Capítulo 11

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                                                                       Samuel Gallardo P.O,V

Cayetana Del junco nos echo del rancho. Ni modo, desafortunadamente, nos habíamos quedado sin trabajo, y en el momento, en que era la temporada más baja. Arturo estaba muy preocupado por esto y, sobre todas las cosas, estaba preocupado por su relacion con Sofia. Sabia que Cayetana manipulaba a sus hijas a su antojo, pero Flavio y yo le hicimos ver que debía confiar en ella y en su amor. - Tranquilo, Arturo- le pidió mi hermano- no andes en esas, pues, tan de malas. No te preocupes, hombre. Sofia te ama y ella va a separarse y a estar contigo. Ya no tiene nada que hacer con ese tipo, te lo dijo. Ella va a ser capaz de luchar contra todo y contra todos por el amor que se tienen. -¿¡Entonces porque no está aquí conmigo, Flavio!?- pregunto Arturo, alterado. Jamas lo habiamos visto en ese modo, tan nervioso, tan impaciente. Me acerque a él e intente reconfortarlo: -Mira, Arturo. yo se que esto es difícil para ti, para todos. Pero, ya sabíamos las consecuencias. ¿ cierto? Ya sabíamos que no iba a ser fácil. Pero no te preocupes por lo que diga Doña Cayetana, si Sofia te ama de verdad, no tienes porque temer. Esto es solo una prueba más. - Si, Samuel, es cierto lo que dices- respondió, intentando calmarse- es que me desanima que esa señora sea asi. ¿Porque quiere imponerse a sus hijas? ¿Porque quiere decirles lo que tienen que hacer? En vez de escucharlas, de preocuparse por ellas, de saber lo que verdaderamente quieren... son sus hijas, pues. - Esa señora es más dura que una piedra- acoto Flavio- pero si Sofía tuvo las agallas de hablar, ya no se echara para atrás. Ten fe, hermano. Confía. Ya veras que Sofía y tu van a estar juntos. No importa lo difícil que se ponga. - Si, eso es cierto- le eche a mi hermano- el amor es lo más importante, siempre- sonreí- y los Gallardo somos hombres de ley, hechos y derechos, que damos la vida por nuestras mujeres- asegure. Los dos me vieron bien raro. - ¿Que les pasa? ¿Porque me miran asi? ¡Soy yo, Samuel! ¿O es que no me conocen?- me reí, divertido. - Samuel, ¿ Y a ti que te pasa, eh? ¿Desde cuando eres tan positivo? ¿Porque estás tan alegre?- quiso saber, Flavio, curioso.  Me serví de mi jugo y me lo eche todo de un sorbo: -Hermanito, yo siempre fui alegre, ¿ o que no lo recuerdas? ¿Quien fue que siempre los animo? Lo que pasa que una equivocación en mi vida me tenía malo. Pero eso ya se acabo. Ahora mi vida cambió, es otra. Ahora vuelvo a ser el Samuel de siempre, él que no había modo de que le quitaran la sonrisa. Los dos se miraron, extrañados. - Samuel, no me digas que la tipa esa dejo al Ulises y andas con ella, ¿ O si?- quiso saber Arturo. Me eché a reír. - No, hermanito- dije, divertido, mientras tomaba mi camisa y me ponía a plancharla-en eso nunca te equivocaste, ninguno de los dos. Patricia nunca iba a dejar nada por mi. Ni sus lujos, ni su carrera, ni mucho menos el dinero que le da Ulises. Pero, a mi eso ya no me importa. Patricia Rubio es cuento viejo para mi- les informe, de lo más contento.  - ¿De que hablas, Samuel?- pregunto Flavio, notaba como se estaban poniendo inquietos y eso me divertía- ¿que tarugada traes? ¡Habla ya! - Ya, Flavio, cálmate- le dije, de lo más tranquilo. Por fin volvia a ser el de siempre- solo traigo a un ángel metido aquí adentro, mira- le señale el pecho. Ahora si me miraron raro. - ¿¡Que mosca te pico, Samuel!?- pregunto Arturo- ¿que es lo que te pasa? Me reí, sin poder evitarlo. - Me enamore, me flecho y no lo puedo creer- Quiero que sepan, hermanitos, que soy el más asombrado con todo esto. Pero, ni modo, tambien soy el más feliz- les informe. - ¿Es que liberarte de un burdel te deja asi? ¡Mira lo que causa esa cabaretera, pues! Está cada día más loco- ironizo Flavio. - Hermanito, hermanito- opine, divertido- se me olvidaba que eras la santa inquisición. Pero, deja ahí a Patricia, olvidate de ella porque ya te dije que es lo que menos me importa. Es el pasado y ahora, solo quiero ver mi futuro con mi princesa enamorada- dije, sonriendo. Arturo se cruzo de brazos: -Samuel, ¿de quien te enamoraste? ¿Y cuando fue eso? No me digas que es otra de las mujeres del bar ese, porque mira, Samuel que.... Arturo se agarraba la cabeza, pero lo interrumpi enseguida: -No, Arturo, no es ninguna mujer de ningún bar... ya se los dije, es el amor de mi vida, es única. Es diferente a todas las mujeres con las que he andado y créanme, se van a sorprender cuando sepan quien es. Ni se lo imaginan. Al decir verdad, yo tampoco me lo puedo creer, pero... ¡Acepto ser mi novia! Y hoy la voy a llevar a cenar, vamos a salir. Es una mujer de su casa, con la que me tengo que ir con sumo cuidado. Pero, no se preocupen, prometo ser un Gallardo de ley- jure. - ¡Ahora si no entiendo ni papa!- exclamo Flavio, bien serio.  Yo ya habia terminado de planchar mi ropa para la cita, asi que les informe que me iba a bañar y perfumar. - Me tengo que poner bien guapo y limpito para mi dama- comente. -¿Que le pasa?- siguió echando Flavio. - No se, pero ojala sea cierto porque, si es asi, al menos hay una buena entre tantas pálidas- oi que le respondió Arturo- mañana mismo tenemos que salir a buscar trabajo. No nos podemos quedar asi. -En cuanto a eso- oí desde el baño hablar a Flavio- ¿recuerdan la mujer esa, viuda, con la que salí un par de veces? La tal Irma Alcázar, la que tiene un rancho ahí, vecino al de Las Del junco- dijo, Arturo le asintió. Creía recordarla- Volví a cruzarmela y le conté nuestra nueva situación- relato- esa señora es muy buena, muy gentil. Así que se ofreció recibirnos en su casa para ver si nos podia dar trabajo en su rancho. Arturo cambio el animo enseguida. - Iremos a verla, entonces- aseguro- mañana bien temprano, los quiero organizados y avispados. Tenemos que conseguir trabajo, recuerdenlo. Es nuestra prioridad ahora, ¿¡Me oiste, Samuel!?- alzo la voz. - ¡Si, Arturo!- respondi, mientras me metia en la ducha. No te preocupes que mi novia tiene sus horarios. Regresare temprano. Ellos dos seguian sin creer lo que estaba pasando y se sentían de lo más curiosos por mi misterioso nuevo amor. Yo no pensaba soltar sopa, habíamos quedado con Andrea que seria nuestro secreto, al menos hasta que los dos lo sintamos.                                                        

Tierra de Reyes- SamdreaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora