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• Otro punto de vista •

— No... No, muy animada. Muy jóven... — Cada foto que veía era arrojada lejos, Hawks miraba con aburrimiento como su novio descalificaba chicas como posibles prometidas para su hijo menor. —  ¡Esta está muy alta, va a opacar a mi hijo! — El rubio trago pesadamente a medida que Enji se volvía más estricto con la elección.

— ¿Tienen que ser bajita? — Intento recordar la estatura de Bakugō pero solo lograba verse como estúpido haciendo muecas por no poder acordarse de esos mínimos detalles.

— No tanto, tiene que estar... Bien. — Cuando cortaba las oraciones Hawks tragaba pesadamente y contenía la respiración por la severidad y seriedad que tenía el mayor en su rostro mientras analizaba a hermosas candidatas para Shōto.

Se preguntó si así lo había analizado a él cuando la marca de ambos apareció.

— ¿Y si a Shōto no le gusta? — Se atrevió a preguntar, lo peor que Enji podía hacer era el gritarle y negarse a tener sexo.

— No tiene que gustarle, probablemente solo la verá un par de veces cuando vaya a casa... Los matrimonios arreglados solo cubren lo que la gente no quiere que los demás vean. — Hawks bajo los hombros desanimado, se le encogió el corazón y apretó los labios, era justo por lo que pasaban él y Enji.

Al no poder revelar su relación, Enji se había opuesto a deshacer el matrimonio entre él y la mamá de los jóvenes Todoroki pues la prensa se los comería vivos; Y ahora Enji condenaba a su hijo menor a hacer lo mismo sin saber que su primogénito ya tenía a alguien a quien amar abiertamente.

— ¿No crees que deberías ver las cosas desde otro punto de vista? — Murmuro.

— ¿Otro punto de vista? ¿Qué quieres decir? — El rubio se estremecio. Realmente Enji no le ponía atención a lo que decía, solo fingía escucharlo como siempre, pero a pesar de todo lo amaba. Lo malo de una marca es que te hace amar a alguien aún con sus profundos defectos.

— ¿Qué tal si tu hijo ya está enamorado? — La hoja en la mano de Enji la cual era la información de una chica casí perfecta fue arrugada al escuchar aquello. El mayor chasqueo la lengua y arrojo la bola de papel junto con las demás.

— Eso es imposible, el no tiene tiempo para ese tipo de cosas así que yo le haré el favor de escoger una digna prometida, le ahorro la molestia de buscarla. — Ignoro la preocupación del menor quien comenzaba a irritarse, no le agradaba a ninguno de los hijos de Enji pero ahí estaba él, buscando la manera de ayudar a Shōto.

— ¿Qué tal si le gustan los hombres igual que a ti? — Enji tiró los papeles restantes de su escritorio y se levantó de golpe, Hawks solo sonreía desafiante. — ¿Dije algo malo?

— No me gustan los hombres y a mi hijo tampoco. — Cada palabra atravesaba el corazón del rubio, con las uñas bien clavadas en las palmas de sus manos se levantó de la silla frente al escritorio de su novio y le saco la lengua.

— Entiendo que busques lo mejor para tu hijo, que tenga un futuro y que no le falte una familia... Pero eso es algo que debería de planear él, su futuro empleo, su casa... Su pareja. — Suspiro y paso una mano por su cabello tratando de sonreír más no podía evitar sentirse avergonzado. — Te dejo trabajar, adiós.

Enji vio a su compañero salir de su oficina, sabía que iría a su escritorio a comer pollo para desahogarse por haberse metido en asuntos familiares, una de las reglas entre ellos era evitar cualquier cosa familiar, pero ahora las palabras de Hawks habían tenido impacto en él.

¿Y si su hijo ya amaba a alguien? Escogería tres opciones pero antes intentaría tener una charla seria con Shōto y asegurarse que no hubiera ningún estorbo para el futuro de su hijo menor y la reputación de su familia.

• EDITADO •