Capitulo 24

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                                                                                       Andrea Del Junco P.O.V

Cuando regrese a casa, me tope con la sorpresa de que mi madre estaba muy arrepentida por lo que habia ocurrido y muy triste porque habia decidido irme y tener a mi hijo lejos de ella. Apenas vio a José Ignacio, basto que se cruzaran sus miradas para que se conectaran, y naciera en ella su amor de abuela. Me abrazo fuerte y no dejaba de llorar. Le dije que la comprendía y que no tenia nada que perdonarle. Sabia que quería lo mejor para mi, y que solo buscaba protegerme, siempre. Lo sabia porque era exactamente como yo me habia sentido con Jose Ignacio desde que supe de su llegada. Desde que me enteré de la noticia de que mi niño vendría al mundo, todo lo que quería era protegerlo y darle lo mejor. Que supiera que este mundo al que habia llegado, no era el mejor, tampoco el peor... Que habian cosas malas, como buenas en el camino. Lagrimas y sonrisas. Aciertos y tropiezos.... y que, a pesar de todo eso, lo más importante era que siempre iba a tener a su mamá consigo. Mi hijo estaba por encima de todo. Era lo más importante para mi. Mi amor más puro. Y siempre lo protegeria contra todo y contra todos. Siempre lucharía para que el fuera feliz. -Me emociona escucharte hablar asi, Andrea- dijo mi madre, la "inquebrantable" Cayetana Del junco, quien en esos momentos no era más que una abuela al borde de las lagrimas, llena de emociones y de brincos en el pecho- me doy cuenta que, después de todo y, a pesar de haberme equivocado tanto, fui una buena madre y te enseñe bien. -Claro que si, mami- dije, echandome en sus brazos como niña, la habia extrañado demasiado- siempre has sido buena, siempre supe que escondías ese corazoncito, que lo hacías ver y parecer pequeño, cuando en realidad, es enorme. A mi nunca me pudiste engañar, Ma. Siempre has sido la mejor- dije, sonriendo. - Bueno, ya- dijo Irina, echandose en nuestros brazos- no crean que se van a salvar de nosotras. También las queremos a pesar de que simulen ser unas brujas y nos llenen de regañadas. -Nos echamos a reír- Guera!- le llamo la atencion Sofi, esta, a esa altura, se habia unido al abrazo, que ya parecía una foto grupal. Estabamos muy apenadas por haber estado tan separadas y confundidas. Pero felices por el futuro y todo lo que se venia. Sofi me contó que con Arturo estaban construyendo su propia casa en el rancho. Para que, cuando nazca su hijo, ya estuvieran viviendo juntos. Irina y Flavio también tenian planes de casarse. Flavio estaba trabajando como Gerente en la agencia de publicidad de Irma, se habia preparado y habia estudiado. Eso si, a Irina la volvia loca, él juraba que era su jefe y debía obedecerle en todo. - ¡Me pone los modelos más feos, a propósito!- exclamó Irina, protestando de este. Sofía y yo nos reímos. - Ay, guera. No cambias- suspiro Sofia. Yo también eche risas. Lo cierto es que habia extrañado mucho todo, inclusive las locuras de Irina y Flavio. Cuando nos enteramos que tanto Isadora como Altair, volverían a su casa y dejarían el rancho Alcázar, lo cierto es que nos sentimos super aliviadas. -Samuel está molesto conmigo por no haberle contado de Jose Ignacio, está terrible- contó Irina. Suspire. - Si, lo se- dije, cargando a mi niño, quien ya estaba impaciente, porque era la hora de su mema- se que se enojo con las dos, sobre todo contigo, Irina. Pero se le pasara, Samuel es puro corazon. - ¡Eso, corazon de Leon, que le dicen!- bromeo Sofi, mientras reíamos. -Si, es cierto- jure- a pesar del tono de broma. Samuel es un gran hombre y, la verdad es que lamento que hayamos perdido tanto tiempo separados, pero, a la vez, no me arrepiento de nada. Necesitábamos eso, para madurar, para entender. -Ah bueno, si la distancia es un motivo de maduración, dejame decirte que aca tu hermanita y Flavio necesitan como unos diez años- se burlo, riendo. - ¡Oye!- protesto Irina, echandole un cojín del sillón- él es el que necesita madurar y, ¡unos cien años necesitara! Yo soy super paciente- juro. -Si, claro- respondi, divertida- no te preocupes, Irina. Te super creemos, entendemos y...sobre todo: soportamos! Las dos nos echamos a reír e Irina solo protestaba.  -Yo solo le doy a Flavio, cucharadas de su propia medicina- aseguro- ese tiene que aprender. Por las buenas o por las malas pero va a aprender. - ¡Ay, Dios!-suspire- juro que si no supiera que se adoran, me preocuparia. - Ya, Andre, ven sientate- pidió Sofia- aprovechemos que mamá no suelta a José Ignacio y, cuéntanos un poco de todo lo que has pasado, queremos saber... como es París, como es Roma. ¡Andale, echanos las anécdotas! -Si- siguió Irina- y tambien danos los regalos de una vez, ¿ O vas a decirnos que no nos trajiste nada de Europa?- protesto. -¡Guera!- exclamamos las dos juntas. -¿¡Que!?- se defendio ella- estoy esperando mi regalo, no puedo disimularlo. Estuviste de viaje y como hermana menor que soy, debiste acordarte de mi y traerme un presente.  No se que le dijo Sofía, porque mientras ellas hablaban, y Sofi continuaba retando a Irina, me llego un mensaje de Samuel. En él me pasaba una dirección y me pedía muy misterioso que me dijera a ese lugar. Yo no entendía a que iba todo, pero calculaba que Samuel tenia una sorpresa para mi y nuestro hijo, una sorpresa que estaba ansiosa por descubrir de que se trataba. Les conté y las locas querian venir conmigo. Pero, jure que no vendrían y que, luego de darle la comida a mi hijo nos iríamos. Mamá insistia con que se lo dejara, y que el calor en la calle iba a agobiarlo, pero yo estaba segura que Samuel quería verlo. - Mami, vas a tenerlo todo el tiempo que quieras ahora. Ya regrese a la casa, asi que, por favor, dame al niño. Debo darle su papa y bañarlo. Se tiene que poner muy guapo porque vamos a pasear con su papá. - ¿A donde sera que te dirige esa dirección, Andre?- pregunto, Sofia. Nuevamente curiosas por el misterio de Samuel. -No se- respondi, sin tener idea- pero seguro es una sorpresa muy linda que ese loco preparo. Rei. Estaba feliz por pasar un momento agradable con Jose Ignacio y Samuel juntos. Mis principes, mis dos amores y vida entera. 

Tierra de Reyes- SamdreaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora