•The Mysterious Boy•

I should not be there || Capítulo IV

El olor a humedad invadió a Dick cuando recuperó la consciencia. Se sentía cansado, como si no hubiese dormido en mucho tiempo. Miró a su alrededor. Estaba solo en la bahía médica de una cueva, cosa que no le costó reconocer.

Miró a los lados prestando más atención. Había una mesa pequeña con vendas y todo tipo de cosas que se utilizan en los hospitales a la derecha de la cama. Nunca le habían interesado los nombres de esas cosas.

Se levantó despacio, sintiéndose mareado. Cuando consiguió estabilizarse, fue a investigar la cueva. No había nada que le sorprendiese demasiado, ya había estado en sitios así. Mucha tecnología, armas, trajes,... nada nuevo.

La silla que estaba al frente de un ordenador bastante grande se giró y la penetrante mirada de Batman lo observó.

-Veo que has despertado. -Se limitó a decir.

-¿Qué...? -Intentó hablar, pero la garganta le quemaba. -¿Qué hago aquí? -Susurró. No le gustaba nada el sitio en el que estaba. Ya se había metido en problemas antes, pero esto era el peor sin duda.

-Podrías haber muerto ayer, niño. -Contestó.

-¿Podría haber muerto? -Soltó una carcajada amarga. -Si no hubieseis intentado colaros en mi casa a la fuerza no habría pasado nada.

-Me llamas la atención, niño.

-Deja de llamarme niño, tengo nombre. -Respondió seco.

-¿Y cuál es tu nombre?

-Alexander. -Mintió. Obviamente no le iba a decir su nombre, era demasiado peligroso para Batman y para él.

-No sabes mentir. -Le dijo y se giró a ver la pantalla de nuevo. -Ahora dime tu verdadero nombre.

-Alexander. -Repitió.

Él solo gruñó y siguió escribiendo algo en el ordenador. Estaba claro que no le iba a decir su nombre por dos simples razones: uno, se supone que estaba muerto; y dos, lo llevaría a un orfanato, cosa que había estado evitando los últimos cinco años. Habría sido una pérdida de tiempo y ganas, y no iba a permitir eso.

El repiquetear de las teclas no lo dejaban pensar con claridad. No podía quedarse, pero si se iba no podía volver a su 'casa'. Una idea descabellada pasó por su mente.

Si consigo salir de aquí podría ir con ellos. Se rumorea que están cerca de Gotham, no creo tardar mucho en encontrarlos.

Buscó una salida con la mirada, pero no encontró ninguna. Se colocó la capucha de la chaqueta que extrañamente llevaba puesta y se preparó para salir corriendo a cualquier lugar. En ese momento lo único que quería Dick era salir de allí. Seguiría su plan y los buscaría en cuanto saliese de esa gran cueva.

-Ni se te ocurra. -Habló Batman sin dejar de ver el monitor.

-¿Qué? -¿Cómo podía haberle visto? Parecía que le hubiese leído la mente. Daba miedo.

-No te irás tan pronto, niño.

-Que dejes de llamarme así. -Richard cruzó sus brazos sobre su pecho. Su mente iba a cien por hora. Sabía luchar pero contra Batman no podría, así que descartó esa idea inmediatamente. Debía encontrar una salida.

-Cuando me digas tu verdadero nombre. -Dick suspiró sonoramente, pero se quedó callado unos segundos antes de responder.

-No es cómo si tú también me lo fueses a decir. -Susurró levantando su vista a una pared alta. La pared era blanca, había un conducto de ventilación y una mesa con armas sin organizar contra ella.

Espera, conducto de ventilación. Perfecto.

-Cierto. Pero yo tengo una identidad que proteger. -La voz de Batman era basta, lo que consiguió sacarlo de sus pensamientos.

Lo miró atentamente, analizando su expresión, sus movimientos. Batman seguía escribiendo sobre el teclado muy concentrado. Volvió a mirar hacia el conducto. No lo pensó más veces y salió corriendo hacia allí, se subió a la mesa con agilidad y desapareció por el conducto muy sigilosamente, aunque él sabía perfectamente que el Caballero Oscuro lo había oído.

Intentó ubicarse y salir al exterior, pero había demasiadas salidas por las que poder pasar. Dick comenzó a desesperarse. No sabía por dónde ir, ni dónde estaba la salida.

Al final, decidió saltar por una por la que se filtraban rayos de luz. Parecía mejor opción que seguir merodeando por la ventilación siendo que Batman lo buscaba.

Richard no sabía cuánto se arrepentiría de esa decisión.

A partir de ahora la historia será diferente, por eso voy a quitar los otros capítulos.

Espero que os guste :)

-Aria Grayson