Para muchos es un evento muy esperado, para otros es simplemente el cierre de un ciclo y para ellos, es una fecha que quedó marcada para siempre.
Los sobrevivientes del Club de los Ocho llegan a su última semana de Preparatoria. Después de haber pas...
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Narrado por Cameron
La escena que atravesaba el momento era demasiado grotesca para digerirla rápidamente.
Nos sacaron en seguida del museo mientras la policía intentaba descubrir una pista sobre lo que había sucedido. Todos estábamos anonadados; Danny, Caroline y Violet subieron a una de las patrullas y los observamos alejarse.
— Cameron, debemos irnos.
Salí de mi estado de trance asintiendo mientras me acercaba hacia el coche de Tiffany. Adentro se encontraban Amber, Lizeth y Alex. Al subir noté que todos clavaron la mirada en mí.
— ¿Qué pasa? —pregunté para que alguien me explicara lo que sucedía.
— No es nada Cam. Es solo que te quedaste muy en shock al ver esa imagen allá dentro.
— Sabemos lo que Stefan era para ti. Eran la triada andante —intervino Alex mientras encendía el coche.
— Solo llévenme a casa por favor. Me gustaría estar solo.
Alex asintió y comenzamos el camino de regreso.
La triada andante. Buen nombre nos habían puesto a Chistopher, a Stefan y a mí. Siempre nos la pasábamos juntos de un lado a otro y aun así nunca nos dimos cuenta de lo que pasaba con Christopher.
Quedé ahogada en mis pensamientos hasta que Lizeth llamó mi atención indicándome que ya estábamos fuera de mi casa.
— Oh. Gracias chicos.
— No puedes quedarte solo, así que iré contigo un rato —habla Lizeth volteando a ver a todos esperando su aprobación.
— Sí Cam, es mejor que estés acompañado por lo mientras.
— Está bien. Vamos Lizeth.
Bajamos de automóvil y nos despedimos de los demás diciéndoles que los veríamos mañana.
Caminamos sobre el camino que está en la entrada de mi casa. Lizeth no habla nada y eso me hace sentir incómodo.
— De verdad no es necesario que te quedes.
— No pasa nada Cam. Quiero estar aquí.
— Está bien, gracias.
Continuamos caminando hasta que nos detenemos en la entrada. Le pregunto si le molestaría quedarse afuera sentados en el sillón columpio, y responde que donde me encuentre yo cómodo estará bien.
