•The Mysterious Boy•

It's like I see myself on him || Capítulo VI

Las caras de sorpresa no se hicieron esperar, haciendo que Dick intentase contener una carcajada.

Os acabáis de delatar solitos.

-¿Cómo... Cómo lo has sabido? -La voz del niño, Jason, más conocido como Red Hood, sonó dudosa.

-El nombre, Damián, y la mansión. No hay muchas más mansiones en Gotham, y menos que la habite alguien que se llame Damián.

-¡Ha sido tu culpa, Demonio!

Damián miró a Jason con una mirada asesina.

Digna de un Al Ghul. Pensó Dick.

-¿Mi culpa? -Sus palabras salían cargadas de veneno. - Tú has sido el que ha dicho mi nombre. No me eches la culpa por algo que has hecho tú.

-Basta. Los dos. -Batman, aunque ahora sin capucha, los fulminó con la mirada a los dos. Luego de eso, él se giró a ver a Richard. -Eres un buen detective. Y eres ágil. Podrías sernos de ayuda.

-¿Estás de broma, Padre? Ya has recogido a dos de la calle. Creo que ya son suficientes.

-Damián. -Lo advirtió Bruce. -No le hables así. No sabes por lo que ha podido pasar.

-Él tampoco sabe lo que es vivir con Madre y el Abuelo, así que no me digas nada. -El primogénito del millonario se dio la vuelta y se fue.

-Discúlpalo, Richard. -Bruce suspiró derrotado y se dejó caer en la silla del ordenador. -Te aseguro que él no es así todo el tiempo.

-Tranquilo, me han tratado peor.- El niño miraba con cautela a las dos personas de esa sala. Desvió la vista un momento y volvió a mirar a Bruce.- ¿Por qué querrías acogerme?

-Bueno, ya no hay Robin y Bataman siempre necesita un Robin. Creo que tú serías el indicado.

Bruce se sentía aliviado al tener a ese pequeño niño delante de él, analizandolos. Él había estado todos estos años buscando al chico que ahora se encontraba parado delante suyo.

Pereció dudoso, pero después de un momento respondió:

-No tengo a donde ir, así que ¿por qué no?

Para el portador del manto de Batman fue un alivio escuchar esas palabras salir de su boca.

A Bruce, ese chiquillo le recordaba a su infancia, cuando sus padres fueron asesinados y él no pudo hacer otra cosa que sonreír a las cámaras aunque por dentro se estuviese muriendo.

El dolor y la culpa de no haber podido hacer nada lo carcomerían por el resto de su vida, pero ahora tenía la oportunidad de hacer que Dick no pasase por eso solo. Ya no.

-Genial. Jason podrá enseñarte tu nueva habitación.

Después de que los menores de la familia se fueran, Alfred entró por la puerta con una bandeja de galletas.

-Señor. ¿Ese niño es el pequeño Grayson?

-Así es, Alfred. -Bruce se sentó en la silla giratoria y apoyó el mentón en sus manos. -Después de tantos años lo encontramos.

-Vaya... -Alfred se tomó unos minutos para digerir la noticia. -Se ve muy cambiado...

-Si.- Bruce puso una mirada pensativa.- Sobre todo por esa cicatriz...

-Pobre chico. Les llevaré galletas a los pequeños amos.

Bruce no pudo reprimir una sonrisa. Alfred y sus galletas.

El mayordomo desapareció por la puerta y él supuso que fue a la cocina.

Se dirigió hacia el guardarropas donde tenía los demás trajes y se cambió a una ropa más cómoda: unos pantalones negros de chándal y una camiseta de manga corta azul.

Decidió subir y avisar al Tim de la llegada del nuevo miembro de la familia. Como esperaba, el adolescente se encontraba en la biblioteca.

Se acercó a él y le tocó un poco el hombro para que se quitase sus auriculares.

-¿Sucede algo, Bruce?

-¿Te acuerdas del niño que desapareció hace cinco años?

Tim asintió. -El menor de los Grayson. Si, me acuerdo.

-Pues está aquí.

-¡¿Enserio?!

-Ajá. ¿Me acompañas a ver cómo está?

Tim no respondió, solo se levantó rápidamente y se encaminó a la puerta de la biblioteca.

-¡Vamos a conocer a mi nuevo hermanito!

¡Y después de siglos actualizo!

¿Capítulo muy corto? Sí

¿No tengo ideas para seguir? Pues también xd

Si a alguien se le ocurre algo que lo comente, porque de verdad que lo necesito.

Se despide:

-Aria Grayson