Angel © |afi|

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Los días habían comenzado a pasar, y como si de una nueva etapa se tratara, Peyton había vuelto a ser aquella joven llena de luz. Angela y Niall estaban más que contentos por tener a su niña otra vez con aquella gran y radiante sonrisa, y aunque su padre no supiese quien era el responsable de la felicidad de su niña, su madre sólo sabía que era el joven ideal.

Peyton se encontraba sentada en la banca del parque cuando sus ojos fueron cubiertos por dos manos grandes y suaves. Una respiración caliente chocó contra la piel de su cuello logrando que se estremeciera y sonreirá ampliamente.

— ¿Qué hace un ángel tan hermoso aquí? —La menor separó las manos que obstruían su visión y se levantó del asiento dando un pequeño salto. Se tiró a los brazos de su novio y llenó su rostro de pequeños besos que fueron recibidos con mucho gusto.

—Esperaba a mi hermoso novio. —contestó con una gran sonrisa.

—Ha de ser el hombre más afortunado de este mundo por poder estar contigo, ángel. —La joven sonrió enternecida por sus palabras y se dejó llevar por la suave caricia en su mejilla de parte del mayor. Al abrir los ojos unió sus labios en un cálido beso. — ¿Vamos por helado? —susurró contra sus labios. La menor asintió y tomados de la mano comenzaron a caminar hacia el pequeño carro.

Una vez que el fotógrafo pagó los helados ambos comenzaron a caminar.

—Entonces ¿Qué querías decirme? —interrogó Ashton mientras se deleitaba con su helado.

—Bueno, pues... —la menor aclaró su voz y relamió sus labios para continuar. —Estuve pensando que tal vez es buen momento para hacer oficial lo nuestro. —Lo observó con esperanza. —Me gustaría que fueses esta noche a cenar a mi casa y conocieras a mis padres. —Ashton detuvo su paso y la observó sin expresión alguna. —Llevamos casi un mes y mis padres quieren saber qué es lo que me hace feliz. —la menor suspiró —Lo entenderé si crees que es muy pronto, solo quería que mi familia conociera a la persona que me guía a seguir.

Ashton se acercó a la joven y con su mano libre acarició su mejilla, los ojos de Peyton brillaron al encontrarse con la mirada de su novio, en verdad era algo que anhelaba.

— ¿En verdad lo deseas, Ángel? —ella asintió y el hombre suspiró. — ¿Crees que deba llevar corbata? —Habló logrando que una gran sonrisa se formara en los labios de su novia.

—Uses lo que uses te verás increíble, todo te queda perfecto. —Contestó rodeando el cuello del mayor con cuidado de no mancharlo con su helado.

— ¿Acaso me llamó Peyton Horan? —La joven río sonrojada y lo observó por unos segundos para luego darle un suave beso.

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— ¿Por qué debemos vestir así? —Se quejó James mientras Angela terminaba de peinarlo.

—Por qué vendrá a cenar el nuevo novio de Peyton. —contestó la mujer con gran alegría. —Trátalo bien ¿De acuerdo? —El menor observo a su madre y asintió.

Ambos oyeron pasos y observaron a Niall bajar las escaleras con Clara y Travis en sus brazos. La mujer beso las pequeñas mejillas de los bebés y le dio un pequeño beso a su marido.

—Lucen increíbles. —Le sonrió.

— ¿Y Peyton? —Interrogó el mayor.

—Está en su habitación aún, está muy nerviosa, quiere que todo sea perfecto. Sé que te preocupas mucho por ella, pero...

—Quieres que no espante a su novio. —Angela sonrió de lado.

—Nuestra niña está feliz, amor, y en esta nueva etapa tan solo debemos apoyarla. —El hombre asintió y beso a su esposa.