Caminaba en silencio a través del bosque, no estaba asustada pero se mantenía alerta a los alrededores. Su uniforme, blanco y plata la hacía parecer casi fantasmal en la densa oscuridad, como si perteneciera allí. De vez en cuando un cuervo la sobrevolaba entre las ramas de los árboles calmando su ansiedad. Aferró los dedos en el mango de su varita al sentir una presencia acercarse; el conocido tacto del inusual ébano blanco bajo sus dedos la ayudó a enfocarse, un cuervo se posó sobre su hombro, graznó una vez y ella detuvo sus pasos.
-Finalmente has tomado una decisión, pequeña Rose- reconoció la voz de inmediato, poco después la figura de Adam apareció ante ella.
Su apariencia era la de un hombre joven, iba descalzo, llevaba pantalones negros y una camisa del mismo color que permanecía abierta hasta casi la mitad de su abdomen. Su piel apenas marcada por el sol, su rostro mostraba la peligrosa belleza característica de su raza y sus irises eran de un absoluto negro.
-En realidad el Bosque me ha parecido un maravilloso lugar para dar un paseo nocturno- contestó encogiéndose de hombros, ganándose una media sonrisa del mayor.
-Tienes suerte de ser una chiquilla interesante, descendiente de Morrigan. ¿Aceptas mi invitación entonces?
-Te has comprometido a regresar mi cuerpo a este mismo punto, con esta misma edad, con todos los recuerdos del tiempo intermedio intactos, con los conocimientos y el poder adquiridos durante el tiempo intermedio intactos- comenzó a enumerar la adolescente.
-Sí, sí, no tengo razones para engañarte, Rose- hizo un ademán como restándole importancia- Como te dije, estoy cumpliendo con un trato que hice con Morrigan.
Ella suspiró resignada, no es que tuviera muchas opciones si quería conseguir el poder que necesitaba para ayudar a Harry. Estaba a punto de adentrarse de lleno en un mundo peligroso, por decir lo menos, en mezclarse con magia que el Ministerio no se atrevía siquiera a calificar como Blanca o Negra. Ya había tenido roces con esos poderes desde hacía años, pero la escala que proponía Adam era completamente intimidante.
Adam tendió una mano hacia la adolescente, ella respiró profundamente, recitando las despedidas dentro de su mente, dedicando una un poco más larga al heredero de los Black, antes de deslizar sus dedos sobre los del hombre, el contacto envío una descarga de energía mágica que nubló sus sentidos, el cuervo abandonó su hombro y tan pronto lo hizo, las figuras de la joven y el fae desaparecieron.
...
Sirius observaba perplejo el vaso en su mano, simplemente se había quebrado a la mitad haciéndole un profundo corte en la palma de la mano.
-¿Sirius?- Remus Lupin lo miró extrañado mientras usaba un Episkey para sanar el corte.
Ambos estaban compartiendo unos tragos en el estudio mientras discutían la última información que habían recibido sobre los mortífagos.
-Lunático- Sirius oprimió su mano aún sumido en el extraño presentimiento, si creyera en la adivinación diría que había sido un mal augurio, un terrible augurio.
De un trago vació el Whisky de Fuego que quedaba en el vaso, sin embargo, la desazón no se iba, la imagen de Rose llegó a su mente y su mano se aferró por instinto al talismán en su cuello.
Remus estaba preocupado por la actitud de Sirius que estaba ahora casi tan pálido como el castaño.
-Canuto ¿qué rayos sucede?- trató de hacer su voz firme en un intento por llamar la atención de su amigo, funcionó.
-Remus, hay algo que debo contarte. Tienes que escuchar hasta el final.
Sirius pareció calmar sus emociones un poco, encaró directamente al hombre lobo preparándose para contarle el secreto que llevaba manteniendo desde hacía varios años.
-¿Recuerdas a la pequeña Rose?- el semblante del hombre lobo se oscureció de inmediato, el tema traía amargos recuerdos.
-Por supuesto, ¿Harry se enteró de ella? Sabía que deberíamos haberle dicho que tuvo una hermana pero...
-Tiene
-¿Qué has dicho?- Lupin estaba atónito.
-El tiempo estaba mal empleado, Lupin- algo de humor se mezcló ante la mueca perpleja del licántropo- He dicho tiene una hermana.
Fue el turno de Lupin de imitar una hoja de papel, varias veces pareció querer decir algo pero simplemente no podía articular palabra.
-Todo fue un montaje, ella sabe la verdad pero nunca ha querido decírmela del todo. Sólo me contó algún absurdo sobre proteger la leyenda del niño que vivió pero no quise presionarla al respecto.
-¿La conoces, has hablado con ella?
-Sí, la conozco, es idéntica a Lilly, pero su carácter es, único, te lo aseguro. Es una bruja sorprendente- comenzó a hablar sin notar el cariño que marcaban sus palabras.
Un cariño que Lupin notó y le hizo entrecerrar los ojos en un gesto apenas perceptible, algo llamaba su atención en el comportamiento del Black pero no lograba precisar qué.
-¿Hace cuánto que sabes que está viva?
-Cinco años, la primera vez que la vi se las arregló para colarse en Azkaban.
-Canuto, empieza a hablar, nada de lo que dices tiene sentido.
Sirius tomó aire, había mucho que contar, realmente deseaba que su presentimiento fuese solo una tontería.
...
-¿Qué es este lugar?- inquirió Rose contemplando sus alrededores, era una especie de habitación, parecía esculpida en piedra, justo en el centro, donde ellos se encontraban, una especie de luz descendía desde el techo, dibujando un círculo en el suelo.
-Tu primer "examen"- explicó Adam con aplastante naturalidad- nada de magia con varita, por cierto- chasqueó los dedos y la varita de ébano blanco finamente tallada apareció en su mano- sigo sin entender la obsesión de Moonacre por el color blanco. Especialmente tu caso, ébano blanco con núcleo de... Oh qué interesante.
Ella lo miró enarcando una ceja, pero no quiso tentar su suerte, los fae eran impredecibles, bien podía irritarse y dejarla ahí, a fin de cuentas no habían acordado un límite para su tiempo fuera del tiempo.
-No esperaba que algo así aún existiese ¿sabes? Pero me estoy yendo o por las ramas, como dirían los mortales.
Rose comenzó a sentir entonces otras presencias, al menos seis, oscuras, peligrosas, quiso llevar la mano a su varita pero recordó que era inútil.
-Usas magia sin varita en los rituales pero cuando tienes enfrente casos como éste, te paralizas. En fin, buena suerte- la presencia de Adam se evaporó de su lado y ella contuvo una maldición.
Los gruñidos opacaron el bullicio de sus pensamientos y tuvo que concentrarse en su alrededor. Siluetas avanzaban hacia ella desde las sombras, tomando forma, seis enormes perros negros espectrales, todos mostrando sus colmillos, sus ojos rojos clavados en ella. Rose resopló ante el retorcido humor fae, por supuesto que tenían que ser perros negros, tenía que justo en este momento recordarle a Sirius.
Estaba rodeada, lo sabía y sabía que en el momento en que la derribaran estaba igual de bien muerta.
El primer perro atacó.
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Black's Rose
FanfictionElla no sabía la verdad sobre sí misma, vivía en la luz, ajena al tormentoso pasado. Él vivía en la oscuridad, presa de su pasado. Ella desciende en las tinieblas para encontrarlo, él no sabía ya cuánto añoraba la luz. (AU)