∘Capítulo ocho∘

753 135 38
                                    

Jungkook miraba a su alrededor y lo único que podía pensar era "Si mis padres estuvieran aquí..."

Porque, en primer lugar, tenía a ese par de amigos de Taehyung que parecían estar volando en Marte, discutiendo sobre el verdadero significado del color verde en una aceituna. Desprendían un aroma que comenzaba a marearlo, y unas pequeñas ganas de vomitar se hacían presentes. Jungkook odiaba los olores fuertes y nauseabundos, en especial cuando no estaba acostumbrado a ellos.

Por ejemplo, al olor a droga no estaba acostumbrado. Era un chico que con mucha suerte había logrado salir de los brazos de sus padres para ir a otra ciudad, obviamente nunca estuvo tan cerca de algo como eso.

En el pequeño escenario se encontraba una chica recitando una especie de poema, que la verdad no comprendía, pero ella hacía muchos gestos y levantaba la voz de vez en cuando. Casi todos en el lugar la escuchaban atentos, en silencio. Y se resalta el "casi", por los amigos drogadictos que mantenían aquella extraña discusión; por Haneul mirando a la nada y pensando en todo, con una botella de cerveza en una mano; y por Jungkook, claro.

Seokjin sí la escuchaba, incluso parecía encantado con su presentación. En cuento la joven al fin se calló, no dudó a la hora de levantarse y aplaudir efusivamente.

A Jungkook le pareció bonito por la manera en que se emocionó... Un momento, ¿bonito?

Se removió en la silla, aclarando su garganta y repitiéndose, otra vez, que nadie allí podía escuchar sus pensamientos.

—Nuestro siguiente artista es un prodigio del saxofón —presenta el dueño del lugar, quien tenía un aspecto acorde con el estilo del bar—. Para acariciar sus oídos, ante ustedes se presenta V.

La iluminación se atenuó un poco más, y Taehyung fue al pequeño escenario, en compañía de un reluciente saxofón. El aliento se le escapó a Jungkook al verlo, ¿era posible que se viera más atractivo en compañía de aquel instrumento? ¿Su cabello estaba más largo o era cosa suya? Taehyung se veía realmente guapo.

Hacía que los corazones de dos personas se aceleraran, aunque uno de ellos más que el otro.

A medida que su interpretación avanzaba, los párpados de Jungkook temblaban, amenazando con cerrarse en cualquier momento. No era que le provocara sueño, en lo absoluto, solo sentía que debía enfocarse enteramente en aquella preciosa melodía. Su cuerpo se balanceaba un poco de lado a lado, siguiendo el ritmo.

Seokjin se encontraba en un estado parecido, solo que él tenía la vista fija en el chico del saxofón.

Haneul dejó de pensar para girarse a ver a su amigo, y notó la peculiar situación. Donde Jungkook enfocaba sus brillantes ojos en Seokjin para admirarlo, y este observaba embelesado al muchacho que se encontraba con los ojos cerrados en el escenario. Y en medio de su embriagadez no pudo evitar sentirse algo preocupada por aquello, pues no deseaba ver el inicio de una pelea campal en el caso de que esos notables sentimientos fueran expresados de una manera no convencional.

Ah, su amigo tenía dos hombres en su vida, y ella todavía no estaba segura si le agradaba o no a Yoongi. Soltó una risita antes de tomar un puñado de maní.

Una vez la presentación culminó, el lugar estalló en aplausos. Tae al fin abrió los ojos, sus mejillas estaban sonrosadas y respiraba hondo para recuperar el aire, una sonrisa cuadrada se hizo presente en sus labios antes de dar una pequeña reverencia.

Cuando Seokjin se levantó para ir junto a Taehyung y felicitarlo, Jungkook por acto reflejo hizo el amago de seguirlo, pero al notar lo que estaba haciendo volvió a dejarse caer en la silla. ¿Pero qué hacía? Seokjin era la pareja de Tae, claro que iría a verlo, ¿él que tenía que ver en todo eso?

Wonder [Taejinkook] AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora