(LGBT+) Devon es un buen amigo para todos, un buen estudiante, un buen deportista, no fuma, no consume alcohol; es un chico bueno.
Dara, Morgan, Joe y Honey conforman el grupo que siempre ha estado a su lado, sus amigos incondicionales, quienes r...
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El cuarto de Travis no era en realidad sólo su cuarto, también había otra cama más pequeña, vieja pero bien acomodada, supongo que era el lugar de Ofelia. Era un sitio diminuto comparado con el mío, apenas y tenía un clóset, una mesita con cosas que estaban dando su último suspiro y un trozo de espejo recargado contra la pared.
Examinando todos los objetos del lugar pude darme cuenta de que la mayoría de las cosas pertenecían a Ofelia. Había ligas de colores para el cabello, algunas pulseras de fantasía, una pequeña colección de piedras pintadas en una cajita y productos para el pelo que deberían haber sido reemplazos mucho tiempo atrás.
Encontré también una silla que probablemente vio días mejores y que era obvio que había sido pintada hace poco tiempo para cubrir sus imperfecciones. Sobre esa silla había una pequeña colección de libros cuyas hojas de algunos tomos sobresalían, dándome a entender que ya no se encontraban pegadas al lomo.
Tomé uno al azar comencé a ojearlo, el pobre estaba ya muy usado, tenía algunas partes subrayadas y escritos en las esquinas. Travis había doblado algunas páginas, sus favoritas, tal vez y en la primera página encontré una nota escrita. Era una dedicatoria, al parecer una profesora de la secundaria se lo había regalado. Suspirando observé el pequeño tomo, volviendo a la tapa para leer el título.
"Los amantes mariposa"
Suspire, negando con la cabeza y sintiendo ganas de vomitar. Genial, estaba frente a un romántico empedernido.
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