Capítulo 5

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Capítulo 5

Tenía que estar soñando, porque esto no podía ser real. De ninguna manera. Por supuesto que no. Pain no estaría paseándose en el salón de clases como si fuera cualquier otro día. Tampoco Kakashi dejaría caer su bloc de notas como lo había hecho hace unos segundos. Eché un vistazo a Itachi antes de darme cuenta de que no conocería nada mejor. Nunca había visto a Pain.

—¿Estás bien, Naruto? Te ves un poco agitado —dijo Karin.

Mis ojos se clavaron en ella salvajemente. —Yo...

Un segundo más tarde, Pain tomaba su asiento—su asiento a mi lado. El resto de la clase borrosa. Estúpidamente atrapado por su reaparición.

Puso el libro sobre la mesa y se reclinó en la silla, cruzando los brazos.

Dándome una mirada de soslayo, me guiñó un ojo.

¿Qué demonios...?

Renunciando a esperar que yo terminara lo que estaba diciendo, Karin dio la vuelta, sacudiendo la cabeza. —Tengo amigos extraños —murmuró.

Pain no dijo nada mientras Kakashi recogió sus papeles dispersos en el suelo.

Mi corazón corría tan rápido que estaba seguro de que iba a tener un colapso en cualquier momento.

La gente miraba, pero no pude sacar mis ojos del pelinaranja. Finalmente, encontré mi voz. —¿Qué... qué haces dattebayou?

Me miró, yo sé que habían mil secretos entre los círculos grises de su mirada. —Ir a clase.

—Tú... —No había palabras. Y luego el shock desapareció, reemplazado con un pico de ira tan poderoso y caliente que sentí prisa estática sobre mi piel.

—Tus ojos —murmuró Pain, con una sonrisa burlona en sus labios—, están empezando a brillar rojo.

Cerré los ojos y me esforcé por controlar mis emociones arremolinadas. Cuando estaba alrededor del 40% seguro de que no iba a saltar sobre él como un mono y romperle el cuello, volví a abrir los ojos. —No deberías estar aquí, de veras.

—Pero lo estoy.

Este no era el momento para comentarios evasivos. Miré hacia el frente del salón y vi a Kakashi escribir en la pizarra, con el rostro pálido. Él hablaba, pero no escuché nada.

Pase mi mano por mi cabello y mantuve la mano allí. Cualquier cosa que me detuviera de golpear a Pain, porque era una posibilidad real que lo haría. —Te dimos una oportunidad. —Mantuve mi voz baja—. No vamos a hacerlo de nuevo, ttebayou.

—Pero creo que lo harán. —Se inclinó sobre el pequeño espacio, acercándose demasiado y haciendo que mis músculos se bloquearan—. Una vez que escuchen lo que tengo que ofrecer.

Una risa loca brotó de mi garganta mientras mantuve los ojos fijos en Kakashi. —Estás tan, tan muerto.

Karin miró por encima del hombro interrogante. Forcé una sonrisa.

—Hablando de muertos —murmuró, una vez que Karin se había vuelto hacia al frente—. Veo que el hermano mayor perdido hace mucho tiempo ha regresado. —Tomó su pluma y comenzó a escribir—. Apuesto que Uchiha Sasuke está tan emocionado. Ah, lo que me recuerda, estoy bastante seguro de que es él quien te mutó, Naruto.

Mi mano más cercana a él se curvó. Una luz blanca tenue bailó sobre los nudillos, agitando como el núcleo de una llama. El conocimiento de quien me había mutado era peligroso. Además las ramificaciones que Sasuke tendría que enfrentar si salía de la comunidad Luxen, el DOD podría utilizarlo contra nosotros. Como habían hecho con Itachi y Deidara.

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