Y de repente, ella ( +18)

Malditos celos

Han pasado cuatro semanas desde que me vine al piso de Elena. Me trae loco. Es cariñosa conmigo, se preocupa por mi. Me ha tratado bien desde que llegué.Le he dicho de pagarle algo, aunque sea poco, pero se ha negado, dice que no le hace falta el dinero, que como serán solo unos meses ahorre todo lo que pueda. Me he puesto las pilas y he empezado a mandar currículum como loco para conseguir un trabajo mejor. Pero no me sale nada.
Ella me ha ofrecido presentarme a algún amigo suyo para darme un trabajo mejor. Pero no quiero mas favores.
Me levanto temprano para mandar más curriculum por internet, ya busco de lo que sea, hasta me estoy planteando ser freelance, aunque esa sería mi última opción.
Me encuentro con Zaida, que limpia el salón. Es una chica marroquí que viene todos los días a dar una vuelta a la casa, limpia, pone lavadoras, plancha y aveces nos prepara de comer. Fue ella la que le enseñó a Elena a preparar esa comida tan deliciosa.
Al principio no me gustaba que entrara a limpiar mi habitación, pero, Elena me dijo tajantemente, que le pagaba por toda la casa y que mi dormitorio era parte de ella, que si se excluía le pagaría menos entonces. Así que no tuve más remedio que acceder, no quería perjudicar a Zaida, es buena chica. La verdad me estoy acostumbrando a esta vida, a encontrarme la cama hecha, el baño limpio y la ropa planchada.... me río para mis adentros, porque ahora no me apetece irme....

-Buenos días Zaida!!!!

- Buenos días Kit!!!! Como has descansado?

-bien!!! Voy a hacerme un café? Te apetece uno?

-si, venga!!! Desayuno contigo si te apetece.

La relación de Elena con ella es especial, no es la típica empleada que viene solo a limpiar la casa, son muy amigas, a lo mejor viene por la tarde también a tomar té con ella. Y no tiene un horario fijo, viene y va cuando quiere, pero es una chica muy eficiente.

Preparo dos cafés y cojo bollería de la despensa. Nos sentamos en la mesa de la cocina a desayunar.
La primera mañana que la vi, estaba limpiando la habitación de Elena , la cual no me había avisado, y nos cruzamos por el pasillo; yo salía en calzoncillos hacia la cocina. Ella pegó un grito y me tiro la escoba...
- tápate!!!!! Loco exhibicionista!!!!!

-lo-lo-lo siento... ¿quien eres tú?- le pregunté mientras me ponía los vaqueros en mi cuarto.

Fue un poco vergonzoso, pero ahora lo recuerdo y me río mucho. Casi tanto como Elena cuando se lo conté... le salían las lagrimas y decía que le dolía la boca de tanto reír... me encanta hacerla reír..... cada vez voy siendo más yo, bueno... más el chico que era antes de conocer a Claire. Cada día hago más el payaso, y más tonterías... ya no me da vergüenza, ni espero miradas de desprecio como me las echaba Claire.

Nos tomamos el desayuno tranquilamente, ella me cuenta cosas de su marido, y yo del trabajo. Recuerdo que lo primero que me preguntó era por mi nombre... estaba extrañada, decía que no era un nombre. Le estuve explicado que venía de Christopher, que a mi madre le gustaban los nombres cortos.

- ¿no me has contado como conociste a Elena?- le pregunto.

- Bueno, fue hace casi cuatro años. Yo no tenía trabajo y ella necesitaba ayuda ,después de lo que pasó no se encontraba muy bien, ya sabes. Después cuando ya se recuperó decidió no prescindir de mí, y me contrató para las mañanas.

- ¿ después de lo que le pasó? ¿ que le pasó?-Pregunto extrañado.

- ya sabes, lo que le ocurrió hace cinco años.

-No, no se que le pasó, ¿tuvo algún accidente o algo así?

-Bueno, si, más o menos- me dice mientras se levanta y empieza a recoger la mesa.