Han pasado ya tres días desde que volvimos del hospital, los niños ya no están y los echo de menos, la verdad está todo muy silencioso. Elena está un poco distinta conmigo, es normal, sigue enfadada. No he sido capaz de decirle lo que me dijo el médico. Tengo el anillo guardado en la guantera del range Rover desde ayer... también le compre un sujeta chupetes de plata muy bonito. Pero me da un poco de miedo la reacción que pueda tener. Por las noches fantaseo con tener a mi pequeño bebé, y mis brazos abrazan a Elena por la cintura hasta que me quedo dormido.
- Elena Cariño ¿ quieres que te invite a cenar esta noche por ahí?- le digo.
- No, no tengo muchas ganas de salir.-
- Anda, no seas así... te llevo donde quieras... pago yo- le digo mientras le guiño un ojo.
- en serio, no tengo muchas ganas de salir, tengo el estómago revuelto.-me dice y se toca la barriga, a mi me da un vuelco el corazón.
- Elena, vamos a salir, anda.. quiero decirte una cosa, di que si por favor...
- ¡que pesado estas Kit!!!....- La miro con cara de pena-..Está bien, déjame que me arregle un poco y nos vamos, pero ya te digo que no tengo muchas ganas de cenar.
Me pongo de los nervios en cuanto nos subimos al coche, se ha puesto un vestido precioso de color negro, y está hermosa, está radiante. Yo me he puesto unos pantalones con chaqueta negra y una camisa blanca desabrochada por el cuello. Me he recortado la barba un poco y peinado el pelo con gomina, se que le encanta, los rizos me caen un poco en la cara, me los voy apartando nervioso. No sé cuándo decírselo, si en la cena o después... salimos de la cochera, hemos reservado en el restaurante favorito de ella, es de los más caros pero me da igual esta noche tiene que salir todo perfecto...
Al estar parados en un semáforo ya no puedo aguantar más.... meto la mano en mi bolsillo de la chaqueta y toco la cajita del bolsillo ... ella no me está mirando, está ensimismada en las calles de la cuidad..
- Elena... hay algo que te quiero decir desde el hospital...- le digo.
- si es algo malo prefiero no saberlo- me dice sin mirarme.
- ¿ porque iba a ser malo? ¿ porque dices eso?- le pregunto sorprendido.
- no se...- me dice pensativa.
Joder... como está.....Me guardo con cuidado el anillo y sigo conduciendo.
Cuando llegamos al restaurante un muchacho muy agradable se lleva el coche, no sin antes echarle una mirada de arriba a bajo a Elena, parándose en sus pechos y en su culo. La verdad es que me sorprendo a mi mismo porque me ha dado igual completamente. Dentro de poco estará gordita y todo el mundo sabrá que es mío, que yo soy el padre y que ella me ha escogido a mi para formar una familia. Ya no me da temor que me deje ahora tenemos algo más fuerte que nos une, más fuerte que unas palabras o unos papeles.Nos sientan en una mesa apartada y el dueño sale muy alegremente a saludarnos. Hemos venido decenas de veces, Elena y él son muy amigos, tiene fama de ser un demonio en los fogones con su personal pero con nosotros siempre se ha portado genial. Me pido un filete mignon y Elena un tartar de atún y una ensalada de quinoa roja. En estos días he estado leyendo a escondidas cosas que no deben de hacer las embarazadas y una de ellas en comer carne o pescado crudo. Estoy intentando que cambie de opinión respecto a su elección pero no da su brazo a torcer. Además se está enfadando cada vez más.
Al final desisto, supongo que por una vez no pasará nada, ademas sino le hubiera dado migraña no me habría enterado aún.Terminamos la cena, ella no ha probado casi bocado, y está bebiendo agua. Yo he decido no pedirme nada de alcohol también, me tengo que ir acostumbrando a beber y fumar menos.
Esto no está saliendo como tenía pensado...
ESTÁS LEYENDO
Y de repente, ella ( +18)
Roman d'amourTodo va bien para Kit, tiene un buen trabajo, una novia con la que se va a casar en unos meses, la vida parece que le sonríe, pero el destino es caprichoso.