CAPÍTULO VI
Mirándome directamente a los ojos me beso, un beso caliente con varias promesas se fundían en mi boca dejándome completamente en blanco, nada en comparación con los dulces besos de mi amado, estos eran ardientes, carnales.
-Te necesito -su voz salió ronca, salvaje llena de ansia
-Estoy cansada...yo, no puedo…
Sus labios callaron mis protestas mientras me extendía en la fresca y suave cama y comenzaba a tocar mi cuerpo, besando cada rastro de piel, el calor recorrió cada milímetro de mi hasta llegar a esos pensamientos racionales que me exigían que parara, en un instante los incineró y con ellos mi voluntad se fue como cenizas en el aire.
Fuí consciente de cada momento, cada caricia repartida en mi cuerpo, fui testigo de cómo mi piel se erizaba y de como corrientes de placer se presentaban en mi, tal vez era producto de los calmantes que tome en él vuelo, si debe ser eso.
Pasamos dos semanas aislados del mundo entero, él se refugiaba en la lectura cuando no salíamos a recorrer la playa y yo… yo hacía pedazos mi cerebro y corazón. Algo me quedaba claro, mi cuerpo era un maldito traicionero que se derretía y acepta las caricias y promesas de este hombre. Y mi corazón me dejaba claro que solamente sería de un hombre. Poco a poco entendí que no sería tan difícil convivir con él, me daba mi espacio y cuando me encontraba en un mar de llanto me acunaba entre sus brazos hasta que la pesadez de mis ojos me ganaba, dormía escuchando sus palabras de aliento.
Cada tercer día mandaba un correo a mis padres para darles noticias de como iba todo, una breve reseña y las evidencias hechas en fotografías de los lugares que visitamos o de las comidas deliciosas que encontrábamos. terminaba mi reseña con un...
¡Tienen que visitar este lugar!
En la primera semana hicimos él amor en cuatro ocasiones y cada una fue diferente, una más intensa que la anterior. Nunca imagine todo el placer que explotaba dentro de mi con solo cambiar de posición o con solo acariciar ciertas partes de mi cuerpo, la idea de que me gustase más de lo que quería aceptar me hacía volver a mi caparazón y buscar excusas para no estar con él, en mi interior rogaba que no insistiera, que no me acariciara con la mirada mientras me vestía con la pijama, porque segura estaba que si insistía un poco más yo cedería ante mis instintos.
En la segunda semana mi humor empeoró, Stefan se la pasaba leyendo o viendo películas, por la noche no me devoraba con la mirada y eso que me lucía en que mi pijama fuera más corta y sexy, tenía ganas de el. Me di cuenta que sus besos y caricias me hacía escapar un poco de mi realidad y me podía reencontrar con la Irina que fui hace unos meses atrás.
Era un martes por la noche y ya tenía la ansiedad hasta el tope, mi cuerpo necesitaba de eso que él me proporcionaba, no sé cómo explicar esa sensación de poder que me daba, una escuincla de 17 años dominaba y llenaba de satisfacción hasta volverlo loco a un hombre ocho años mayor.
Recordar esos momentos de éxtasis me ponía mal, invocar aquellos momentos en donde gruñía, y me decía cosas sucias al oído, cuando él hombre se convertía en bestia y narraba las formas infinitas de devorar a su presa, nada en comparación con él dulce y tierno que solo me llenaba de besos y frases hermosas y sostenía mi mirada mientras nos volvíamos uno mismo, tomaba mis manos para subir a la vía láctea, ni que decir del pequeño beso matutino perezoso que provocó un aumento de temperatura obligandonos a deshacernos de nuestra ropa.
Necesitaba un baño con agua fría para alejar todos esos pensamientos de mi mente, pero por más que lo intentaba detalles se instalan con rapidez, la última vez fue algo rápido pero intenso en la regadera, Estefan manipulaba la regadera de mano con eficiencia en círculos sobre mis pezones sensibles, con su mano libre acariciaba sin contemplación mi clítoris, grite cuando el orgasmo llegó y él muy sinvergüenza aprovechó para pegarme al frío azulejo y embestirme sin piedad provocando el orgasmo más intenso que había experimentado para después seguirme y susurrar eróticamente mi nombre en mi oído. Medio las gracias y me ayudó a ducharme con un relajante masaje para después llevarme en brazos hasta la cama y arroparme, dormí como bebé.
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Infidelidad
ChickLitIrina una hermosa mujer exitosa con una carrera prometedora se casa con... con la esperanza de ser feliz y terminar con los problemas financieros de su familia. Cuando pierdes al único amor de tu vida, no importa con quien la compartes. Decidi...