La semana es un no parar, entre el trabajo y cuidar de los niños caemos en la cama cansadísimos. Solo quedan tres días para que vuelvan sus padres, los voy a echar de menos, pero también tengo ganas de ver alguna película en la televisión y no solo dibujos animados, y de poder disfrutar del sexo con Elena como lo hemos hecho hasta ahora, sin que todo sean susurros y con cuidado de no despertarlos. Una noche a los diez minutos de terminar, estando todavía agitados entro el pequeño Albert que había tenido una pesadilla. Elena se vistió corriendo y se lo llevó a su habitación, al rato aparecieron que no quería dormir solo y lo tuvimos que meter entre nosotros.
Otra noche cuando estábamos besándonos y metiéndonos manos la llamo Michael que quería agua, Elena se levanto y se la llevo pero al rato apareció con él y también lo metió entre nosotros, según ella extrañan a sus papás.
Yo los quiero mucho, los he estado recogiendo del colegio todos los días, algunos días con Elena y alguno solo porque estaba reunida. Es lo que más me gusta, les da mucha alegría, parece que los saco de la cárcel.Estamos paseando por el centro de Londres con ellos, yo llevo el carrito de Michael y Albert va cogido de la mano de Elena. Van hablando en español, ella le está enseñando el idioma y es casi bilingüe.
Les hemos comprado algunos juguetes y ropa, yo también he picado algo en la tienda de givenchy y Elena en Chanel, vemos un parque al fondo y paramos porque los niños quieren jugar.
Albert y Elena están en los toboganes y yo estoy con Michael en el columpio, lo empujo y se balancea mientras se ríe a carcajadas. Le estoy haciendo fotos con el móvil y a Elena y a Albert también. Esto es lo que deseo tener, mi propia familia. Cada día que pasa más convencido estoy de que quiero ser padre ya, aunque a Elena le pasa lo contrario, sus horarios son mucho más complicados que los míos, y su trabajo la verdad es que es una locura, lo mismo tiene diez reuniones diarias y llega realmente tarde a la casa.
Cuando empieza a hacer frío decidimos irnos ya para la casa.
Vamos dirección al coche cuando suena mi teléfono. Es Steven...- no me lo puedo creer !!!! - digo enfadado.
- ¿ que ocurre?- me pregunta Elena con curiosidad.
Le había prometido que olvidaría lo que pasó el otro día, así que aunque me quedé con las ganas no lo llame para decirle lo que opinaba de él, pero él muy gilipollas me está llamando.- nada...- le digo mientras descuelgo.
- Kit!!!! ¿ que tal estás??- me dice desde el otro lado.
- ¿ que cojones quieres?- le digo mientras Elena me mira con los ojos muy abiertos, negando con la cabeza y señalándome a los niños.
- Bueno, estaba pensando en ir esta noche al club y he pensado que querrías venir..
- ¿tu estás tonto o que?, si voy es para partirte la cara desgraciado.
Elena se ha dado cuenta de con quien habló porque se para en seco y me dice que le cuelgue. Yo le niego con la cabeza.
- Bueno, pero si podríamos ir a cenar si quieres y luego voy yo solo al club. me caes bien y no me gustaría que termináramos peleados, ademas... no sé si lo sabes pero Elena ya no es mi gestora y claro... me ha vetado ,ahora nadie quiere invertir mi dinero. La reputación de Elena es asombrosa.. no lo sabía.. podrías hablar con ella..
- ese no es mi problema,¿ porque le contaste esas mentiras...? ¿ que ganabas tú con ello pedazo de mierda??!!!- le grito un poco.
- mentiras??? ¿ de que hablas?.... ¿es que no te acuerdas?... vaya... parece que no...
Yo me alejo un poco de Elena, el corazón me late a mil por hora... si que es verdad que tengo muchas lagunas de aquella noche, pero estoy seguro de que yo no...
-¿ que estás diciendo?...- le pregunto.
- a ver Kit... después de meterte coca te metiste en una sala conmigo y dos chicas ¿ no lo recuerdas?...
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Y de repente, ella ( +18)
RomanceTodo va bien para Kit, tiene un buen trabajo, una novia con la que se va a casar en unos meses, la vida parece que le sonríe, pero el destino es caprichoso.