¿Qué? ¿Por qué? ¡No! Él nunca había tenido un ataque, no los tenía hace mucho tiempo. ¿Cómo pasó? Él esta lastimado, no puede hacerse más daño. He visto cuando le dan ataques, no solo cuando fuimos al Capitolio, cuando estaba ida hace muchos meses, a veces lo escuchaba; lo escuchaba gritar, escuchaba sus llantos, escuchaba cosas cuando se rompían o se caían. ¿Por qué no lo había escuchado ahora? Nunca tengo el sueño pesado, nunca, siempre tengo pesadillas, hoy fue la excepción. Aunque no tenga pesadillas y pueda disfrutar de una noche sin sueños, siempre soy sensible cuando duermo. No puedo evitar ver las Primroses que Peeta planto el día que lo vi. Aunque ya sé que estuvo en el distrito mucho tiempo antes de que apareciera en mi casa.
FLASHBACK
No sé qué hacer. Me comporto como una inútil, no puedo hacer nada. Si me muevo, algo me afecta. Ya sea los recuerdos de los juegos, el Capitolio, la muerte de mi padre, la muerte de Prim, la partida de mi madre o la partida de Gale. Es posible que no pueda superar esto, pero no entiendo por qué. La única persona que puede ayudarme es Peeta, pero él no está aquí y no sé si volverá, pero no importa, si vuelve, no será el mismo. Sae me contó que quizás volvió al distrito, aunque ya sé que no es cierto, eso solo lo dice para que cambie de ánimo. Sin embargo, cuando ella se va, escucho gritos en la casa de Peeta. ¿Qué pasa? Camino hasta la ventana y lo veo, veo a Peeta. Pero sé que no es él, tiene sus pupilas dilatadas, está teniendo un ataque. Se está agarrando la cabeza fuerte, muy fuerte, noto que tiene los nudillos blancos, y tiene una expresión de dolor en el rostro; intenta controlarse. Me alegra saber que está aquí, pero me angustia verlo así. No puedo hacer nada para ayudarlo, ya que el Capitolio le hizo creer que yo era el enemigo, y seguramente cuando lo vea, él intentara matarme, como cuando intento hacerlo en el Distrito 13 la primera vez que lo vi. En vez de eso solo lo observo, a pesar de que no es él, sé que una parte del antiguo Peeta sigue estando ahí, intentando salir. Sé que la parte antigua de él intenta salir y vencer al muto interior. Lo veo romper platos y jarrones, voltear muebles, hacerse daño a sí mismo y llorar, sobretodo llorar y gritar. No sé en qué momento empecé a gritar yo también, a romper cosas y a llorar. No sé qué tanto lo hice, pero parece que fuerte, ya que Peeta ha parado y me está mirando fijamente, mientras yo sigo rompiendo todo lo que está en mi camino. Él no hace más que mirarme mientras tengo un “ataque de locura”. Me alegra saber que puede parar y mirarme, pero me enfurece ser yo la que no puede parar. Sé que no va a venir, ya que podría agarrarle otro ataque si me ve así: con las manos ensangrentadas, toda desaliñada y de seguro debo de tener una mirada de lunática.
Cuando me despierto es de mañana y todo está hecho un desastre, recojo todo lo que soy capaz y me siento para mirar el fuego y la pila de cartas que se amontonan más y más.
FIN DEL FLASHBACK
Haymitch me mira expectante.
— ¿Katniss? ¡Responde mujer! ¡No te quedes con esa cara!
— ¿Dónde está él ahora? —le digo.
—Está en su casa ¿por qué preguntas?
No soy consciente de lo que hago, y me encierro de nuevo en mi casa. Escucho a Haymitch a través de la puerta, pero no me importa. Voy hasta mi ventana y lo veo, está sentado en un rincón gritando y llorando. La verdad es que ir al bosque no me sirvió de mucho, solo mantuve la mente despejada y ocupada, pero nada más; la Katniss enojada, por todo lo que tuvo que pasar, sigue ahí, y por esta vez tengo que dejarla salir.
PEETA POV
Katniss te está usando Peeta no, ¡no lo está!Katniss mato a toda tu familia no, ella no hizo eso, nunca lo haríaKatniss te quito todo lo que tenías ¡Basta! ¡Cállate!Sabes que lo hizo, no lo quieres admitir ¡Cállate de una maldita vez!
