FIRE PRINCESS [nalu]

T R E S

1 8 A Ñ O S

No puedo creer que me haya graduado, estoy un paso más cerca de la Universidad Estatal que se encuentra a pocos kilómetros de mi casa, permitiéndome por primera vez en mucho tiempo poder vivir en mi casa, cerca de Natsu y de mis obligaciones a la vez, nunca había estado tan ansiosa por algo; además era verano, lo que significaba que Natsu era todo mío durante un buen tiempo y, realmente, durante todo el año. Llego a casa con mis padres felicitándome por mi graduación y mi excelente preparación para acceder a la Universidad, cuando llegamos a casa mi padre deja todas mis maletas y cajas en mi habitación con ayuda de Capricornio y Leo y decido cambiarme el vestido de la graduación por uno más veraniego e informal. Dejo el pelo suelto en los tirabuzones rubios que llevaba atados en una coleta y cojo el regalo de aniversario de Natsu, por quererme durante tres años sin fallar.

Como adulta que soy, salgo de la casas sin dar explicaciones y me interno en el bosque, siguiendo las cintas ya blancas que me llevaban hacia mi hogar; la casa en el árbol que Natsu llevaba decorando para mí tres años y de la que cada vez estaba más enamorada. Me acerco al claro en el que cada vez había más flores de todos colores y lo encuentro allí de pie, esperándome de espaldas con las manos en los bolsillos del pantalón y las alas recogidas, piso una rama y él se gira rápidamente para sonreír al verme.

— ¡Natsu!— él abre los brazos y yo corro a arrojarme a ellos cual niña, besándole los labios—. Tengo que decirte muchas cosas mi dragón.

— ¿A qué esperamos, princesa?— como siempre, él pasa sus brazos tras mis piernas y mi espalda y alza el vuelo. Se estaba haciendo costumbre acurrucarse contra él los pocos segundos que tardabamos en ascender hacia la casa del árbol—. ¿Y bien?

— Ven, ven, siéntate— lo cojo de la mano cuando me deja en el suelo y lo obligo a sentarse en el sofá mientras yo me quedo de pie delante suyo—. Voy a pasar todo el año aquí, se acabó el vernos solo los veranos.

— Espera... ¿qué?

— He conseguido una plaza en la Universidad Estatal y como está cerca, puedo vivir en casa— su mirada se ilumina al yo decir esto y se levanta para abrazarme—. Por cierto, feliz aniversario— paso mis brazos por su cuello y ato el collar aprovechando que no lleva la bufanda en el cuello.

— Te quiero Luce— él me besa con suavidad y rodea mi cuerpo con sus brazos para alzarme un poco—. Feliz Aniversario— él gira sobre sí mismo hasta que delante de mi vista aparece una cajita encima de la mesa.

Me deja en el suelo y voy hacia la caja dudosa, la abro y encuentro un dije de la misma medida que los demás que llevo colgando de la pulsera que llevo siempre en la muñeca. Me siento encima de la mesa y desato la pulsera con mi mano libre, aunque Natsu me interrumpe y añade el dije él mismo en la pulsera para luego volverla a poner en mi muñeca y dejar un beso en mi frente. Miro la pulsera fijamente y me detengo en todos los dijes que hay; una corona que me regalaron de pequeña, unas estrellas, una L y ahora una ala de dragón bien definida y preciosa.

— He estado trabajando en ella por más de dos meses, la verdad es que es la primera que hago.

— Me encanta Natsu— pongo una mano en su mejilla y junto nuestras frentes—. Te quiero mi dragón— él me sonríe y acaricio sus cuernos con cariño.