Gotham se veía mucho más peligrosa por la noche. A Dick siempre le había gustado contemplar la gran y peligrosa ciudad de noche, cuando las estrellas hacen su aparición. Él estaba subido al edificio abandonado que tenía por hogar desde los 8 años, cuando sus padres murieron y se escapó antes de que lo llevasen a un orfanato.
Eran alrededor de las diez de la noche y el sol ya había caído. Batman no tardaría en salir, y para entonces él debía esconderse. No podía permitir que el Caballero de la Noche lo viese sólo, sin padres.
Con agilidad bajó del tejado y se tumbó en un colchón que había encontrado tiempo atrás cerca de un contenedor. No era gran cosa, pero le había servido para vivir estos cinco años solo.
Se quedó viendo el techo un rato antes de dormirse, pensando en qué habría sido de él si no hubiese huido, si ahora viviese con una familia y un hogar, si sus padres siguiesen vivos. Se secó una lágrima, no debía pensar en eso. Estaba solo. Nada iba a cambiar lo ocurrido.
/Time skip/
A la mañana siguiente, cuando ya había despertado, le dolía la espalda. Dormir en un colchón viejo no era el mejor sitio. En momentos como esos extrañaba de sobremanera una cama decente.
Se miró en un pequeño espejo que tenía colgado en la pared y se arregló un poco el pelo. Lo tenía un poco largo ya. Se puso una sudadera negra con una franja azul a la altura del pecho, simulando el logo de Nightwing, y se colocó la capucha. Nadie podía reconocerlo, a pesar de no tener duda de que nadie se acordaba ya de él. Su historia tan sólo fue un pasaje en un periódico, un trágico accidente que fue olvidado rápidamente.
Salió al mercado qué había cerca de dónde vivía. Ahí vendían frutas y como había mucha gente, si robaba algo pasaba desapercibido.
Se acercó al puesto de frutas y robó una pera. Odiaba hacerlo, pero era eso o morir de hambre, así que prefería robar. A pesar de que si llegaba a conseguir algo de dinero se lo escondía por el puesto para que lo viesen cuando recogían, no dejaba de sentirse mal por ello.
Siguió caminando como si nada mientras se comía la fruta. Intentaba buscar trabajo, pero nadie quería a un niño de trece años que vivía en la calle, así que estaba sin nada de dinero.
Tan solo lo habían "contratado" un par de veces unos traficantes de droga bastante primerizos y, después de que consiguiese que la gente dejase de comprar droga en vez de venderla, volvió a estar igual de pobre que al principio.
Salió de la calle y pasó caminando por la avenida. Un chico pelirrojo le chocó y con la caída consiguió quitarle la cartera. Necesitaba el dinero desesperadamente.
-Lo siento, ¿estás bien?- Habló el pelirrojo extendiéndole una mano para ayudarle a levantarse.
-Sí, estoy bien.- Contesto rápidamente.
-¿Nos hemos visto antes? Tu cara me suena.
-Eh... no creo.- Y antes de que se dé cuenta de que le robó la cartera, se fue corriendo.
Se metió a un callejón que había ahí al lado y subió al tejado. Vio al chico intentar encontrarlo entre la multitud, se había dado cuenta de todo.
Bueno, no es como que vaya a conseguir el dinero de vuelta, pensó Dick.
Era joven, parecía tener quince o dieciséis años. Sus ojos verdes lo buscaban con la mirada, pero nunca le encontró.
Se dio la vuelta y volvió a su 'casa', que era un almacén abandonado a las afueras de la ciudad. No era gran cosa, pero le servía como escondite y refugio, aunque estaba seguro que ellos, si querían, lo encontrarían.
Se supone que él, Dick Grayson, está muerto desde hace cinco años, desde que sus padres cayeron desde aquel trapecio y Tony le 'mató' a él también días después.
Tiempo después de haberse escapado, buscó a Tony Zucco como si su vida dependiese de ello. Cuando lo consiguió encontrar, intentó matarlo como él mató a sus padres, pero él se resistió más de lo que pensó. Como consecuencia de ese día tiene una cicatriz debajo del ojo derecho que cruza casi toda su mejilla. Tony creyó que él estaba muerto y escapó. Días más tarde consiguió ver en un escaparate de una tienda que Batman había conseguido atraparlo. Tony confesó que había matado a sus padres y que días después, le había matado a él. Tony nunca dijo donde se encontraba su cuerpo, aunque estuvieron buscándolo bastante tiempo.
A veces iba a ver las tumbas de sus padres, y a su lado se encontraba una tumba más pequeña que rezaba su nombre. Cada vez que la veía se le ponían los pelos de punta. Todas las personas pensaban que estaba muerto. Esa lápida de piedra pálida se lo recordaba cada vez que iba a visitarlos.
Así que nadie lo busca, cosa que es buena para él, y Tony estaba entre rejas casi de por vida.
Cuando llegó a su refugio, abrió la cartera y vio que había unos cuantos dólares. Los sacó y dejó la cartera en una pequeña masa coja. Por la tarde iría de compras.
Comenzó a contar el dinero que había. Tendría suficiente como para comprar comida las próximas dos semanas, que ya era bastante. Él no suele comer mucho, no es que sea muy alto, y ya estaba acostumbrado a no comer demasiado.
Encontró también un DNI. Wallace Rudolph West.
Un nombre bastante feo para un chico tan lindo.
Se tumbó en el colchón y decidió intentar dormir un poco. A causa de las pesadillas que tenía no dormía muy bien por las noches.
Se despertó rato después. Había vuelto a tener la misma pesadilla de siempre: sus padres cayendo una y otra y otra vez. Era horrible.
Se mojó un poco la cara y se quitó las lágrimas. Los dueños del almacén tenían agua corriente y luz, así que eso no era un problema. Aún se seguía preguntando cómo es que aún no se habían dado cuenta de que se gastaban, aunque la verdad era que no le interesaba. Mientras no fuesen a revisar, todo iría bien.
Cogió su mochila, el dinero y se fue a comprar.
-Aria Grayson
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•The Mysterious Boy•
Fanfiction~/Historia participante en los Wattys 2019/~ /Young justice fanfic/ /Birdflash/ /Edades de la Batfam invertidas (porque me mola)/ ~~~~~~~~~~~~~~~ Gotham se veía mucho más peligrosa por la noche. A Dick siempre le había gustado contemplar la gran y p...