Oscuridad. Eso era lo único que ocupaba su vista. No podía ver nada, pero al parecer si podía oír. Poco a poco, parecía que podía captar algo, pero estaba lejos, casi como un murmullo. Se concentró en aquel sonido y pudo escucharlo con mayor claridad. Eran voces, las cuales parecían familiares. Sin poder soportar más aquel negro abismo, trató de abrir sus ojos, pero sus párpados se sentían muy pesados. Sin embargo, él era terco, por lo que se negó a desistir.
Al lograr abrir sus ojos, el golpe de luz nubló su vista por unos segundos. Una bombilla le alumbraba directo al rostro, llegando a ser tan penetrante que aturdía un poco sus sentidos. Su cabeza le dolía tanto que hasta pensar parecía doloroso. Cuando su visión se enfocó, pudo discernir que estaba en una habitación que parecía ser la sala de estar de una casa. La anaranjada luz del atardecer entraba a través de la ventana iluminando tenuemente los muebles más cercanos a ella. Encima de una mesa cercana a la ventana, estaba la maceta que contenía a la planta exótica de Waluigi, la cual al verla le ayudó a recordar lo que había pasado. Las voces se escuchaban mucho mejor y esta vez pudo reconocerlas: eran Wario y Waluigi, pero se oían lejos, en otro cuarto, y no podía entender lo que decían. Junior intentó levantarse pero algo le impedía mover sus brazos y sus piernas. Al mirar abajo, se llevó una gran sorpresa al notar que estaba atado a una silla. Sus extremidades estaban apretadas con firmeza por una larga cuerda que lo mantenía en su sitio mientras su pañoleta se arrugaba debido al fuerte agarre. Iba a protestar en voz alta, pero tampoco pudo hacerlo: una gruesa cinta americana tapaba su boca impidiéndole hablar o decir cosas coherentes.
Al verse en esa situación, el joven príncipe se puso muy nervioso y comenzó a entrar en pánico. Sintiendo sus latidos acelerarse, se retorcía en un vano intento de librarse de sus ataduras mientras soltaba angustiosos gemidos de desesperación. Quería gritar, maldecir, levantarse, escapar, aunque sea rascarse el brazo, el cual comenzaba a picarle debido al material de la cuerda, pero no podía hacer nada. Estaba ahí atorado, incapaz de expresar adecuadamente aunque sea una pequeña parte de la enorme frustración que sentía en ese momento.
Pero a pesar de todo, Junior se rehusaba a encarar la realidad: No quería aceptar que había sido engañado con facilidad, que se encontraba allí atrapado, y mucho menos que no podía zafarse de esa situación. Él era el príncipe del Reino Koopa, hijo del rey Bowser. Era lo suficiente inteligente para pilotar naves e incluso repararlas y crear sus propias máquinas; lo suficiente valiente y maduro para enfrentar a Mario por su propia cuenta con sus propias invenciones; y lo suficiente astuto y hábil para engañar a sus enemigos usando su pincel mágico.
No iba a dejar que todas esas hazañas se eclipsaran por el hecho de que se veía incapaz de librarse de las ataduras de una soga y la mordaza de una cinta plateada. ¡Las cosas no podían resultar de esa manera así como así!Pero los hechos rogaban por diferir.
De pronto, Junior cesó su resistencia sobresaltado ante el sonido de una puerta abriéndose a su derecha. A través de ella, entraron los hermanos Wario, quiénes al ver al príncipe consciente de nuevo dejaron escapar maliciosas sonrisas. Waluigi llevaba un trozo de papel y un teléfono fijo inalámbrico en las manos, los cuales colocó en uno de los sillones verdes mientras su hermano se ponía de pie cerca del príncipe, mirándolo con burla. El pelirrojo les miró enfadado, consciente de que ellos eran los responsables de que ahora estuviese en esa molesta situación.
"Vaya, vaya... Ya era hora de que despertaras, mocoso. Te sientan bien esas ataduras." Dijo Wario para pasar a carcajear con una risa detestable para los oídos de Junior, quien frunció el ceño molesto y comenzó a protestar cosas ininteligibles.
"¿Qué dices? No puedo entenderte, tienes la boca tapada. ¿Y si te quitas la cinta para que hablemos mejor? Oh, es cierto. No puedes." Le provocó Wario con una sonrisa cínica mientras Waluigi se reía más atrás.
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Con otros Ojos
FanfictionDespués de un pequeño pero desagradable percance con su padre, Bowser Jr decide escapar de casa para tener un poco de paz para reflexionar. Pero ciertas situaciones que enfrentará en sus momentos de independencia harán que el príncipe koopa sea pill...