El baile

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Harry no esperaba en absoluto lo hermosa que se veía su mejor amiga esa noche, tampoco esperaba el amargo retortijón que le produjo el verla del brazo de Vinish Silver, él ya le había dicho que la invitaría, eso era un hecho. Quizás eran justamente las palabras del mayor que retumbaban en su cabeza ahora con una fuerza abrumadora las que lo volvían ajeno a su propia cita. Estaba bastante seguro de haberlos saludado, bastante seguro, pero su mente no lograba hilar una idea coherente desde que la vio.

–Harry ¿está todo bien?– la mano de Rose en su hombro lo trajo de regreso a la realidad.

La joven pelirroja llevaba un vestido azul oscuro, que recordaba al cielo nocturno, de escote recto y que dejaba al descubierto sus hombros. Su cabello de oscuro color vino estaba arreglado en un complejo recogido en el que varias trenzas formaban rosas a un lado hasta unirse en un moño en la nuca. Venía del brazo de Krum, que lo saludó con una cortés inclinación de cabeza.

–Sí, Rose, te ves bien por cierto.

–Gracias Harry, también tú.

Esperaron junto a las puertas hasta que fue momento para los campeones y sus citas, de entrar. La cena transcurrió con tranquilidad, Rose conversó con Krum, ambos compartiendo historias de sus respectivas escuelas y de vez en cuando cambiaban al búlgaro.

–No hay equipos oficiales de Quiditch en Moonacre– explicaba Rose– mayormente son los chicos de alguna clase retando a los de otra. Lo que sí es un acontecimiento son las carreras en escoba.

–¿Carrerras?

–Pues sí, los terrenos del colegio son bastante amplios así que todos los años los alumnos mayores o los más avezados en algunas asignaturas se dividen en tres equipos, dos equipos de competición y uno de creación. Los de creación diseñan una pista de obstáculos mágica, luego la montan con ayuda de algún profesor, los otros equipos tienen que cruzarla con más de un treinta por ciento de sus participantes, el que logre el mayor por ciento en un tiempo establecido gana y si ninguno de los dos lo logra, gana el equipo de creación.

–Suena diverrtido.

–Oh, lo es, el próximo año Karina estará al frente del equipo de creación– dirigió una mirada de soslayo a la mesa que ocupaba la rubia con los gemelos y otra chica Griffindor– tiene una mente privilegiada para los trucos y las trampas; y Vinish de uno de los de competencia– quiso morderse la lengua nada más decirlo.

Ella no esperaba que su hermano tomara la iniciativa a la hora de invitar a Hermione al baile, de hecho la había sorprendido que se hubiese ido antes de una clase para hacerlo. No se sentía culpable, sabía que las decisiones de otros escapaban a su control y Vinish la había sorprendido. Sin embargo ella había acordado ayudar al búlgaro y resultaba ser su propio hermano quien llegaba primero. Víctor, sin embargo, no le reclamó o le reprochó nada al respecto, simplemente se lo comentó luego de la cena y cuando ella le aseguró que encontraría otra cita él le dijo que no estaba interesado en una "cita" con otra chica pero que le gustaría que fueran como amigos, ella aceptó. El búlgaro no le parecía mala persona, simplemente su exterior era imponente.

–No tienes que prreocuparrte– le aseguró el búlgaro.

Ella le concedió una sonrisa de disculpa.

...

Hermione fue de muy buen humor a sentarse a la mesa que ocupaban Harry y Ron.

–¡Qué calor! ¿No les parece? Vinn ha ido a buscar unas bebidas.

–¿Vinn? Me sorprende que aún no lo llames Vinny– espetó Ron con desprecio.

–¿De qué hablas Ronald?

–¡Es de Moonacre! Qué digo... ¡Su hermana es la campeona de Moonacre! ¡Estás confraternizando con el enemigo!

–Me sorprende que sepas usar una palabra tan larga, Ronald. Para tu información Rose es una amiga, su hermano también, hasta Karina que por cierto vino al baile con tu hermano Fred– devolvió Hermione oprimiendo los puños.

–¡El Torneo va de ganar, Hermione! No de que te hagas amiguita del heredero Silver. Seguro te ha invitado para que ayudes a su hermana a resolver el enigma– el rostro de Hermione cada vez se marcaba más con una expresión dolida– o a lo mejor para...

–Basta Ron– soltó Harry molesto.

–Exacto, Ronald Weasley, basta– Vinish acababa de llegar llevando dos copas sujetas en una de sus manos, tendió la libre hacia Hermione y cuando la chica la aferró la ayudó a incorporarse, aún sin soltar su agarre– aunque no sea de tu interés, la invité porque creo que es una muchacha interesante, preciosa y muy inteligente con la que disfruto compartir el tiempo y a la que me gustaría conocer mejor, una que no se merece los desplantes de un chiquillo inmaduro que a la primera de problemas hace una rabieta– el tono del mayor era serio y Hermione estaba completamente ruborizada– ahora si nos disculpan.

Se la llevó de allí aún sin soltar su mano mientras Harry quedaba estático, Ron del color de su cabello por la furia y Padma observaba encantada el lugar por donde los dos se habían marchado, envidiando la suerte de Hermione con su cita para el baile.

...

–Sepa usted, que no me provoca ninguna satisfacción este montaje– espetó Snape mientras lanzaba un par de hechizos más alrededor del joven búlgaro, profundamente dormido en uno de los bancos exteriores, oculto por algunos setos.

–Oh, por favor profesor, usted mismo me ha asegurado que esa poción lo hará dormir profundamente cerca de una hora, el baile está lo bastante animado para que nadie note nuestra ausencia, especialmente si usted que estará haciendo las rondas en el exterior velará porque no descubran al búlgaro durmiente– soltó Rose a un exasperado profesor de Pociones– especialmente que no lo descubra el ojo de nuestro sospechoso amigo, ahora si me disculpa debo ir a colarme en un despacho.

–Entiendo su repulsión por el vejete, señorita Silver, son ciertamente similares.

–Ahora, eso, profesor, sí que es una ofensa– resopló molesta antes de escurrirse de vuelta al interior del castillo.

Black's RoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora