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A pesar de que le costaría procesar lo que acababa de suceder, YoungJae no se rendiría. Aún si en ese momento sus lágrimas caían con fuerza por sus mejillas al no tener al azabache a su lado.

La enfermera Jung apareció en la habitación, lo cual significaba que su hora de visita ya había acabado.

—Enfermera Jung, ¿hay otro horario de visita? — la nombrada asintió.

—En cuatro horas más, durante dos horas. ¿Quieres venir nuevamente?

—S-sí, por favor. Regresaré a verlo.

—Está bien, de todos modos ninguna visita fue avisada con anticipación además de la tuya, eres libre de venir.

—Muchas gracias.

YoungJae salió del hospital aún intentando detener su llanto. No regresaría a su hogar durante esas horas, prefería esperar en el parque cercano al hospital para ahorrar tiempo.

Sacó su celular del bolsillo y comenzó a revisar otra vez las historias que había estado leyendo el día anterior. Las leyó una y otra vez, intentando memorizar lo máximo posible. Todo podía ser útil en ese momento, y el haría todo con tal de salvar a Jaebum.

Se sentía solo y asustado. No sabía si la desaparición de Jaebum sería beneficiosa o perjudicial para sus planes. Cómo cualquier persona normal hubiera pensado en una situación así, él sólo quería mantener la esperanza de que pronto Jaebum despertaría, y lo que había sucedido recién era sólo un paso para lograr aquello.

Por alguna razón hacía demasiado frío. Era invierno, sí, pero en el pronóstico del tiempo decía que ese día no haría tanto frío como en días anteriores, y de hecho en la mañana mientras caminaba junto a Jaebum tomando su mano, no tenía frío en absoluto. Lo único que llegó a su mente entonces, fue que el frío que sentía en ese momento tenía mucho que ver con la soledad que estaba experimentando al no tener a Jaebum a su lado.

YoungJae estuvo todas esas horas ahí sentado. Cuando faltaban sólo diez minutos para la hora de visita, el castaño estaba sentado en la misma banca mirando hacia el suelo, temblando por culpa del frío y además, llorando desconsoladamente.
Un evento extraño. Mientras miles de pensamientos negativos inundaban su mente, haciéndole creer que no podría salvar a Jaebum de ninguna manera, una ráfaga de aire tibio golpeó su espalda, obligándolo a levantar su vista, encontrándose con nada ni nadie, a excepción de un bonito gato negro que, apenas lo vió, salió corriendo hacia el interior de una casa, probablemente de su dueño.

YoungJae pensó entonces, que quedarse ahí sentado y lamentándose no serviría de nada, y al hacerlo no estaría cumpliendo lo que le prometió a Jaebum.

La próxima hora de visita llegó y YoungJae no dudó en correr hacia el hospital. No había comido nada, pero la verdad no tenía hambre, y agradecía infinitamente que esa ráfaga de aire tibio haya eliminado gran parte de su frío y temor.

—Eres muy puntual y dedicado con las visitas. Supongo que es lo que sucede cuando se trata de quién amas. Puedo entenderte un poco... He rechazado horas extra y por ende dinero extra, sólo por la persona que amo, porque no quiero llegar siquiera un minuto tarde a mi hogar mientras ella me espera con la cena — manifestó la enfermera Jung con una sonrisa en el rostro — No tengo la intención de ilusionarte en vano, pero si Jaebum tiene a una persona que lo ama tanto en vida, luchará por quedarse aquí — YoungJae le regaló una sonrisa a la chica.

—Muchas gracias, confío en que Jaebum será fuerte.

—Ambos son muy fuertes.

YoungJae retomó su camino hasta llegar a la habitación de Jaebum.

Nuevamente, la imágen del azabache postrado en una camilla le afectó demasiado, pero no podía dejarse vencer.

Tomó la misma silla de siempre, y la ubicó en el mismo lugar.

—Buenas tardes, Jaebumie — intentó poner su mejor voz, pues mostrar tristeza o temor en su tono podría afectar al azabache en su recuperación — ¿Sabes? Estamos en pleno invierno, pero el día está precioso. Me gustaría verlo contigo... ¡Ah! También ví a un gatito muy lindo. Me recordó a tí, porque tu adoras a los gatos — su voz tembló y supo que debía detenerse. En lugar de continuar con su "conversación", decidió que sería una mejor idea aplicar las otras cosas que leyó.

Acercó lentamente su mano temblorosa hacia el rostro del azabache. Estaba muy pálido, pero aún así lucía suave a su parecer.

Despacio y con suavidad, las manos del castaño terminaron sobre las mejillas de Jaebum. Lo acarició lentamente con sus pulgares, como si estuviera consolando a un niño pequeño, como si en ese momento fueran las mejillas del azabache las que estaban empapadas en lágrimas, y no las suyas.

—Te quiero... Te quiero mucho — susurró, depositando un beso en la frente de Jaebum.

Mantuvo sus labios ahí un poco más, hasta que decidió que era mejor separarse por un momento. Aún así, su vista fue dirigida casi de inmediato al azabache.

Esta vez las manos del castaño no fueron dirigidas al rostro de Jaebum, sino a las manos de éste, tan pálidas y suaves como las que ya se había acostumbrado a tomar todos los días. Sin duda eran de él, de su Jaebum.

Las tomó con tanta delicadeza, que si el azabache en esos momentos estuviera en sus cinco sentidos acabaría derritiéndose por tanto amor y cariño que YoungJae le transmitiría con esa simple acción.

Estaba perdido acariciando las manos del azabache, pero aún así sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo y a su corazón latir con fuerza. Estaba completamente seguro, no podía ser una alucinación. Jaebum había apretado levemente su mano y podría jurar que lo vio sonreír un poco, sólo un poco.

Rápidamente llamó a la enfermera, contándole lo que acababa de suceder. La mujer no dudó ni un poco en pedirle al doctor que revisara a Jaebum, porque había una pequeña posibilidad de que lograra despertar si lo que YoungJae decía era cierto.

—Por ahora vete a vasa, cielo — YoungJae asintió — El doctor y yo te creemos. Las posibilidades de que Jaebum despierte son de un 99%, pero aún está ese 1% de esperanza por el cual te has estado esforzando tanto, y por el cual el doctor Park luchará ahora. Te llamaremos si hay noticias.

—M-muchas gracias.

YoungJae abandonó la habitación del azabache y posteriormente el hospital con un único pensamiento rondando por su mente: Jaebum definitivamente despertará.









Un capítulo sin Jaebum </3
Debo admitir que me dolió :c

Esta historia está cada vez más cerca del final feliz... O tal vez triste.

DEPENDE SÓLO DEL DOCTOR :^) JAJAJA

Bue, no se asusten uwu ¿O SÍ?

Gracias por leer ❤

¡Despierta, estúpido Jaebum! [2Jae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora