-¿Podría explicarme qué hace aquí, señorita Silver?- preguntó Snape luego de unos veinte minutos de que solo se escuchara en su despacho el rasgar de las plumas sobre el papel.
-Estoy segura que Moody sospecha algo- explicó sin dejar de escribir.
-Eso podría serle inconveniente sí, pero no explica por qué, en el nombre de Circe, tengo que tolerar su presencia en mi despacho- su rostro era un rictus de descontento- Váyase a su árbol, al Gran Comedor, a donde sea menos aquí.
-Hay mucha gente en ambos lugares, y mi padre reforzó las medidas de seguridad así que no puedo experimentar con estas runas allá- respondió finalizando su dibujo con una graciosa floritura.
-¿Qué runas, exactamente, señorita Silver?- inquirió agotado el pocimista.
-Éstas- mostró su trabajo, era un complejo círculo mágico con al menos tres vueltas de runas, Snape reconoció muchas de ellas y fue capaz de hacerse una idea de qué haría el hechizo.
-¿Planea transmutar a un humano, señorita Silver?
Ella sonrió satisfecha por la pregunta, el profesor Snape era muy inteligente sin lugar a dudas. Seguía pensando que Lilly no debió ser tan severa con él, la había ofendido sí, pero si era su gran amigo podría haber intentado perdonarlo al menos.
-A mí misma, en realidad ¿No le parece interesante?
-Me parece un disparate, ¿sabe por qué fueron prohibidas muchas de esas runas?
-Porque son lo bastante poderosas para que la transformación sea permanente e irreversible- contestó restándole importancia- es por eso que estoy usando variaciones.
-Runas de transmutación no transformación, hay una pequeña diferencia en el término mágico, señorita Silver, la transmutación es capaz de alterar la esencia misma de algo o en su caso, de alguien.
...
Hermione guardó sus pergaminos con un suspiro cansado, finalmente había terminado lo que quería estudiar esa noche, sólo le restaba regresar a su habitación e intentar conciliar el sueño.
-Buenas noches, Hermione- reconoció la voz de inmediato y lo saludó con una sincera sonrisa.
-Buenas noches, Vinish. No te vi hoy en el Gran Comedor, Karina habló acerca de que estabas ayudando a tu padre- se colocó la bolsa al hombro.
-Veo que ya te marchas ¿puedo acompañarte y hablamos en el camino?
-Claro.
Al salir de la biblioteca fueron capaces de hablar con mayor libertad, era ya bien entrada la noche y pocos alumnos deambulaban aún por el castillo.
-Mi padre decidió reforzar las barreras mágicas, Rose ha estado teniendo pesadillas, aunque no ha querido decirnos de qué se tratan la hemos escuchado gritar en sueños. Ella siempre ha tenido un talento especial para presentir problemas.
-Estás preocupado- reconoció ella poniéndole una mano en el hombro, ambos se detuvieron- en realidad, también lo estoy, no la conozco mucho pero últimamente da la impresión de estar mirando siempre por encima de su hombro.
-Sí, pero no entiendo por qué, no estaba tan preocupada ni siquiera cuando tuvo que enfrentar al dragón. Ya no habla conmigo, no como antes y a veces no se qué demonios hacer para apoyarla- el chico se había llevado una mano al cabello con frustración.
Hermione le sonrió, solidarizándose con el muchacho, ella misma en ocasiones no sabía cómo apoyar mejor a Harry y en momentos como aquellos había llegado a la conclusión de que hacer todo lo que estuviese a su alcance y estar ahí siempre, era lo mejor que podía hacer. Tomó la mano del chico entre las suyas, ganándose su entera atención.
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Black's Rose
FanfictionElla no sabía la verdad sobre sí misma, vivía en la luz, ajena al tormentoso pasado. Él vivía en la oscuridad, presa de su pasado. Ella desciende en las tinieblas para encontrarlo, él no sabía ya cuánto añoraba la luz. (AU)