Y de repente, ella ( +18)

Vuelta a casa

Llevo dos semanas en el hospital, hoy me dan el alta. Mis padres vinieron al día siguiente de encamarme, se están quedando en el piso, en la habitación de invitados, están encantados de estar de nuevo en Londres, a mi madre le encanta la maravillosa terraza que tiene el duplex.
Jack también ha pasado por aquí unos días para hacerme compañía, nos hemos visto todos los partidos de la premier juntos. Ha sido muy divertido. Pero estoy deseando volver... dormir con Elena en la camilla de al lado está bien pero hecho de menos mi cama, y mi casa. Quien me lo iba a decir, cuando llegue para dos meses...

- Kit, cariño¿ lo llevas todo? - me pregunta mi madre.

- si, mamá, creo que si.

Elena se está retrasando, me dijo que llegaba para las tres, pero ya ha pasado media hora.

- si Elena no puede venir a por nosotros cogemos un taxi- me dice mi padre.

- primero voy a llamarla, y si no puede lo cogemos.- le contesto.

El teléfono da dos toques cuando descuelga.

- estoy aparcando cariño, se me ha hecho tarde, lo siento.- me dice apurada.

- no pasa nada,íbamos a coger un taxi.

- de eso nada. Ya estoy abajo.

-Pues espérate ahí y ya bajamos..

- No, no .. ya estoy esperando el ascensor. Ya subo.- me cuelga.

No han pasado ni dos minutos cuando llega a la habitación, mi padre me ayuda a bajarme de la camilla y Elena corre a acercarme las muletas, me han dicho que la rodilla está mejor pero que tendré que usarlas por unos meses. La cara también la tengo mejor, y tengo que ir al dentista a que me arregle algo la boca. Las costillas son lo que más me duelen, me siguen doliendo muchísimo, pero no pueden hacer nada, me han puesto unos vendaje y Elena ha aprendido para ponérmelos ella en la casa. Me cuida más que las enfermeras....

Estoy deseando decirles a mis padres que van a ser abuelos. Elena dice que es muy pronto para decírselo a la gente, solo lo saben Dan y Martha y ellos nos han prometido no decir nada a nadie.

Elena está más preciosa cada día si cabe, pensaba que era imposible pero desde que está embarazada tiene la piel más tersa aún y el pelo espectacular.
Quiero hacerle el amor, necesito estar dentro de ella, sentir cada centímetro de ella rodeándome, ser uno. Pero mis padres se van a quedar un par de semanas más por si necesito algo....

Nos montamos en el coche, y nos dirigimos a casa por fin. Mi madre quiere que Elena la acompañe a comprar algo de ropa, no sabe en donde se está metiendo. Es la mujer más pija que he conocido jamas, le encanta la ropa... bueno yo también me he vuelto bastante pijo pienso para mi.

Ya hemos aparcado y nos dirigimos al ascensor, los paseos que he dado por el hospital no tienen nada que ver con esto. Me duele mucho el pecho y la pierna. Empiezo a temblar.

- ya estamos a punto de llegar- me dice Elena agarrándome el brazo.

- ¿ te estás encontrando mal? ¿Volvemos al hospital?. - pregunta mi madre.

- No mamá, solo me estoy cansando mucho, necesito sentarme.

Elena me agarra del brazo y me ayuda a continuar, al final consigo meterme en el ascensor. Llego con mucho dolor al piso, me cuesta respirar.

Hemos cenado estupendamente lo que Elena nos ha preparado, mi madre está alucinando con ella, si estaban encantados antes con ella ahora mucho más. Nos cuida a los tres, está pendiente siempre de nosotros. Mi padre la mira con pasión también. Y aunque estoy mejor les digo de irme a la cama pronto porque no puedo estar sentado. Me da un poco de vueltas la cabeza.