Capítulo 13

78 12 0
                                    

Capítulo 13

El rayo de energía se estrelló contra mi libro de texto de historia, haciendo un agujero a través de él. Se apagó antes de que pudiera tocarme, pero el libro víctima me dijo lo que necesitaba saber.

Sakura no era amistosa. Y esa pequeña exhibición de la Fuente no era una advertencia.

Dejé el libro y me lancé hacia la izquierda mientras ella se abalanzaba sobre mí. Jugo de naranja se derramó por el borde de mi copa, cubriendo mis dedos. ¿Por qué lo seguía sosteniendo? Mi cerebro no estaba captando este giro de los acontecimientos.

Se lanzó hacia mí, e hice lo único que podía pensar en ese momento. Tiré el vaso hacia su cara. El vidrio se rompió mientras se tambaleaba hacia atrás, alzando sus manos a los ojos. Líquido pegajoso y cristal corrían por sus mejillas, mezclándose con pequeñas manchas de sangre.

Apuesto a que picaba como una perra.

—Sakura —dije, retrocediendo—. No tengo ni idea de cómo sucedió esto, pero soy tu amigo y puedo ayudarte, de veras. Sólo cálmate. ¿De acuerdo?

Se secó los ojos, arrojando líquido contra las paredes. Cuando su mirada se encontró con la mía, no había ni una pizca de reconocimiento en ella. Sus ojos estaban terriblemente vacíos y vastos. Como si todos esos meses hubieran sido arrasados, y no fuera nadie para ella. No había nada de nada sucediendo detrás de esos ojos color turquesa.

Mis ojos tenían que estar engañándome, o tal vez estaba soñando, porque era ella definitivamente un híbrido y eso no tenía sentido. Sakura no sabía nada acerca de los extraterrestres. No era más que una chica normal. Tranquila y tal vez un poco tímida.

Pero estuvo fuera por la gripe...

Oh, demonios... Había sido mutada.

Tenía la cabeza inclinada hacia un lado, entrecerrando los ojos.

—Sakura, por favor, soy yo. Naruto. Tú me conoces, dattebayou —le supliqué. Mi espalda golpeó el escritorio mientras miraba hacia la puerta detrás de ella—. Somos amigos. No quieres hacer esto.

Ella caminó hacia mí, como ese loco terminator femenino después de John Connor.

Y yo era tan John Connor.

Tomé aire, pero éste se atascó. —Vamos a la escuela juntos, tenemos trigonometría y almorzamos juntos, ttebayou. Tienes un color de cabello genial.—No sabía qué decir, pero seguí parloteando, con la esperanza de llegar a ella de alguna manera, porque lo último que quería era hacerle daño—. Sakura, por favor.

Pero al parecer no tenía reparos sobre hacerme algún daño a mí.

El aire estaba cargado de estática. Di un vuelco hacia un lado mientras ella soltaba la Fuente de nuevo. El final de su cola chamuscó mi suéter. Un olor a pelo quemado y algodón flotó en el aire cuando me volví hacia mi mesa. Había un zumbido bajo de la mesa y luego el humo se elevaba de mi portátil cerrado.

Me quedé boquiabierto.

Mi precioso, perfecto, portátil nuevo, el que apreciaba como si fuera un niño pequeño.

Hija de tu pu...

Amiga o no, esto era la guerra.

Me lancé hacia la pelirrosa, llevándola hasta el suelo de mi dormitorio.

Mis manos fueron a su pelo y la levantaron. Una corriente de filamentos rosados ondeaba, y luego me golpeó con la cabeza hacia abajo. Se oyó un golpe satisfactorio y dejó escapar un pequeño grito de dolor.

ÓpaloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora