Era un día agradable después del almuerzo en el Castillo del Reino Koopa en Dark Land. En la habitación de cierto Koopaling de cabello azul celeste peinado hacia arriba se encontraba éste último jugando Mario Kart Wii junto a su hermano menor, el príncipe Bowser Jr. Iban por la última vuelta de la carrera y Larry llevaba la delantera, mientras Junior iba en segundo lugar. Gotas de sudor rodaban por la frente del koopa pelirrojo al mismo tiempo que apretaba sus dientes, dejando en evidencia la tensión que sentía debido a sus ansias por rebasar a su hermano mayor, mientras el de pelo celeste llevaba una satisfecha sonrisa en su rostro, calmado y orgulloso de sí mismo asumiendo que la carrera ya estaba ganada.
"Voy ganando~" canturreó Larry provocando a su hermano, quien gruñó frustrado.
"¡Cállate! ¡La carrera ni siquiera ha terminado!" bramó Junior con el ceño fruncido.
Los dos koopas estaban tan concentrados en el juego que no notaron cuando Kamek abrió la puerta del cuarto y se quedó allí de pie mirándolos con seriedad.
"Oigan, ¿Podrían pausar el juego un momento, por favor?" preguntó Kamek.
"Ahora no, Kamek. Estoy a punto de darle a Junior la paliza de su vida." Dijo el peliceleste en tono arrogante. Su hermano menor lo fulminó con la mirada.
"¡Eso quisieras!" replicó Junior.
Los chicos iban por la mitad de la pista mientras Kamek se cruzaba de brazos intentando retener su tolerancia. Junior consiguió un caparazón rojo, pero se abstuvo de lanzarlo en ese momento porque Larry cubría su espalda con una cáscara de banana.
"Chicos... Necesito que dejen de jugar por un minuto nada más..." demandó Kamek hablando lentamente en un tono de fastidio intentando obtener atención. Como respuesta, los jóvenes siguieron haciendo todo lo contrario a lo que el magikoopa les estaba pidiendo.
"¡Aguarda, Kamek! ¡No puedo dejar que Larry me gane!" gruñó Junior esquivando obstáculos en el juego.
La paciencia de Kamek comenzaba a agotarse. El magikoopa bufó y sacó su varita. Como por las buenas no conseguía resultados, pues tendría que ser por las malas, les guste o no.
En ese momento, Larry chocó contra una caja sorpresa falsa, perdiendo su "escudo" de cáscara de banana. Junior vio la oportunidad perfecta para atacar, pero justo cuando terminó de pulsar el botón para lanzarle el caparazón a su hermano, el juego se detuvo poniéndose en pausa, sobresaltando a ambos jugadores por unos momentos.
"¡HEY! ¡KAMEEEEEEEK!" se quejaron los chicos al notar lo que había pasado. Larry intentó pulsar START para continuar el juego, pero fue en vano.
Kamek guardó su varita—que en realidad se asemejaba más a un cetro—y se cruzó de brazos de nuevo soportando las ácidas miradas de los jóvenes. "Lo siento, pero no me dejaron otra opción." dijo el brujo en tono severo, ganándose un par de gruñidos y bufidos de parte de los chicos.
"Bueno, dinos, ¿Qué pasa?" preguntó Junior impaciente.
"Tu padre quiere hablar contigo, Junior. Está esperándote en el salón del trono." contestó Kamek. Larry alzó las cejas y miró a Junior, quien no parecía sorprendido por esto.
"Ah. Ya voy." dijo el príncipe con pañoleta levantándose de su asiento.
"¡Espera Junior! ¿Y qué pasará con la carrera?" preguntó Larry.
"Bueno, podemos terminarla cuando vuelva."
"Oh... Está bien." dijo el peliceleste para luego sonreír con malicia.
"¡Ni se te ocurra hacer trampa mientras no estoy!" amenazó Junior notando la expresión traviesa de su hermano. Larry rodó sus ojos al verse descubierto.
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Con otros Ojos
FanfictionDespués de un pequeño pero desagradable percance con su padre, Bowser Jr decide escapar de casa para tener un poco de paz para reflexionar. Pero ciertas situaciones que enfrentará en sus momentos de independencia harán que el príncipe koopa sea pill...