Punto muerto

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Alex condujo toda la tarde, todo había caído en una especie de pausa temporal. Asome la cara fuera de la ventana buscando alguna sombra diferente a la que hacían los arboles que se movían al compás de la briza, todo era confuso y de alguna manera me sentía atrapada en una especie de dimensión desconocida, sin embargo todo indicaba que tener la mirada perdida en un paisaje simple era una mejor idea que mirar las temblorosas manos de Alex aferrándose al volante.

Una hora más tarde al fin habíamos llegado al departamento de mis padres . Y no era precisamente la zona más lujosa de la ciudad, era mas bien, del estilo anticuado y poco llamativo, con el papel tapiz manchado de moho acumulado a lo largo de los años.

- ¡Valla! Al parecer no es el edificio más alegre que he visitado - Musito Alex, arrugando la frente, intentando animar el ambiente que ya de por sí era preocupante.

- Alex ...algo anda mal- la voz se me quebraba, mi cerebro comenzaba a imaginar miles de escenas horribles. Tenia miedo de abrir la puerta del departamento.

- Si... quieres puedes esperar yo entrare a ver que sucede - Me quede muda, Alex se giro hacia la perilla de la puerta - A qui vamos - Me miro con nerviosismo, tenia sudor en la cien. El silencio se rompió, alguien estaba subiendo las escaleras.

- Alex alguien viene -

- Ayúdenme... por...por favor -

Alex y yo corrimos hacia la mujer, apenas podía mantenerse en pie. Tenia la ropa desgarrada y múltiples heridas por todo el cuerpo.

-Alex mantenla despierta, en el departamento mis padres guardan un botiquín de primeros auxilios -

- ¿Lindsey? ¿Eres tu? -

- ¿Señora Ross? -

- Oh querida - Me tomo entre sus brazos - Me alegra tanto que estés a salvo - Sus ojos estaban llorosos pero me sonreían tomando mi mejilla con sus manos calidas

- ¿Que paso aquí? ¿Mis padres como están? - Su silueta se torno triste, abrazando su frágil cuerpo. Entonces lo confirme.

- Lo siento tanto Lindsey - Las lagrimas recorrieron mis mejillas. Desde que puse un pie en el edificio lo supe, en ocasiones intentamos evadir esos "avisos" y yo había tenido el mío. Me quebré.

- Llevemosla adentro de mi departamento, estará bien - Alex sostuvo en sus brazos a la chica llevándola hasta el sillón de la señora Ross.

Tome su temperatura todo estaba bien, baje la mirada para colocarle un curita en el rasguño en su rostro, le retire la chaqueta de mezclilla y lo ví, tenia una herida importante en el hombro que se asemejaba a cuatro garras.

- ¿Que rayos? ¡A... Alex!- Grite sin apartar la vista de la chica que se encontraba aun inconsciente -

- ¡Rayos! ¿Como demonios se hizo eso?- exclamo Alex

- Fueron ellos -

- ¿Quienes son ellos? - La habitación permaneció en silencio.

- Los demonios Lindsey - Los ojos verdes de Alex se fijaron en las palabras sobrias de la Señora Ross - Hubo un apagón, entonces escuche como las ventanas se quebraban... parecía como si el edificio quisiera partirse por la mitad, unos minutos más tarde la luz regreso y todo estaba como al principio, pensé que a lo mejor había sido mi imaginación; Salí del departamento para ver si los demás se encontraban bien pero... fue cuando noté que todos los jóvenes se habían desvanecido; ellos y... - La señora Ross me miro, la mandíbula le temblaba - Tus padres Lindsey -

Eso me bastaba, la esperanza de saber que en algún lugar mis padres se encontraban con vida y yo debía salvarlos de lo que sea que los tuviera secuestrados, solo espero que no sea demasiado tarde había estado inconsciente bastante tiempo




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⏰ Última actualización: Jun 17, 2019 ⏰

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