Capítulo 17: El Atajo

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Narrado por Dylan

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Narrado por Dylan

—¿Todo bien? —pregunté una vez que Danny colgó el teléfono.

—No sé, es raro.

—¿Por qué es raro?

—Porque es volver a vivir lo mismo, ¿sabes? Pensé que ya esto iba a quedar atrás, pero nuevamente se está repitiendo.

—Cuando nos conocimos y me contaste lo complicada que era tu vida siempre pensé que un día llegaría este momento. Y por más difícil que se vuelva todo no te pienso dejar, vamos a salir de todo este caos.

—Eres el mejor Dylan.

Sonreí porque él ya estaba sonriendo. De alguna manera lo había sacado de su mundo decaído.

Continué manejando hasta que nos detuvimos en un suburbio por el que estábamos de paso. Le dije a Danny que descansáramos un poco, porque de todos modos llegaríamos a Stewartville en la noche.

—Vamos a comer algo y ya seguimos nuestro camino.

—Pero te toca descansar, esta vez yo me voy al volante, ¿vale?

—Está bien Danny.

Aparcamos en el parque centran del Domsville y nos bajamos del auto. Comenzamos a buscar un restaurante para poder comer algo, pero no había nada cerca por lo que decidimos preguntar a las personas que estaban alrededor. Nos indicaron que el restaurante estaba sobre una calle, así que caminamos hacia ella y al entrar ubicamos el lugar.

Cruzamos la puerta del restaurante y no había tanta gente cómo pensábamos que habría. Tomamos un lugar cerca de la ventana y en seguida una chica se acercó a nosotros para que le pidiéramos la orden.

Ambos pedimos un desayuno sencillo en cual incluía un omelette con una taza de café y un vaso de jugo. Solo queríamos algo que nos detuviera el hambre hasta que ya llegáramos a casa.

—¿Ya te encuentras mejor? —pregunté porque comenzaba a verlo otra vez pensativo y una vez que entraba en ese modo evadía muchas cosas.

—Estoy preocupado por Natalie. No sé qué pensar al respecto, puede que ya esté... —se le quebró la voz justo en el momento en el que iba a decir muerta. Porque eso era lo que quería decir, solo que no lo quería aceptar. No estaba preparado para decir que su prima estaba muerta.

—Danny... —lo tomé de las manos para hacer que se tranquilizara— Sé que estás nervioso, sé que sientes que el mundo se viene abajo nuevamente, sé que te sientes asustado, pero no estás solo. Dime las cosas para poder ayudarte porque me siento inútil al ver cómo tú solo te carcomes y entras en el limbo en el que estabas cuando te conocí.

—Es que Dylan... No quiero que cargues con cosas que debo enfrentar solo. Solo te pido que me tengas paciencia, ¿puedes?

—Lo hago, créeme que soy paciente contigo.

Graduación Sangrienta (Libro II) |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora