CAPÍTULO 12: ¿EN SERIO? ¿QUIÉN SIGUE? (PARTE 3)

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Me llamo Katniss Everdeen. ¿Por qué no estoy dormida? Debería estar dormida. Sería mejor para todos que estuviera dormida.

"Creo que yo no grito, ni me muevo, ni nada. Simplemente me despierto paralizado de terror" Si, claro. Si no te mueves, ni nada, déjame dormir. Me desperté hace como diez minutos. Los diez minutos más largos de mi vida. Él sabe de qué si me despiertan sin razón alguna, estoy de mal humor —para variar—. Al menos en una cosa sí tienes razón: No gritas.

—Peeta, despierta —le digo, no sé cuántas veces se lo he dicho (perdí la cuenta cuándo llevaba más de quince), pero él solo se limita a darse la vuelta y seguir murmurando cosas ininteligibles. Quién sabe si ha estado así durante toda la noche.

Suspiro cansada y recuerdo algo que le afecta. Me incorporo de la cama y camino hacia el baño. Prendo la luz, la cual me ciega por unos segundos y estoy lista. Camino a la habitación de nuevo y prendo la luz, la cual no me afecta aquí, aunque sí a Peeta, me acerco a la cama. Hace una mueca y se tapa la cara con la almohada, al parecer, se olvidó de su sueño.

—Peeta —le digo, mientras muevo su hombro. Él parece reaccionar a mi tacto, porque levanta un poco la almohada para verme con sus ojos azules entrecerrados por la luz, noto otro sentimiento en sus ojos que no puedo reconocer qué es—. Al fin despiertas.

Técnicamente no puede enojarse conmigo por despertarlo así, a esta hora se despierta para ir a la panadería y, por alguna extraña razón, hoy no lo ha hecho. Además que el frío de invierno no ayuda a salir de la cama. Digamos que me estoy congelando los pies de lo frío que está el suelo.

Me iría a cazar, pero casi siempre me va mal en estas épocas. Además, estoy cansada. Puede que vaya al Quemador más tarde, pero eso es todo. Ahora voy a dormir.

Me dejo caer sobre la cama, estampo, literalmente, la cabeza en la almohada, me tapo con las sabanas y cierro los ojos.

—Apaga la luz cuando te vayas, Peeta —le digo brusca. Sigo de mal humor.

Siento que se incorpora, pero no sale de la cama.

— ¿Katniss? ¿Me recuerdas? —Dice. ¿Qué? Abro los ojos y lo miro con duda, el mal humor se esfuma de mí. Peeta me mira con confusión y algo más ¿esperanza? "Mis pesadillas son sobre perderte" eso me dijo una vez.

—Claro que te recuerdo Peeta, ¿cómo podría olvidarte? —Le digo. Él parece confundido— Peeta, estabas soñando —digo mientras me siento—. Era un sueño solamente.

El alivio cruza su rostro y me abraza. Tardo unos segundos, pero yo también lo hago. No sé cuánto tiempo estuvimos así, pero estuvimos lo suficiente como para que me duelan los brazos. Intenté soltarme despacio y él descubrió mis intenciones, por lo cual me suelta.

— ¿Quieres hablar de eso? —Le pregunto, como respuesta niega con la cabeza.

— ¿Te desperté? —Me pregunta.

—No importa —Sí. Claro que importa. Mucho. Muchísimo. Pero me lo guardo. Si se lo digo empezaría a culparse. Y no quiero que lo haga.

Nos quedamos en un silencio algo incómodo por unos segundos. Después se levanta y se va a la panadería.

Cuando escucho la puerta cerrarse, me acuesto de nuevo y me duermo al instante.

***

Me despierto y veo la hora 10:00. No es tan tarde. Bueno, quizá un poco, pero no tanto. Me levanto y salgo de la habitación, escaleras abajo. Encuentro unas tostadas con chocolate caliente en la mesa de la cocina y sonrío involuntariamente, me acerco y empiezo a comer. Cuando termino, subo a la habitación y saco algo de ropa. Me voy al baño y tomo una ducha de cinco minutos, salgo y me cambio a unos pantalones azules, una camiseta, un abrigo negro y unas botas del mismo color. Bajo las escaleras y tomo algo de dinero. En unos cuantos días, es navidad, así que salgo de la casa y me dirijo al Quemador por el camino nevado.

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⏰ Última actualización: Mar 25, 2019 ⏰

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