Angel © |afi|

♡ 21 ♡

Cuando Ashton logró guardar sus últimas cosas en la caja, suspiró. Se reposó contra el armario de la ropa y observó la habitación. Todo estaba ordenado, a excepción de que su ropa y pertenencias importantes que se encontraban empacadas y listar en sus maletas para irse de aquel lugar.

El joven lo había debatido durante toda la noche, luego de que la cerveza dejara en claro lo sucedido con Peyton. Ashton se sentía destruido, pues su amor no había sido correspondido, y a pesar de saber que era lo mejor para todos, no podía soportar el dolor que sentía, por lo que había decidido comprar un boleto para partir hacia un lugar donde nadie supiese de él, donde comenzaría una nueva vida, donde intentaría olvidar a Peyton.

El hombre observó su celular y suspiró, tomó sus maletas y bajó hasta la entrada. La casa se veía igual que el día que había llegado, pensaba que tal vez regresaría alguna vez para visitar a su familia, pero para entonces sus sentimientos debían haberse ido.

Observó la foto que tenía entre sus manos y suspiró.

— ¿Por qué la vida debe ser así? —La sonrisa de Peyton se veía tan sincera en aquella imagen, además de lucir como un ángel, según el fotógrafo.

El timbre sonó y el joven guardó la fotografía en su bolsillo para luego abrir la puerta. Sus ojos brillaron al ver a la menor en la entrada, Peyton se encontraba parada en el umbral de la puerta, observando al mayor con un brillo en sus ojos. Sin decir una palabra, la joven no perdió más tiempo y se lanzó a sus brazos, uniendo sus labios en lo que fue, un sorpresivo beso para Ashton.

El fotógrafo no entendía lo que estaba sucediendo, tomó las mejillas de la menor y la alejó lentamente, quedando cara a cara, observando los ojos del otro.

—Yo también siento eso por ti, Ashton. —El hombre no daba crédito a lo que estaba escuchando. —Perdóname por ser una idiota, tenía miedo, pero sé que tú me cuidarás, e ayudaras a seguir adelante, porque me amas... Como yo a ti. —Una sonrisa llena de alegría y emoción se formó en los labios del mayor, su corazón palpitaba con tanta fuerza.

La joven observó a su lado, sus maletas y escuchó una bocina en la entrada, ambos observaron el taxi que esperaba al joven. La mirada de Peyton fue directamente a los ojos del mayor, no podía creerlo, Ashton estaba por irse.

—No... —Ella comenzó a negar. —Te... Iras. —Sus ojos rápidamente se llenaron de lágrimas.

—Compré un boleto para irme, no podía quedarme sabiendo que no podríamos estar juntos. Ya no quería seguir dañándote y creí que lo mejor era olvidarte. —El joven la abrazo con fuerza, calmando los sollozos de la menor. —Pero... Ahora que sé que tu sientes lo mismo por mí, sería estúpido irme, Peyton. —La joven lo observó entre sus lágrimas y ambos sonrieron con ternura. —No me iré a ningún lado, estaré siempre contigo, ángel.

Ambos se fundieron en los brazos del otro, sintiendo su calor y sus corazones latir a mil por hora. El joven la hizo girar por los aires mientras reían de la felicidad que sentían. La bocina del taxista volvió a sonar y ambos lo observaron.

— ¡Aquí no es! —Habló la menor al hombre del auto. Éste la miró con mala cara y simplemente se fue refunfuñando y maldiciendo por la espera. Ashton la observaba con una sonrisa tan tranquila. —¿Qué? —Ella río.

—Te amo, ángel. —La menor sintió derretirse por las palabras del mayor, había sonado tan sincero, como si hablase con su corazón.

—Yo también te amo, Ashton. —Él joven no lo dudo más y la besó. La tomó entre sus brazos y cerró la entrada, dejándolos completamente solos en la casa, para disfrutar y hablar con el corazón.

~*~*~

— ¿En qué piensas? —Lo interrogó la menor mientras acariciaba su pecho. Los ojos del fotógrafo se conectaron con los suyos y sonrió.

—No te merezco ángel, eres más de lo que merezco. —La joven río y se acomodó sobre el sofá boca abajo, apoyándose contra el pecho de su pareja y observando sus bellos ojos que la tenían loca.

—Yo no te merezco a ti, Daddy. Eres increíble conmigo y siempre has hecho todo para que sea feliz.

—Y lo haré siempre. —El hombre acarició su mejilla y colocó un mechón detrás de su oreja. ——Eres un ángel Peyton, y los ángeles no merecen estar en manos del diablo.

—Pero a este ángel no le importa manchar sus alas, tú eres el único que puede hacerme olvidar el dolor. Solo tú puedes ayudarme a seguir. —El joven lo observó por unos momentos y luego la envolvió entre sus brazos, brindándole su calor. —Sabes... Mi madre sabe de Ti. —la mirada del mayor fue de sorpresa. —Le he dicho de alguien especial que me dijo que me amaba y bueno... Ella me hizo admitir que también te amo y que tú fuiste enviado por él para que sea feliz.

—Cuando tu padre lo sepa me matará. —La menor rio.

—No pasará, ellos quieren que sea feliz, que siga con mi vida, y tú eres lo que necesito para seguir adelante. —la menor acarició su mejilla con suavidad mientras él toma a su mano y la besaba con delicadeza.

—Solo quiero hacerte feliz, no pretendo que lo olvides ni que dejes de amarlo. Solo quiero ayudarte a seguir, ser tu compañía hasta que... Bueno, hasta que seas viejita y decidas que es momento de volver con él. —La menor rio y le dio un cálido beso.

—Y para ello pasará mucho tiempo. Mientras tanto, tendré a un Daddy muy lindo con quien seguir adelante. —Ambos rieron y volvieron a besarse. —Hablaré con mis padres, el fin de semana podríamos organizar una cena para que te conozcan.

—¿Tú quieres que tu padre me asesine, ¿verdad? Tu no me amas. —Habló con dramatismo mientras la menor reía sin parar.

—Eres un tonto. —Golpeó levemente su pecho. —Un tonto hermoso.

—Un tonto que está perdido de amor por ti. —La menor no dijo nada, simplemente mordió su labio para luego besar a su novio y acurrucarse entre sus brazos, sintiendo su calor, sintiendo su corazón latir con fuerza.

Sintiendo la misma felicidad que sentía con Thomas...