Capítulo 2

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Capítulo 2

Ya pisando sobre hielo delgado con mi madre, decidí no mencionar todo el asunto de la ventana cuando me llamó tarde por la noche para ver cómo me encontraba. Esperé y recé que las carreteras estuvieran lo suficientemente despejadas como para conseguir que alguien arreglara la ventana antes de que mamá llegara a casa.

Sin embargo, odiaba mentirle. Todo lo que había estado haciendo últimamente era mentirle, y sabía que necesitaba contarle todo, especialmente acerca de su supuesto novio, Jiraiya. Pero, ¿cómo comenzar este tipo de conversación? Oye, mamá, nuestros vecinos son alienígenas.

Uno de ellos casualmente me ha mutado, y Jiraiya es un psicópata. ¿Alguna pregunta?

Sí, eso no iba a pasar.

Justo antes de colgar, ella sacó el tema de ver-un-doctor-por-mi-voz, otra vez. Le dije que sólo era un resfriado por ahora, pero ¿qué le iba a decir en una semana o dos? Kami, realmente esperaba que mi voz ya estuviera curada para entonces, aunque una parte de mí sabía que esto podría ser permanente. Otro recordatorio de... todo.

Tenía que decirle la verdad.

Tomé un paquete de macarrones con queso instantáneo, comencé a hacerlo estallar en el microondas, pero luego me quedé mirando mis manos, frunciendo el ceño. ¿Tenían poderes con el microondas como Sai y Sasuke? Me di vuelta hacia el cuenco, encogiéndome de hombros.

Estaba demasiado hambriento como para arriesgarme.

El calor no era lo mío. Pero cuando Pain me entrenaba para manejar la Fuente y trató de enseñarme cómo crear calor —es decir fuego— pude encender unas velas con mis dedos.

Mientras esperaba por la comida, me quedé mirando por la ventana sobre el fregadero. Itachi había tenido razón antes. Era realmente hermoso ahora que el sol había salido. La nieve cubría el suelo y las ramas. Carámbanos colgaban de los olmos. Incluso ahora, después de que el sol se había puesto, había un mundo blanco y hermoso allí afuera. Y como que tenía ganas de salir y jugar.

El microondas sonó, y me comí mi comida poco saludable de pie, pensando en cuantas calorías podría quemar de esa manera. Desde que Sasuke me había mutado en este humano-alienígena-híbrido-mutante- raro, mi apetito era fuera de este mundo. No había casi nada en la casa.

Cuando terminé, agarré rápidamente mi computador y me senté en la mesa de la cocina. Mi cerebro estuvo confuso la semana pasada, así quería buscar algo que antes se me olvidara. Otra vez.

Entrando a Google, escribí Jinchuriki y apreté ―"buscar". Wikipedia fue el primer link y como yo no esperaba un sitio web que dijera―"Bienvenido a Jinchuriki: Organización Secreta del Gobierno", hice clic.

Y tuve todo el conocimiento de mitos japoneses.

Jinchuriki era considerado literalmente Poder del Sacrificio Humano, y otras cosas. Y también eran humanos que sirven como contenedores espirituales.

Una descripción de historia buena y tétrica pero, ¿cuál es el punto? ¿Por qué el DOD nombraría una organización que supervisa la mutación humana cómo...?

Entonces, lo comprendí.

Jinchuriki creó todo tipo de cosas para el beneficio del hombre, y todo el ángulo de habilidades divinas eran como una especie de seres humanos que fueron mutados por los Luxen. Era un salto en la lógica, pero vamos, el gobierno estaba tan lleno de sí mismo que nombró a su organización por un mito japonés.

Cerrando el computador, me levanté y me encontré tomando mi chaqueta y saliendo. Realmente no sabía por qué. ¿Quién sabría si hay más oficiales espiando alrededor? Mi imaginación hiperactiva formó la imagen de un francotirador escondido en un árbol y un punto rojo apareciendo en mi frente. Lindo.

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