A G O S T O
Es el último día que paso en la cabaña antes de empezar las clases y esa mañana me levanto abrazada a él, como casi siempre, esta vez con un brazo alrededor de su torso y mis labios a la altura de su cuello. Él tiene la cabeza girada hacia el lado contrario a mí y me sujeta con firmeza a su cuerpo. Hace días que sus alas y sus cuernos han desaparecido gracias a unos brebajes hechos por su madre, por lo que ahora puedo presumir de él delante de todo el mundo e incluso se lo he presentado a mis padres, quienes lo han aceptado con sorprendente cariño y amabilidad. Incluso han permitido que viva con él.
— Natsu— apoyo mi codo encima del cojín y con la otra mano resigo su mandíbula con un dedo. Sonrío—. Es hora de levantarse perezoso.
— Cinco minutos más— en un rápido movimiento me rodea con ambos brazos y me deja justo encima suyo—. ¿Qué es esto?— susurra con los ojos cerrados, apretando mis nalgas con extrañeza.
— Mi culo, idiota— me alzo un poco, pongo mis manos en sus mejillas y le doy un beso—. Levántate ya, vago.
— Oye pero no te separes estúpida— ahora él me coge la cara y junta nuestros labios en un buen beso de buenos días—. Ahora sí, Luce.
Abre esos ojos jade que tanto me hipnotizan y me mira fijamente, recién levantado, con el pelo revuelto de dormir y sin mostrar signo alguno de incomodidad. Dejo mis antebrazos apoyados a cada lado de su cara y lo miro, disfrutando del silencio y del maravilloso novio que tengo.
Tiene la piel morena debido al sol, los ojos brillantes y los labios definidos. Todo un adonis digno de admiración. Sin ser consciente, acaricio sus mejillas con mis pulgares y bajo mi cabeza para besarlo, cosa que él no rechaza; sube sus manos de nuevo a mi espalda y la rodea.
— ¿Qué te pasa hoy?— junto nuestras narices y él me habla con voz ronca.
— Te quiero mucho, muchísimo— sonrío levemente y devuelvo mi cara al escondite que me proporciona su cuello.
— Yo también te quiero Luce— me besa la sien—. ¿Estás bien?— asiento en su cuello y él se sienta conmigo en brazos.
Pasamos un rato así abrazados, como si yo fuera un koala, él empieza a hablarme y a provocarme risas y no sé cómo acabo bajo su cuerpo, riendo como una loca y con las piernas a cada lado de su cuerpo. Él empieza a hacerme cosquillas y me revuelvo bajo él, sin darme cuenta que sus cuernos y sus alas reaparecen progresivamente.
Poco después y tras respirar y abrir los ojos, me doy cuenta de ello y salgo de la cama para acercarle un vaso con bebida rosa, él lo coge y me mira con extrañeza.
— Aunque estés muy guapo, si queremos salir hoy a la ciudad será un poco raro ir con un dragón cañón, así que tómatelo— le doy un beso en la nariz y me meto en el baño.
— Sobre eso— su cabeza aparece en el umbral de la puerta y mientras me lavo los dientes lo miro—. Mi padre me ha dicho que me necesitaba para algo, así que no voy a poder acompañarte. Lo siento mucho Luce. Ah, y he dejado el líquido en una mesa, voy a necesitar las alas.
— No te preocupes— le sonrío una vez tengo la boca enjuagada y le doy un beso—. Es una compra rápida, volveré en una hora entonces— me pongo el vestido y los zapatos y le rodeo el cuello con los brazos—. ¿Podría bajarme, señor dragón?— le saco la lengua y él sonríe.
— Con mucho gusto señorita.
Al momento siguiente estoy en el suelo y me despido de él. Regreso a casa para saludar a mis padres y decido coger un autobús para llegar a la ciudad, donde hago las compras de último momento antes de empezar la Universidad y compro los dulces favoritos de Natsu; tal y como le he dicho, a la hora siguiente estoy de vuelta en el autobús y en un gran atasco por culpa de unas ambulancias y unos bomberos que van... de camino a mi casa.
Efectivamente, al llegar a mi casa me encuentro la zona acordonada, la casa en llamas y dos camillas con cuerpos cubiertos con una manta. Corro hacia mi casa y un policía interrumpe mi camino sujetándome de la cintura y poniéndome a salvo en un bordillo, para que me siente. Las lágrimas caen solas de mis ojos y atisbo movimiento por el rabillo de ojo, giro mi cabeza hacia la arboleda y veo una figura medio humana con algo en la espalda... Alas.
— Natsu... No...— escondo mi cara entre mis manos y dejo que las lágrimas caigan con libertad y dolor, dolor por la traición que acabo de sufrir por parte de quien más amaba en este mundo.
![](https://img.wattpad.com/cover/170769456-288-k42759.jpg)
ESTÁS LEYENDO
FIRE PRINCESS [nalu]
Fanfic«No es un misterio que vivía enamorada desde los diez años» Enamorada... Sí, lo estoy o... ¿lo estuve? ¿Qué pasaría si un día...? Natsu Dragneel, aquél chico tan poco común que conocí en el bosque cerca de mi casa. El que me ha proporcionado tantas...