"Me siento feliz cuando no puedo verte, un día menos para fingir mi amor"
La bandeja roja de Mark se posiciono suavemente sobre la mesa del comedor. Los diversos olores y sabores que circulaban en aquel lugar, aunque sólo fuese un simple sándwich, habían llamado la atención de Lee.
Mark estaba sentado solo en una mesa, y aún si tuviera la compañía de alguien mas, sería extraño para él. Su vida siempre era la misma, entonces...¿por qué esta vez iba a ser diferente?
El sol estaba brillante esa mañana, atravesando la gran ventanilla del comedor e iluminando cada objeto presente. Mientras Mark abría su yogurt, percibió cuán hermoso estaba el patio de aquella especie de hospital psiquiátrico después de la lluvia de la noche anterior.
Recordando la lluvia, se le vino a la mente el pequeño murciélago y las botas amarillas de Jisung. "¡Las cosas tienden a ser muy extrañas en los momentos en los cuales deberíamos estar durmiendo! Su estómago se revolvió. Mark respiró hondo y tomó una cucharada del yogurt de fresa.
- Bueno, pareces un niño que se enoja por cualquier cosa - un comentario surgió a su lado, siendo soltado por un chico de pelo oscuro y sonrisa fácil.
Mark lamió el yogurt que escurría de sus labios y miró al muchacho, demasiado avergonzado para responder cualquier cosa.
- Se supone que este es el momento en que te defiendes - el chico le instigó, sentándose frente a él al otro lado de la mesa.
-Bueno, tal vez y si sea un niño -agregó con nerviosismo, aunque no supiera el porque.
- Y ahora este es el momento en que te presentas - dijo el mozo mientras continuaba sonriendole.
Mark bajó la mirada a la bandeja del desconocido y solo vio la presencia de una tira de tocino solitaria en el plato. Eso no era ni un quinto de lo que Lee acostumbraba a comer.
- Mark Lee - respondió con firmeza - ¿Sólo vas a comer eso?-
- Fui lo suficientemente bueno para hacer mi propio plato cuando la cocinera salió para ir por los huevos - se balanceó alegre, victorioso, mostrando los dientes pequeños y blancos.
- Ah - dijo Mark - Tu nombre ...
- Doyoung - y entonces se levantó - ¡Vuelvo ya!
Mark se sintió extraño cuando Doyoung se alejó de la mesa. Dejo algunas sobras de su yogurt y luego paso a comer su sándwich. Cuando el mismo muchacho volvió, las cejas de Mark fueron arqueadas al verle cargar tantas botellas de agua y ser depositadas sobre la mesa, al lado de su bandeja prácticamente vacía. Mark respiró profundamente dándose cuenta de lo que tramaba el chico.
- Nadie necesita saberlo, Mark - y entonces Doyoung se sentó y escondió las cinco botellas debajo de la mesa.
Mark se quedó en silencio, apenas viendo a Doyoung revolver aquella misma tira de tocino y dar demasiados tragos de agua como ni siquiera Mark imaginaba que pudiera.
- ¡Ah! ¡Allí está él! - una mujer rechoncha con una cuchara de madera en mano apuntó con el utensilio hacia el supuesto acompañante de Mark.
- Y ahí se fue mi paz ... - comentó como si Lee fuese a entender, entonces DoYoung se volvió hacia la mujer - ¿Está refiriéndose a mí? -
- ¡Exactamente! - ella exclamó, acercándose a él - ¿Por qué eres tan terco?
- ¿Que pasa? - Mark en un principio no quería entrometerse, pero él percibió que formaba parte de aquel lugar y que, de alguna u otra forma, tendría que hacer algo para que las cosas fuesen más agradables. Por eso, se levantó y se mostró serio.
- Doyoung sabe muy bien que todas sus comidas son controladas y supervisadas. ¡No sirve de nada! Por más que me esfuerce, en un solo parpadeo de ojos este chico desaparece de mi vista! - La mujer se quejaba, apuntando a DoYoung con la cuchara y sacudiéndola por todos lados.
Mark, que se había levantado para intentar entender la situación, hasta había esquivado algunas de esas cucharadas nada delicadas de la señora. Ella realmente parecía furiosa, pero Lee pudo percibir que no pasaba de una enorme preocupación sobre la alimentación del chico.
- Mark, te regalo mi pedazo de tocino ... sólo explícale a esta mujer que yo estaba esperando a que ella apareciera - y entonces Doyoung parpadeó a Mark, como quien estuviese pidiendo que mintiese también.
- Doyoung, no creo que estés haciendo bien las cosas - dijo Mark. Saboreo sus propias palabras, y luego miro en dirección al muchacho delgado y aparentemente débil frente a él - Necesitas ayuda y ella te la otorgara. ¿Por favor? Es por tu bien.-
Doyoung soltó un juramento y golpeó los pies rebeldemente por el comedor, llamando la atención y atrayendo miradas curiosas. Él comenzó a seguir a la mujer, y entonces Mark se encontró de nuevo solo en aquella mesa, con su sándwich y la misma sensación de extrañeza hacia el lugar y las personas.
Hola de nuevo. Pido disculpas por no actualizar seguido pero he tenido algunos asuntos que atender y prácticamente se llevan mi tiempo. ¿Qué les pareció el capitulo de hoy? por fin hace presencia nuestro querido conejo¡Hurra!
Por ahora quiero decir que no estoy muy segura si actualizare esta semana puesto que estamos en fiestas decembrinas y estaré muy ocupada. Sin mas por el momento, les deseo una Feliz Navidad y Prospero año nuevo (en caso de que no me pase por aquí).
¡Felices fiestas!
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PANIC ROOM - MarkSung [Continuará...]
Fanfiction"Bienvenido a la habitación del pánico, en donde tus más oscuros miedos vendrán por ti" Esta historia es una traducción y cuento con el permiso del autor para su publicación. Autor: @TheLastPendragon. Historia original: https://my.w.tt/pC6Cu8qWcS