A la mañana Draco se levantó ansioso, no era el único, casi todo Hogwarts estaba en la misma situación, los mismos Gryffindor se sentían nerviosos, porque por muy valientes que sean lo que iba a pasar era casi una declaración y por ende un muy posible rechazo.
Draco tratando de quitarse ese nerviosismo se fue a darse un duchazo y se cambió rápidamente y salió dirigiéndose a la habitación de Hermione para ir juntos, pero vio que estaba sentada en la pequeña sala con un libro.
A los ojos de Draco, Hermione era el ser más perfecto que existía, no solo era su belleza que de por sí ya era despampanante, él pensó así inclusive antes que se transforme, solo que no podía admitirlo y trató de esconderlo y negárselo a sí mismo, Hermione le transmitía la paz que toda su vida había deseado, para él aquella chica era lo más puro que había visto, un corazón más valioso que el oro y los diamantes, con su estilo tan sencillo, con su facilidad para perdonar, siempre preocupándose por todo y por todos, tenía una personalidad muy admirable. Para Draco, Hermione era un ángel que él no merecía, pero quería ser egoísta, quería ser feliz y el sentía que Hermione cumplía con todos los requisitos para llegar a esa felicidad, de una manera que no se acuerda si alguna vez lo llego a sentir. Draco no estaba seguro de los sentimientos de ella hacia él, pero no perdía las esperanzas de que, aunque sea sintiera la mitad de lo que siente él.
Draco sin poder evitarlo empezó a sonreír de manera tonta en lo que miraba a Hermione, ella al percatarse de la mirada del rubio volteo a mirarlo y le contesto la sonrisa con otra.
-Buenos días, Draco. – Hermione había dejado su libro a un costado para fijar su mirada en él. - ¿Has descansado bien?
Draco lo primero que pensó fue la mala noche que había tenido pensando en la dichosa lista. -De maravilla, casi como un bebé. – Mintió. - ¿Tu descansaste? –
-Algo, aunque tenía muchas cosas en la cabeza. –
-Deberías dejar de pensar...tanto –
-Lo sé, pero créeme es imposible para mí. –
-Te creo. -Draco se acercó a Hermione y entrelazo su brazo con el de ella. – Vamos al comedor que ya me dio hambre. –
Hermione y Draco se encaminaron así al comedor, ya a nadie se les hacía raro verlos caminar juntos agarrados del brazo, pero eso no significaba que dejaran de secretearse al verlos pasar, porque Hogwarts se habían partido en dos bandas, los que creían que se veían muy bien juntos y que eran la pareja perfecta, y la otra que pensaban que era antinatural que años odiándose y luego se olviden y se quieran.
Tanto Hermione como Draco eran conscientes de esto, pero hacían de oídos sordos porque sabían bien que hagan lo que hagan siempre iba a ser juzgados. Así es como se encaminaron al comedor como siempre, sus amigos aún no habían llegado así que se dispusieron a comer en silencio hasta que a lo lejos se veían dos chicos agotar la paciencia a una chica de cabellos negros.
-Ustedes realmente no aprecian su vida. - Bromeó Hermione cuando ya tenía a Blaise y Theo cerca.
-Si la valoramos, pero creemos la vida se vive una vez y lo más valioso son los recuerdos. – Habló Blaise. – De esta manera demostramos lo importante que eres en nuestra vida Pansy. –
-Qué bueno que me quieran tanto. - Hablo Pansy con falsa dulzura en su voz y una sonrisa fingida que heló a los chicos. - Yo lo demuestro a golpes...-
-Tranquila Pansy, solo estábamos bromeando. – Intervino Theo.
-Yo no. –
-Relájate Pansy y come que se nos hace tarde para la clase. - Intervino Hermione guiñándole el ojo a los chicos a lo que Pansy solo suspiró.
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Nueva hermione
Fiksi PenggemarNi ella ni el se imaginaban todo lo que podía pasar, un descuido, una carta; todo sucede en un día cualquiera. Un caso resuelto, el trio de oro incompleto, no Gryffindor, ni Ravenclaw, tampoco Hufflepuff. Una serpiente aristócrata y una rata de bibl...