Un error maravilloso

La Promesa

Cuando estábamos sentados a la mesa les pregunté por el lavabo y aproveché que no miraban para coger mi varita y modificar la memoria del pareja para hacerles creer que había atacado a aquellos bastardos con una pistola y que les había disparado y también les hice creer que yo era médico y que por eso pude curar a John y les hice creer que habíamos llegado a su casa en taxi, por el momento no quiero que sepan que soy un brujo y que su hija es una bruja también, al terminar el hechizo volví a sentarme con ellos.

Durante la cena hablamos de lo que había pasado, me contaron que los hombres querían llevarse a la niña y que su padre, quien sabe defensa personal, se interpuso y comenzó a pelear contra ellos hasta que de la nada apareció una tercera persona que lo golpeó antes de que pudiese reaccionar. Entre los tres hombres consiguieron tirar a John al suelo y le siguieron golpeando, hasta que, de repente, por mucho que intentaban pegar al padre de la pequeña, algo se interponía entre el padre, la madre y la pequeña y ya no podían acceder a ellos, y entonces aparecí yo. Hablamos durante varias horas, la mujer dejo a la niña en la cuna a eso de las once de la noche y durante el tiempo que John y yo estuvimos juntos me dijo que quería agradecerme por haberles ayudado, que me dejase invitarme a un partido de fútbol, se lo agradecí pero me negué. A la una o así me despedí de ellos y me dirigí a mi casa de la hilandera, tenía mucho en lo que pensar y muchas cosas por hacer al día siguiente, entre esas cosas hablar con Albus.

A la mañana siguiente me levanté temprano y fui a Hogwarts a hablar con el director del colegio, tenía que hablar con él sobre lo que había pasado con Lily, su hijo y el capullo de su marido, además, no pienso dejar que lo que pasó quedé impune. Entré en el colegio y me dirigí a las mazmorras, dije la contraseña y entre, por suerte en ese momento se encontraba solamente Albus allí.

-Severus, ¿dónde has estado?, me tenías preocupado

-Sí, lo sé. Aún estoy sorprendido de que Harry este vivo, pero por la magia que pude percibir en la casa no tengo ninguna duda de que ha sido Lily quien se ha sacrificado por su hijo y que ha sido el amor de ella lo que ha detenido la maldición asesina.

-Siempre he sabido que eras un chico listo Severus.

-Lo que no sé es como encontró Lord Voldemort a los Potter y lo más preocupante, dónde se encuentra el Lord.

-Verás, se sospecha que Sirius Black ha traicionado a sus amigos, de echo lo han apresado.

-Black! Ese maldito cabrón, me las va a pagar.

-Severus, yo no creo que haya sido él y voy a interceder por él.

-Ya, pues yo no lo tengo tan claro que sea inocente.

-El rencor te ciega amigo. En cuanto a tu pregunta sobre el Lord, solo tengo conjeturas, dudo mucho que haya muerto, creo más bien que está debilitado y que tarde o temprano volverá. La pregunta que me hago yo Severus, es, ¿sigues queriendo acabar con Voldemort?

-Ahora más que nunca quiero acabar con él y lo cierto es que vengo a eso Albus, quiero ponerme a tus órdenes y ser tu espía para acabar con el Lord, si es que regresa. Aunque el muchacho no me importa, Lily dio su vida por él y yo voy a hacer lo mismo, voy a mantener a ese mocoso con vida me cueste lo que me cueste.

-Eso quería oír Severus, aunque Harry es quien tiene que acabar con la vida de Tom, sin tu ayuda como espía no tenemos apenas posibilidades. Está bien, confió en ti Severus, por el momento seguirás dando clases en Hogwarts, cuando Tom regresé siempre le puedes decir que me has engañado y que me has estado espiando para cuando el regresase tener algo con lo que acabar conmigo y con Harry. Aún quedan dos meses para que empiecen las clases de nuevo, así que haz lo que quieras con ese tiempo y nos vemos en septiembre.

Cuando termino de hablar me despedí de el con un ligero movimiento de cabeza, no tenía pensado contarle nada de lo que había pasado con aquellos muggles, pero de pronto se me vino a la cabeza los ojos de la pequeña y la amabilidad de sus padres y antes de que me diese cuenta ya me estaba dando la vuelta para hablar con él, así que le conté todo lo que había ocurrido y también lo que pude leer en la mente de esos pervertidos.

-Eso que me cuentas es muy grave Severus.

-Lo sé por eso he decidido contártelo, habla con el ministro muggle y cuéntale lo que hemos hablado.

-Por supuesto que lo haré, tienen que investigarlo y detener a esa banda, pero Severus...

-Albus no, ya sé lo que me vas a decir y desde ya te digo que ellos no son mi problema.

-Eso no te lo crees ni tu, si realmente pensases que no son tu problema te habrías ido sin decirme nada, pero está claro que te preocupan, o al menos la niña.

-No digas tonterías Albus, la única persona que a mi me importaba en el mundo era Lily y ella ya no está.

-Como digas, pero te lo pido Severus, si esos hombres pertenecen a una banda organizada que se dedica a raptar a niños y niñas para luego venderlos a otras familias o para otras cosas aún peores, lo más probable es que vuelvan a intentar llevarse a esa criatura, tu mismo me dijiste que habías leído en la mente de uno de ellos que tenían que llevarse a la pequeña porque ya había una familia que había pagado por ella, y eso, querido Severus, solo puede significar una cosa.

-Sí, que van a volver a intentarlo, lo sé, por eso he decidido decírtelo, lo que le hacen a esos niños es asqueroso y no quiero que una niña que además es una bruja como nosotros, termine en malas manos, pero eso no quiere decir que yo vaya a cuidar de ellos.

-Sev, esa familia ya te conoce, sería muy difícil encargárselo a otra persona, no me hagas que te lo ordene.

-Por Merlín, esta bien, los protegeré, voy a empezar por alquilar una casa cerca de donde ellos viven y a ver como hago. Ahora si no te importa, necesito hacer varios trámites. Te mantendré informado de lo que ocurra y haz tu lo mismo, quiero saber que va a hacer la justicia muggle en este asunto, pero sobre todo quiero saber que va a pasar con el traidor de Sirius Black.

-Gracias Severus. Mantendremos el contacto y no te preocupes, puedes contar con que te mantendré informado. Confió en ti Sev, que sepas que siempre lo haré.

Me despedí y me fui a gringots a sacar dinero muggle para poder alquilar la casa cerca de los Granger.