Si una lucha con alguien es difícil, una lucha con alguien inexistente es aún peor. Me fui a mi usual rincón, a donde siempre voy cuando tengo algún ataque, para así poder gritar, llorar, o hacer lo que sea. Es obvio que Haymitch se enteró, pero no sé si Katniss lo sabe. Katniss intenta asesinarte, no confíes en ella Peeta. Sacudo mi cabeza, intentando alejar ese maldito y falso pensamiento de mi “no yo” y comienzo a gritar de nuevo, también suelto un par de lágrimas. Estaba a punto de levantarme romper algo más, cuando un grito de la casa de Katniss me paraliza. Me incorporo con dificultad y la veo, la veo del mismo modo cuando llegue al 12, claro que ella me vio un par de días después. La veo gritar, llorar, romper todo a su paso, sangrar. No es su sangre Peeta, de seguro tiene a alguien adentro. ¡Cállate maldito! ¿Sabes qué? ¡Tú eres el maldito muto asqueroso! ¡Eres tú! ¡Usas a Katniss para encubrirte! En ese instante paro de llorar, paro de hacer todo y me quedo parado, donde estaba, solo observando a Katniss. ¿Por qué se habrá puesto así? No puedo ir con ella, pero me gustaría, se está haciendo mucho daño, la sangre le empapa sus manos y parte del rostro. En ese momento me acuerdo de mi brazo, lo veo y me alivio, no parece haber sufrido ningún daño, ni siquiera me duele, aunque no puedo decir lo mismo de mis manos. Me vuelvo a sentar y me dedico a observar a Katniss. Está haciendo mucho escándalo. ¿Se habrá puesto así por mí?
— ¡Katniss! ¡Abre la maldita puerta! —oigo decir a Haymitch. Me paro sigilosamente y voy a mi cuarto, desde ahí puedo ver un poco mejor.
Haymitch aporrea la puerta y Katniss hace un escándalo adentro. No puedo soportarlo más y abro la puerta principal. Haymitch voltea y me mira atónito.
—Peeta, que ni se te ocurra…—no oigo el resto y voy hasta la puerta trasera de la casa de Katniss, al parecer Haymitch olvido eso y me sigue.
La puerta de adelante estaba asegurada, ésta en cambio, no lo está. Abro la puerta de un empujón y entro con Haymitch siguiéndome, al parecer no le interesa como estoy yo ahora. Katniss está en la cocina, rompiéndolo todo: platos, vasos, alacenas ¿desde cuándo es tan fuerte? Eso no importa ahora y me lanzo contra ella, evitando que se corte con los vidrios desperdigados en la encimera y en el suelo.
— ¡Suéltame! ¡Déjame en paz! —dice, pero yo no la escucho y la cargo a su habitación, mientras ella se retuerce en mis brazos. Haymitch intenta seguirnos, pero yo niego con la cabeza.
Entramos al cuarto de Katniss, la única parte de la casa que esta ordenada, y la hago sentarse en su cama.
— ¡¿Por qué no me dejas en paz?! Por favor. —Me dice en tono de súplica.
— ¿Qué te pasa Katniss? Todos te queremos ayudar, pero no entiendo porque te comportas así. —Le digo intentando calmarla.
— ¿Qué te pasó a ti? Tú estabas bien y de la nada te agarra un ataque. —Me dice en un tono más calmado.
—No lo sé. Sabes que yo no los controlo.
—Está bien—me dice, estaba a punto de irme, pero su voz me detiene—. ¿Peeta?
—Duerme, debes de estar cansada—le digo acariciándole el cabello con la mano izquierda—. Dejaré que duermas.
—Pero… ¿te quedarías conmigo? —Me dice, yo la miro con desconfianza— Por favor. Después dejaré que te vallas.
—Está bien. —Le digo, arropándola en su cama y metiéndome con ella.
—Gracias. —Me dice antes de caer dormida.
No quiero quedarme mucho tiempo, ya que mi muto interior puede volver a aparecer. Pero verla dormir, me tranquiliza, la observo con mucho detenimiento mientras veo su pecho subir y bajar acompasadamente. Veo como se forma una sonrisa en su rostro mientras sueña, antes de quedarme dormido, junto a ella.
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Hola!
Tuve tiempo de subir el capitulo 9 antes, y no prometo nada pero voy a ver si puedo subir el capitulo 10 mañana. Espero que les haya gustado, no se olviden de comentar.
Besos <3
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¿Solo amigos? Yo no lo creo.
FanfictionDespués de la rebelión, las vidas de las personas de Panem quedaron destrozadas. Pero lo que a algunos los mantiene cuerdos es saber que los amantes trágicos todavía se aman. Pero, ¿es así realmente? Tal vez sea así, aunque ellos lo nieguen y digan...