Ella no está asustada
Ella ha cambiado
Ella es muy fuerte
Hogwarts entero murmuraba eso al ver pasar a Hermione Griffin, y no es para menos porque al ver pasar, con su porte, con su mirada, tan impecable y perfecta. Hermione más allá de la máscara que había hecho estaba muy vulnerable, débil y sin ganas de nada realmente, había bajado de peso al estar deprimida durante una semana o tal vez más... de la cual solo Draco estaba enterado y aunque intentará subirle el ánimo duraba escasos minuto o solamente esa noche.
La pobre chica de cabellos dorados como los rayos del sol estaba aprendiendo a sobrevivir, tenía el apoyo de su mejor amigo, su hermano de toda la vida, pero eso no era suficiente para pegar todos sus pedacitos de corazón, ahora tenía un nuevo amigo que la apoyaba y la protegía con su vida ¿Era eso suficiente para llenar ese vacío? Es que para la brillante mente de Hermione no tenía sentido la razón por la cual su vida había cambiado tanto solo por el hecho que ahora era una sangre pura y no cualquiera, aunque por el hecho de que no pertenecía a una familia seguidora de Voldemort era quitarse un peso de encima aún tenía el miedo de que intenten reclutarla de esa manera solo tendría una opción, opción que odiaba con su alma entera.
Draco era consciente de todos los demonios que estaba pasando su amiga, aunque no pudiera evitar que esto sucediese al menos hacía que durmiera bien, aunque sabía que a la mañana volvería a aparecer su peores temores. Ya era una rutina levantarse en mitad de la noche para encontrar a Hermione merodeando por la pequeña sala que compartían, así es como cada noche le ayudaba a descansar, su sentimiento protector le impulsaba a querer acompañarla toda la noche, pero Hermione nunca lo permitiría, al menos eso pensaba, si fuera el caso que ella aceptara es porque ella estaría muy vulnerable.
Así que a solo dos días del cumpleaños de la castaña Draco se levantó como cada noche, su sorpresa fue no encontrar a la pequeña ojiazul en la sala, pero no pasó desapercibido para el oído Draco los casi imperceptibles sollozos que parecían salir del cuarto de Hermione, entonces el bajo las escaleras de su habitación para cruzarse a la de ella, cuando estuvo frente a su puerta que se encontraba entreabierta y sin previo aviso entró para encontrar a la dulce chica de espaldas tapándose el rostro con su almohada en su intento de que Draco no escuchara su llanto, el rubio al verla se le rompió el corazón así que no dudo cercarse abrazarla por la espalda.
-Draco...- La voz de Hermione sonó quebrada y al mismo tiempo sorprendida, además Draco no pasó desapercibido el hecho de que se sobresaltó al sentir sus brazos rodeándola.
-Espero que no hayas pensado que alguien más vendría.- Draco susurro esto en su oído.
-No claro que no.- Hermione apenas podía hablar, agachó la mirada.- Solo que pensé que no me escucharías, bueno al menos eso esperaba.-
-Soy un caballero de armadura negra Hermione, que siempre intentará protegerte incluso de ti misma, de tu mente que es tan brillante como peligrosa, te autodestruye.-
-Es que es mucho...y no sé cómo sobrellevarlo.-
-Lo sé princesa, lo entiendo, pero no sientas lastima por ti misma, tú no has hecho nada malo, tu solo fuiste un ángel que cayó en el momento y lugar equivocado.-
-Soy débil...-
-Claro que no.-
-No era una pregunta Draco.-
-Hermione Griffin, estás diciendo que la fiel amiga de Potter que se ha metido en cada uno de su líos, que me hizo que mi nariz sangrara, gracias a ti el bobo de Weasley y Potter siguen vivos, eres la chica más valiente de todo Hogwarts, no por nada vienes de Gryffindor.-
ESTÁS LEYENDO
Nueva hermione
FanfictionNi ella ni el se imaginaban todo lo que podía pasar, un descuido, una carta; todo sucede en un día cualquiera. Un caso resuelto, el trio de oro incompleto, no Gryffindor, ni Ravenclaw, tampoco Hufflepuff. Una serpiente aristócrata y una rata de bibl...