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Devon estaba en mi habitación, husmeaba como una rata en busca de algo que roer. Tomaba mis cosas igual que lo haría con un objeto de su pertenencia y levantaba la ceja cada vez que encontraba algo para criticar.

En algún punto se concentró en uno de mis libros, leyéndolo con cierto aire de superioridad, parecía que encontraba ridículo el contenido impreso en sus páginas.

Era mi libro favorito.

—¿Que estás haciendo aquí?

Por un instante quise levantarme y sacarlo a patadas, pero tenía un dolor punzante en la cabeza y todavía seguía mareado por el alcohol, así que no hubo mucho que yo pudiera hacer con su presencia.

Devon me miró, había una mueca indescifrable en su rostro. No sabía que trataba de expresar con su postura, pero supuse que no sería nada bueno.

—Vine a grabarte —respondió de repente—. Estaba pensando que podría conseguir un video que combinara con el de Honey en mi perfil.

Quiero matarlo, pero como no puedo hacerlo, me conforme con tomar una botella del buró al lado de la cama y lanzarlo contra su cabeza.

No le di, él soltó una carcajada y se fue.

Definitivamente, cuando esté sobrio, voy a encargarme de él. 






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Tu mejor amigo que te amaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora