se podía enamorar cualquiera, solo un estúpido y él quería evitarlo.
« Pero mierda, esos malditos ojos salvajes » Pensó Shōto mojando su cara en el lava manos del baño, miró su reflejo y se notó agotado. Imagino que era por todo lo que tenía en mente y no había podido dormir bien el fin de semana, al menos no desde la visita de Bakugō. « Sabe donde vivo » Sonrió inconscientemente, la puerta de un cubículo del sanitario fue abierta y salió un chico devolviéndolo a la tierra, volvió a mojar su rostro.
« Ahora podrá lanzarle huevos a mi casa en Halloween » Busco contras del rubio. «Pero... ¿Cómo se vería Bakugō divirtiéndose? » Se preguntó a él mismo, la parte buena y mala de él comenzaban a pelear buscando pros y contras de aquel rubio, tanto así que pensó en Katsuki mientras regresaba al aula con las mejillas sonrojadas pero igual de serio.
Al entrar al aula todos lo voltearon a ver en silencio.
— La clase empezó hace cinco minutos. — Soltó Aizawa con voz ronca extrañado de la tardanza de Todoroki. — ¿Y por qué traes la cara mojada? Estás goteando.
Varias risas se escucharon en el aula cosa que no le importo mucho. Recorrió con la mirada a todos hasta que su vista se posó sobre los ojos rojizos y salvajes de Bakugō quien estaba recargado y relajado sobre su asiento.
« Maldición, aún desde la entrada del salón puedo ver cómo brillan sus malditos ojos » Desvió la mirada apenado y re-lamió sus labios. — No volverá a pasar.
El profesor solo hizo un gesto con la cabeza para que pasara y este lo acató de inmediato sin mirar de nuevo al rubio.
Bakugō no se burló de él ni lo insulto y cuando tomó asiento su compañera pelinegra no lo saludo, está se encontraba sería y tenía ojeras.
Todoroki sabía que algo iba mal.
Salió corto :( perdón.
Hasta el miércoles, gracias por leer <3
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→ Marca de amor ← [TodoBaku]
FanficCada tatuaje muestra una historia. En este mundo se tatua el nombre de la persona que te gusta automáticamente en tu cuerpo, estés consciente o no de tus sentimientos. ¿Podrán Bakugou y Todoroki asimilar tener el nombre del contrario grabado en su c...