Sweet

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"La noche fue hecha para los poetas, para aquellos que sufren por amor, para los que hacen el amor y para los que tratan de lidiar con su dolor."

El almuerzo había sido abundante aquella tarde. Habían diversos platillos para comer como estofado, sopas, pollo, arroz,etc. Jisung estaba sentado con Doyoung, Sicheng y Renjun en una mesa.

Mark estaba sentado con Haechan y Lucas, un joven juguetón que había aparecido una hora antes cuando ambos se estaban haciendo bromas. Según los datos, Lucas no aparecía mucho en los convivios debido a que pasaba la mayoría del tiempo en la terraza, cuidando las plantas, colocando las cosas en su lugar y observando que todo estuviera bajo control.

- ¡Hoy dejo caer la arcilla! - Dijo Lucas, evitando dejar salir la risa desde el fondo de su garganta mientras abría su tercer yogurt.

Mark no pudo evitar reírse.

- ¡Estoy comiendo!- Advirtió Donghyuck.

Mark sopló su lamen debido a lo caliente que estaba, de repente, su mirada recayó en Jisung, quien estaba comiendo una ensalada. Lee se sorprendió por ver lo que el menor estaba comiendo, pues habían demasiados platos puestos sobre la mesa para escoger y Jisung solo había tomado una ensalada.

- Para Jisung, la ensalada es la mejor comida del mundo - respondió Haechan cuando se le preguntó el por qué Park comía aquello.

-¿Entonces no come carne?- Mark tomo un trozo de pollo del plato de Lucas y fingió no hacerlo.

- No es eso. - Donghyuck respiró hondo – No porque la sandía sea tu fruta favorita significa que no te van a gustar las demás. -

- ¿Cómo sabes que me gusta la sandía?- Comió un poco de su ramen y miró de cerca al chico que tenía enfrente.

-Tienes cinco trozos de sandía para el postre. -Haechan señaló su bandeja llena de rebanadas de aquella fruta rojiza.

Mark se echó a reír.

-Puff, qué exagerado.- Rodó los ojos.

- Robaste mi pollo Mark, así que eso me da la libertad de robarte una rebanada de sandía.- Lucas trató de alcanzar una, pero Mark rápidamente apartó su bandeja.

- No es lo mismo. ¡Levántate y consíguela tú mismo! - frunció el ceño a Yukhei, quien simplemente refunfuño por vengarse y se levantó a buscar un trozo de sandía.

Al final de la hora del almuerzo, la alarma del celular de Mark sonó, indicando que era hora de volver a la sala de medicamentos y cumplir con sus obligaciones. Se despidió de Haechan y Lucas -este último solo le mostró la lengua- y corrió hacia el pasillo. Llamó a los pacientes que necesitaban medicación en ese momento y siguió hablando con Haechan a través de su walkie-talkie.

Al final de la tarde, Jisung volvió a hablar con él. Estaba un poco más tranquilo, pero tampoco era algo que le sorprendería a Mark. Jisung no era mucho de hablar, prefería estar callado en todo momento.

- Mark, quiero que me toques.- dijo el menor. Sus palabras sonaban dulces, estaba tranquilo y con una mirada cálida.

- ¿Tocarte?- Apagó el walkie-talkie por el cual Haechan hablaba hasta por los codos y se asomó por la escotilla.- ¿Paso algo?

-Acabo de salir de una sesión y quiero que me toques- Levantó su brazo izquierdo.

Lee entrecerró los ojos, extrañado por el comportamiento del más joven. Mark extendió su mano y tocó el brazo contrario, envolviéndolo con el calor que desprendía su cuerpo.

- ¿Y ahora?- Quería saber lo que pasaría después.

Jisung se quedó callado, mirándole fijamente a la cara. Su expresión era la misma; impasible. Pero Mark sabía que su mente estaba comenzando a llenarse de varias cosas para nada agradables, especialmente desde que Jisung se había quedado estático, pues no movía ni un músculo.

Park aparto su brazo de la mano de Mark y le agradeció por el acto, luego caminó por el pasillo.

Jisung no sabía qué sentir en ese momento, porque todas esas escenas y sonidos invadieron su mente. Parecían una tortura. Fueron una tortura.

Se froto los ojos y maldijo por ello. No podía recordar la última vez que se había lavado las manos, así que no debería de haber hecho eso. Y lamentándose por dentro, camino a través de los pasillos. Quería llegar a su habitación, pero el camino parecía demasiado largo...

"Shh, no te muevas demasiado, no te voy a lastimar" la frase sonó a través de una pared justo después de cerrar la puerta de su habitación. Park caminó hacia aquel lugar. "Si supieras lo que es el amor, sabrías que te amo "

Jisung tocó la pared y la empujó, intentando a toda costa quitarla de su habitación. No podía, sabía que no podía. Siempre fue así, ¿no? Nunca podría mover una pared. Estaba destinado a ser un perdedor.








(Me disculpo por faltas de ortografía. Espero lo disfruten) ;-; 

PANIC ROOM - MarkSung [Continuará...]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora